El lunes, cuando el PP desveló que quien fuera mano derecha de Cifuentes sería su candidato a presidir la Comunidad hasta 2019, la mayoría de miradas se posaron sobre Ángel Garrido, el político "leal" -y "amigo", según sus palabras-, que dio la cara por Cifuentes cuando ella huía de la prensa en pleno escándalo sobre su máster.
Fue el hombre fuerte de su Gobierno, el mismo que ha remitido a la justicia casos de corrupción a rebufo de la oposición, años después de conocer irregularidades -en el caso de la Ciudad de la Justicia-. En definitiva, el Ejecutivo que ha boicoteado algunas de las comisiones que trabajan en la Asamblea de Madrid para levantar las alfombras que el PP ha tejido durante 23 años en la Comunidad.
No obstante, el actual presidente del Senado quedaba en un plano algo más discreto, a pesar de su conocida trayectoria en el partido: García-Escudero ya fue presidente del PP de Madrid entre 1993 y 2004, hasta verse desbancado por Esperanza Aguirre; la misma que se despachó señalándole directamente, cuando en 2009 Público desveló el pago de facturas del PP por parte de Fundescam, la fundación que habría servido a los conservadores para financiarse ilegalmente.
"En el 2003 yo no estaba. O sea, que se lo pregunten a Pío, pío, pío", respondía -en su línea- la lideresa. La misma que luego fue presidenta de Fundescam, donde también estuvo Cifuentes, la "regeneradora" que tomó las riendas del PP tras la marcha de Aguirre. Ignacio González, delfín de Aguirre y su sucesor en la Comunidad, también señaló ante la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil que Fundescam venía de la época de García Escudero.
Y, como hiciera el presidente del Gobierno y del partido, en julio de 2017 el actual presidente del Senado también tuvo que comparecer como testigo ante la Audiencia Nacional por el caso Gürtel. Entonces se desvinculó de la financiación del partido y restringió su actividad al "tema político-".
Cuatro años antes, en mayo de 2013, recibía en su despacho al juez Pablo Ruz para declarar en la pieza separada sobre la caja B del PP, administrada por Luis Bárcenas. Estos hechos, sumados a la larga trayectoria de García-Escudero -empezó en política a finales de los 80, de la mano de José María Aznar- hacen que la oposición cuestione que efectivamente pueda servir como regenerador del partido.
Además, García-Escudero figuraba como receptor de sobresueldos en los famosos papeles de Bárcenas, y se ha desmarcado del grueso de dirigentes del PP, que niegan su existencia. Según distintos medios, admitió haber cobrado cerca de 59.000 euros anuales entre 1.999 y 2003, por su trabajo como coordinador de organización del partido, y en concepto de gastos de representación. Sí dejó claro que siempre cobró mediante "transferencia", que tributó por estos pagos y que los declaró a Hacienda.
También admitió el préstamo que le hizo la dirección del PP, tras sufrir un atentado de la banda terrorista ETA en su casa de Madrid, en 2000, también recogido en la documentación del extesorero. Matizó que el préstamo fue de 24.000 euros, y no de 30.000, como aparecía en los papeles de Bárcenas.

La exsecretaria de Correa: "Le he visto salir del despacho"

En otro orden de cosas, la Cadena SER publicó en 2015 que la exsecretaria del líder de la Gürtel, María Carmen Jiménez, afirmó haber visto salir del despacho de Francisco Correa al actual presidente del Senado, a "horas intempestivas y con sobres" -como también habría visto a Bárcenas-. Según el medio en cuestión, García-Escudero negó haber estado "jamás" en el despacho de Correa.
Además de García-Escudero, a la dirección del PP de Madrid se incorporará también Juan Carlos Vera, en calidad de secretario general. A partir del martes que viene, voces en Génova apuntan que también podría incorporarse a la dirección regional el vicesecretario de Comunicación nacional, Pablo Casado. El argumentario de Génova recoge que García-Escudero y Vera son "personas honestas" y respetadas, que transmiten "tranquilidad" a la dirección nacional.
Por otra parte, tanto en el PP como en el equipo del presidente del Senado han rechazado la petición de información cursada por Público, evitando entrar a valorar una sola de estas cuestiones.