MADRID.- El 46 por ciento de los madrileños reconoce  que está dispuesto a tener una relación sentimental en el trabajo, según  una encuesta que ha elaborado la empresa Randstad para establecer una  radiografía del profesional de la región en el marco de la celebración  de San Valentín.
   De hecho, los madrileños se consolidan como uno de los  españoles más dispuestos a encontrar el amor en su puesto de trabajo,  sólo superados por asturianos (58 por ciento), gallegos (54 por ciento) y  aragoneses (54 por ciento), ya que incluso superan la media nacional  (38 por ciento) en ocho puntos porcentuales. 
   Un hecho destacado es que del total de esta proporción, un 8  por ciento contesta afirmativamente siempre y cuando se elimine la  posibilidad de tener una relación son su inmediato superior.
   Tras ellos, se sitúan extremeños (40 por ciento), vascos (39  por ciento) y valencianos (39 por ciento). Por su parte, en el otro lado  de la balanza se encuentran navarros (28 por ciento), cántabros (30 por  ciento) y castellano manchegos (32 por ciento), como los menos  dispuestos a tener una relación sentimental dentro del contexto laboral.  
   En términos nacionales, un 30 por ciento de los españoles  reconoce que no le importaría tener una relación sentimental en el  trabajo. De hecho, esta cifra puede ser incluso mayor, ya que un 8 por  ciento estima que no le importaría comenzar una relación más especial  con alguien de su oficina siempre y cuando no sea su jefe, lo que eleva  la proporción total hasta el 38 por ciento. 
   Si se comparan los datos con la encuesta realizada el año  pasado por Randstad se encuentran diferencias, ya que la percepción  general ha descendido nueves puntos porcentuales. 
   Esta caída es progresiva a nivel nacional en los dos últimos  años, con un descenso total de 15 puntos porcentuales desde 2010. Cada  vez hay menos gente dispuesta a tener una relación sentimental con un  compañero de trabajo, y es que, en algunas empresas, la mezcla entre la  esfera personal y la profesional todavía se sigue viendo con cierto  recelo, según se desprende de la encuesta.
   De hecho, actualmente en el país esta situación no se  encuentra regulada por ley, al contrario que en otros países como  Estados Unidos, y generalmente sólo se encuentran sentencias judiciales  que abogan por el derecho a la intimidad o por la resolución de  problemas en materia de conflictos de intereses en las empresas. 
   Un dato que refuerza esta encuesta son los datos que publicó  hace unos años el Comité de Asuntos Nacionales de Estados Unidos, en el  que aseguraba que de cada diez relaciones sentimentales, tres se habían  desarrollado en el centro laboral.
   Por otro lado, las mujeres (51 por ciento) se muestran más  partidarias que los hombres (49 por ciento) a la hora de entablar una  relación con un compañero de trabajo, aunque donde sí que se encuentran  diferencias es en función de la edad. 
   Los jóvenes de entre 26 y 44 años (68 por ciento) son los que  más entusiasmados se declaran a la hora de encontrar el amor en la  oficina, mientras que los profesionales de mediana edad presentan un  porcentaje del 23 por ciento. En el lado contrario los mayores de 45  años (9%) se muestran como los menos partidarios de mantener una  relación sentimental con un compañero de trabajo.
   El nivel de formación también sugiere cambios a nivel nacional  a la hora de tomar una decisión de estas características. A mayor nivel  de estudios (12 por ciento), menor es la intención de tener una  relación de estas características en el trabajo, mientas que los  profesionales que presentan un nivel formativo bajo se sitúan en el 33  por ciento y los que tienen Bachillerato o Formación Profesional  representan un 55 por ciento.
        En definitiva, la encuesta elaborada por Randstad muestra el  perfil de la persona dispuesta a tener una relación sentimental en el  trabajo y se trata de una mujer, de entre 26 y 44 años y con una  formación educativa de nivel medio.
