miércoles, 28 de agosto de 2013

La Comunidad Madrid se convierte en un 'paraíso fiscal' para los ricos españoles

MADRID.- La Comunidad de Madrid, que mantiene el tipo impositivo del IRPF más bajo de España y es la única región que no aplica el impuesto del patrimonio, se ha convertido en una suerte de paraíso fiscal: la mitad de las rentas altas del país hacen la declaración en esta autonomía.

Según publica Cinco Días, que se basa en los últimos datos de Hacienda, 5.612 contribuyentes declararon por IRPF más de 600.000 euros en 2011. De estos, el 48,6% tributó como residente en la Comunidad de Madrid. La proporción es muy elevada si se tiene en cuenta que el conjunto de contribuyentes madrileños representan solo el 16% del total. Cataluña aglutina el 18% de declarantes en España y concentra el 22,4% de las rentas altas, menos de la mitad que Madrid.

Uno de los motivos que explican este hecho es que la mayoría de las empresas cotizadas tienen su sede en la capital de España, por que los altos directivos –con sueldos muy elevados- residen allí. Sin embargo, el diario del grupo Prisa también apunta a que los asesores fiscales han detectado en los últimos años “deslocalizaciones de personas físicas”, es decir, cambios de residencia, reales o simulados, por motivos fiscales.

Todas las comunidades autónomas han recuperado el impuesto de patrimonio salvo Madrid. En este caso las convicciones siguen pesando más que las necesidades recaudatorias. El Gobierno de Ignacio González sigue sin querer oír hablar del tema, pese a pesar de que la Comunidad ha salido perjudicada un año más con el sistema de financiación autonómico.

Esta región sería, y con diferencia, la autonomía que más recursos captaría si aplicara este impuesto, conocido como el gravamen de los ricos. En el último ejercicio en que recaudó este tributo, el de 2008, ingresó 632 millones de euros, el 30% de los 2.112 millones recabados en el conjunto de España aportados por cerca de un millón de declarantes.

Ahora la capacidad recaudatoria sería mucho menor, porque el Ejecutivo de Zapatero amplió el mínimo que estaba exento. Los contribuyentes que deben pagar el impuesto sobre el patrimonio son los que poseen una riqueza neta superior a los 700.000 euros (los primeros 300.000 euros de la primera vivienda están libres de esta carga tributaria) frente a los 108.182 euros vigentes en el ejercicio 2008.

En este sentido, el sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) calcula Madrid podría recaudar 323 millones de euros si implantara este gravamen a las 27.629 fortunas que residen en la autonomía.

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