sábado, 4 de agosto de 2012

Sheldon Adelson, promotor de Eurovegas, investigado por blanquear dinero procedente del tráfico de drogas

NUEVA YORK.- El magnate estadunidense creado y enriquecido en las arenas de Las Vegas, Sheldon Adelson, está siendo investigado por las autoridades federales de su país por un supuesto delito fiscal. Este multimillonario, que aparecía hace unos días como el primer financiador de la campaña a favor de los republicanos, se ha dado a conocer en España en los últimos meses gracias a su particular proyecto de ciudad-casino de Eurovegas que pretende instalar en la Península Ibérica. Y es precisamente su empresa Las Vegas Sands la que supuestamente ha violado las leyes fiscales al haber ocultado a la transferencia de varios millones de dólares en efectivo de procedencia sospechosa a su casino, según recoge hoy el diario norteamericano The Wall Street Journal

Según explica el diario, la oficina del fiscal de Los Angeles está investigando la gestión que hizo Adelson del dinero que recibió hace varios años de un empresario mexicano, que posteriormente fue acusado de tráfico de drogas, y de un ejecutivo californiano, que también fue condenado por recibir comisiones ilegales. Esta investigación se suma a otra ya en curso sobre posibles sobornos del magnate en sus operaciones con empresarios chinos en Macao.
El Departamento de Justicia de EEUU está convencido de que en los últimos años ha aumentado la utilización de los casinos para el blanqueo de dinero e incluso podrían estar siendo utilizados para financiar actividades terroristas. Lo que sí está claro es que las leyes de la industria no son lo suficientemente duras para combatir la corrupción de Las Vegas, tan real como popularizada a través del cine y la televisión. Por eso, esta investigación podría convertirse en una nueva gran batalla del gobierno federal contra la poderosa industria del juego. 
El portavoz de la corporación de Las Vegas Sands, Ron Rees, declaró al The Wall Street Journal que su empresa está colaborando en la investigación con las autoridades federales. "La compañía cree que ha actuado correctamente y no ha cometido ningún delito", dijo. También ha negado las acusaciones de soborno a empresarios chinos.
La cuestión clave para investigación es averiguar si el casino tenía la capacidad de saber si el dinero que traían ciertos clientes procedía de actividades ilegales, o si por lo menos tendría que haber sospechado y haber avisado a las autoridades. Según la legislación norteamericana, las instituciones financieras, incluso si desconocen la fuente del dinero que reciben, pueden ser procesadas si muestran una "ceguera voluntaria" o "indiferencia flagrante". Y en estos casos, las leyes federales se aplican a los casinos igual que a los bancos.
Los casinos han sido objeto en los últimos años de las mismas regulaciones que han sido impuestas a los bancos, destinadas a evitar que estafadores y criminales puedan lavar dinero procedente de actividades ilegales.

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