MADRID.- La Comunidad de Madrid ha celebrado este 2
de mayo su fiesta marcada por la austeridad en tiempos de crisis y la
ausencia de los sindicatos mayoritarios de la región, que acusan a la
presidenta del Gobierno regional, Esperanza Aguirre, de "insultarles"
continuamente con sus declaraciones en público.
A diferencia de otros años donde los corrillos fueron los
protagonistas de la ceremonia, en esta ocasión han quedado diluidos al
concentrarse el tema del día en el intento de los sindicatos de
acercarse a la presidenta para entregarle una carta donde le piden que
rectifique.
Para muchos ha sido la primera fiesta de la Comunidad a la que
acuden con los cargos alcanzados tras las elecciones autonómicas y
generales y el primer 2 de mayo con un Gobierno central dirigido por el
PP. Precisamente el que fuera alcalde de Madrid y presidente autonómico,
Alberto Ruiz-Gallardón, no se ha perdido la fiesta pero en esta ocasión
como ministro de Justicia.
El patio de la Real Casa de Correos ha sido también el
escenario del encuentro entre el ya ministro y sus antiguos compañeros
en la política local, como el que fuera su mano derecha, Manuel Cobo, o
su delegado de Movilidad por entonces, Pedro Calvo, ahora responsable de
Economía.
Sus abrazos con Aguirre en el besamanos han sido muy
comentados, pues en otras ocasiones los periodistas se 'peleaban' por
buscar alguna foto de ellos juntos, dado que siempre solía coincidir
este acto con algún desencuentro entre ambos dirigentes populares.
Otra que se ha estrenado en la fiesta como alcaldesa de Madrid
ha sido Ana Botella, que ha participado en la ofrenda floral que
realiza anualmente el Gobierno tanto a los caídos en el 2 de mayo de
1808 como a las víctimas de los atentados del pasado 11 de marzo de
2004.
Esta entrega de flores ha sido seguida por varios centenares
de personas que esperaban desde primera hora de la mañana en los tres
graderíos montados para la ocasión en el kilómetro cero, y que este año
se han quedado sin ver a la patrulla águila cruzar el cielo madrileño,
una intervención que ha sido anulada por cuestión de presupuesto.
En una mañana muy intensa, que ha comenzado con la visita de
los máximos dirigentes de la Comunidad al cementerio de La Florida,
donde descansan los restos de 43 madrileños que perdieron la vida frente
a las tropas de Napoleón, también se han entregado las condecoraciones
que la Comunidad otorga a distintas personas e instituciones por su
labor.
En esta ocasión, la manera de afrontar soluciones a la crisis
actual ha sido una de las razones que ha primado el Gobierno regional a
la hora de entregar sus Medallas, Grandes Cruces y Encomiendas. Aguirre
ha ensalzado el "ejemplo" que suponen empresas como Mercadona u
organizaciones como Cáritas.
A su juicio, su trabajo resulta especialmente necesario en
estos momentos de crisis que, "a veces, nos lleva a la desmoralización",
y su talento, su coraje y sus ganas de trabajar y de prosperar, "son un
motivo para la esperanza de todos".
Aunque algunos asistentes se han encargado de señalar que "no
era el momento" de que los sindicatos criticaran a la presidenta de la
Comunidad de Madrid, dos de sus representantes, Jaime Cedrún (CC.OO) y
Miguel Ángel Abejón (UGT) han intentado en vano entregar una misiva a
Aguirre en la que piden una rectificación por sus palabras.
Lejos de poder dársela en mano, los sindicatos han lamentado
que Aguirre "siga insultándoles", precisamente después de que la
dirigente madrileña volviera a referirse a ellos destacando que "los
sindicatos son como los pirómanos, que se quejan cuando vienen los
bomberos", en referencia a que, a su juicio, protestan cuando el
Gobierno emprende reformas y no cuando el paro ha subido hasta un 23 por
ciento.
Para las organizaciones sindicales, Aguirre es la "presidenta
de todos" y debe aceptar que haya gente que no esté de acuerdo con sus
políticas y que, por ello, "protesten de forma pacífica". Para la
presidenta, estas protestas llegan tarde pues han estado "siete años
callados".
En la oposición, por el contrario, los sindicatos se han
encontrado respaldados. El líder del PSM, Tomás Gómez, ha entendido la
ausencia por los "insultos" que les ha conferido Aguirre; Gregorio Gordo
(IU) la ha acusado de "escaso músculo democrático" y Luis de Velasco
(UPyD) ha asegurado que los sindicatos son un "poder compensatorio
imprescindible".
En otro orden de cosas, una de las noticias del día, la
expropiación de Red Eléctrica por parte del Gobierno de Bolivia, ha
pasado desapercibida entre los asistentes, que han evitado hacer
declaraciones al respecto. Aguirre, en este caso, sí se ha pronunciado
asegurando que el presidente de este país, Evo Morales, va a dejar a
Bolivia "muchísimo peor" de lo que se lo encontró cuando llegó al poder.
Por su parte, Tomás Gómez ha dicho que el Gobierno debe
defender los intereses de las empresas españoles en el exterior pero
también "parar los pies" a dirigentes como Nicolas Sarkozy.
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