MADRID.- Los sindicatos y el rectorado de la Universidad
Complutense de Madrid (UCM) afrontan desde este lunes una semana
decisiva para tratar de evitar una huelga de seis días, cuyo preaviso ya
está registrado para el 30 y 31 de enero y los días 5, 6, 13 y 14 de
febrero.
Tras meses de negociaciones, el conflicto entre el rectorado de la
mayor universidad presencial de España y los representantes de sus
10.000 empleados se centra en los 8,5 millones de euros que la UCM
pretende recortar en gastos de personal.
"Acudimos al acto de conciliación con la intención de evitar la
huelga, salvo que la universidad no ceda y finalmente nos veamos
obligados a convocarla, porque la huelga es siempre el último recurso",
ha dicho el secretario de Universidad de CCOO, Santiago Cuesta.
En este sentido, ha explicado que tras la mediación del Instituto
Laboral de la Comunidad de Madrid por la mañana, la Mesa sindical se
volverá a reunir por la tarde en la universidad, y que los sindicatos
están dispuestos a seguir negociando: "tenemos toda la semana para
intentar alcanzar un acuerdo".
El presupuesto de la UCM asciende este año a 516,1 millones de euros,
con una reducción de 20,5 millones o un 3,8% respecto a 2012, que se
produce principalmente en el capítulo de Operaciones Corrientes, que
incluye los gastos de personal.
Del total, la Comunidad de Madrid aporta este año 294,3 millones para
gastos corrientes, frente a 341,6 millones el año pasado, lo que supone
un recorte del 13,8%, equivalente a 47,3 millones menos que en 2012.
"Sabemos que la situación de la universidad es delicada, pero estamos
convencidos de que los ocho millones se pueden quitar de otras
partidas, sin tocar los salarios y sin que se resienta el funcionamiento
de la universidad. Lo hemos calculado sobre datos reales que nos ha
dado la propia dirección", ha añadido.
Los sindicatos presentaron un plan alternativo en julio pasado y,
según Cuesta, la universidad "no ha demostrado que estas medidas no sean
viables. Si lo demuestran, la reducción de salarios tendrá que ser
pactada, no puede ser unilateral y que el ajuste recaiga solo en los
trabajadores".
La solución "tiene que ser consensuada y garantizar una viabilidad
real. Si se tocan ahora los salarios, ¿qué pasará en mayo o junio,
cuando la Comunidad haga un nuevo reajuste como el de septiembre
pasado?", se ha preguntado para luego añadir: "entonces vendrán los
despidos".
El presupuesto de la Complutense se aprobó el 27 de diciembre, tras
rechazarlo el Consejo de Gobierno de la universidad nueve días antes, y
después de que CCOO, CSIF, CSIT-UP, SAP y UGT protagonizaran un encierro
en el paraninfo que finalizó el 21 de diciembre.
El rector José Carrillo, que al tomar posesión se encontró con una
deuda histórica de 150 millones de euros que arrastra la UCM, ha puesto
en marcha un Plan de Eficiencia, pero los sindicatos se quejan de que
"no les informan como está funcionando realmente el plan".
Según el presupuesto colgado en la web de la UCM, la Comunidad le
recorta este año un 50% la subvención para gastos de inversión, de 4,7
millones en 2012 a 2,3 millones, "muy lejos de los 34,4 millones de
euros del ejercicio 2008 y de los 40 millones de media por ejercicio"
del Plan de Inversiones de Universidades Públicas de Madrid 2007-2011.
La universidad se declara en "una delicada situación
económico-financiera que, agravada por la ausencia de medidas
correctoras en los años iniciales de la crisis, se concreta actualmente
en una alta morosidad en sus deudas con terceros, en la existencia de un
remanente de tesorería negativo y, sobre todo, de un déficit
estructural en la financiación de los gastos de personal", según la web.
Señala, además, que actualmente no existen planes vigentes de
financiación del gasto corriente y de inversiones firmados entre las
universidades públicas y la Comunidad, y que los anteriores ya
vencieron.
Por su parte, los sindicatos ya han empezado a hacer asambleas
informativas en las facultades explicando los motivos de la huelga.
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