lunes, 30 de abril de 2018

La crisis y las prohibiciones reducen a su mínimo histórico los festejos taurinos en España

MADRID.- Los festejos taurinos que se celebran en España caen un 60% desde el año 2007. Diez provincias han dejado de celebrarlos. El 9,5% de los españoles declara haber ido a los toros: el 40% dice no tener ningún interés en la materia y un 20%, que no entiende la fiesta.

¿Qué tienen en común Gerona, Lérida, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Tarragona y Ceuta? Ninguna de estas provincias celebra festejo taurino alguno. Al menos no lo hacen desde el año 2011, cuando el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte comenzó a elaborar las estadísticas de asuntos taurinos con datos desagregados a nivel provincial. A este listado se sumaron un año más tarde, en 2012, Barcelona y Orense. Y en 2016, el último del que se ofrecen datos oficiales, tampoco se organizaron eventos relacionados con la tauromaquia ni en La Coruña ni en Lugo.

En total son una decena las provincias que han dicho adiós a este tipo de festejos en los últimos siete años. Ni ha habido corridas de toros o corridas mixtas con rejones, ni becerradas, ni festivales (lidia de reses despuntadas), ni novilladas, ni rejoneo, ni toreo cómico, ni festejos mixtos (espectáculos que incluyen al menos dos de los mencionados anteriormente). Estas son todas las categorías que contempla la estadística estatal y en todas ellas, para las provincias citadas, el dato es el mismo: cero.

La despedida a la tauromaquia en estos puntos geográficos, sumado al descenso generalizado de los espectáculos taurinos en el resto del país, ha provocado una caída de más del 60% de los festejos taurinos desde el 2007. En aquel año se celebraron 3.651 y en 2016 bajaron hasta los 1.598.

Esto supone que, mientras en el año 2007 tuvieron lugar más de 10 festejos taurinos al día, en 2016 solo fueron cuatro. La mayoría, 386, fueron corridas de toros; seguidas de novilladas sin picadores (262), festivales (215) y novilladas con picadores (200).

El secretario de la asociación Unión de Toreros (UT), Iñigo Fraile, achaca el descenso a la crisis económica. En este sentido, aclara que "el descenso se debe, principalmente a que se celebran menos festejos fuera de feria, que eran mucho más numerosos en épocas de bonanza".

De las 52 provincias que existen en España, diez han roto su relación con la tauromaquia. De las 42 restantes, dos son las que concentra la mayor parte de los festejos taurinos: Madrid con 251 y Toledo con 128. Entre ambas representan el 24% del total de espectáculos taurinos celebrados en España. 

Junto a Salamanca (92), Ávila (82) y Cuenca (79) aglutinan casi el 80% de todos los festejos del país. Castilla La Mancha y Castilla y León se posicionan como las dos comunidades autónomas en las que más eventos de este tipo se celebran. A nivel autonómico les siguen Andalucía, Madrid y Extremadura. La distribución se ha mantenido inalterable desde que existen estadísticas oficiales.

En plena caída de los festejos taurinos, el Gobierno aprobó la Ley para la regulación de la tauromaquia como patrimonio cultural en el año 2013. Sin embargo, en el preámbulo del propio texto legislativo se matiza el apoyo social a la decisión estatal en los siguientes términos: "La sociedad española es muy diversa y dentro de esa diversidad encontramos grandes aficionados y a su vez muchos ciudadanos que han manifestado su preocupación por el trato que reciben los animales durante los espectáculos taurinos".

Uno de los efectos inmediatos que tuvo la entrada en vigor de esta norma fue la inclusión de los festejos taurino en las encuestas de hábitos y prácticas culturales en España, que realiza cada cuatro años el Ministerio de Educación Cultura y Deporte. La primera, y hasta el momento única, en la que aparece esta materia corresponde a la serie 2014-2015 (en noviembre se publicará la nueva). 

En ella se constata el escaso público que respalda estos eventos, pues solo el 9,5% de los encuestados dijeron haber acudido a un espectáculo taurino en el último año. Para Fraile no se trata, ni mucho menos, de un dato preocupante. "Creo que es un porcentaje positivo tratándose de una actividad de ocio y teniendo en cuenta que son estas actividades las que primero se reducen en épocas de crisis", comenta.

En la encuesta también llama la atención que 2 de cada 10 personas que sí presenciaron un espectáculo de este tipo reconocieron haberlo hecho con entrada gratuita. Una información a la que el secretario de UT no da mucha credibilidad.

Frente al 9,5% que sí asistió a festejos taurinos, hay un 90,5% que no lo hizo. Entre los motivos que exponen para no hacerlo, el 40% adujo no tener interés alguno en la materia y el 20% que, directamente, no lo entendía.

El apoyo gubernamental es una de los argumentos que explican el crecimiento del número de escuelas taurinas y de profesionales mientras se produce un descenso generalizado de los festejos en todo el país. En el caso de las escuelas se percibe un notable incremento a partir del año 2013, cuando se aprueba la Ley para la regulación de la tauromaquia como patrimonio cultural y el Plan PENTAURO que incluye, entre otras medidas, apoyar la capacitación de profesionales taurinos. 

Una causalidad que admite Iñigo Fraile, secretario de la asociación Unión de Toreros (UT), quien añade otro motivo: "Ha habido un fomento de las escuelas taurinas, pero creo que el aumento también se debe vincular a la organización de clases prácticas. Resultan más baratas de organizar que un festejo en sí mismo en el que puedan practicar y enfrentarse a un escenario real los jóvenes que se inician".

El negocio bancario en España sería una ruina sin comisiones

MADRID.- Los cinco grandes bancos es­pañoles ga­naron 1.923 mi­llones de euros por su ne­gocio ban­cario en España du­rante el primer tri­mestre de este año. Sin los 2.265 mi­llones de co­mi­siones netas que re­cau­daron de sus clien­tes, ha­brían te­nido que dar pér­di­das. La caída de los már­genes de in­tere­ses, por los bajos ti­pos, se com­pensa con un peso cada vez mayor de las co­mi­siones que co­bran por co­mer­cia­lizar pro­ductos no ban­ca­rios, ya que las pro­ce­dentes de ser­vi­cios si­guen ba­jando por la com­pe­tencia entre en­ti­da­des, según recoge hoy Capitalmadrid

Que 28 de cada 100 euros de margen bruto obtenido en España por los cinco grandes bancos (Santander, CaixaBank, BBVA, Bankia y Sabadell) provenga ya de las comisiones, supone, ni más ni menos, que el negocio bancario clásico sigue tocado. Pero es que aún hay más. Si se desgaja la cuenta de ingresos se ve cómo por cada 100 euros de margen de intereses, estas entidades recaudan otros 52 por comisiones. Y esto es lo que provoca que sin esta partida los bancos estarían en pérdidas.
Pero para lograr todo esto sin que los clientes se enfaden y cambien de banco, las entidades financieras han ideado sistemas de lo más variopinto para cobrar comisiones y mantener a salvo la cuota de mercado. El que mejor les ha salido ha sido el de mantener fuera del balance los productos que más rentables son por la vía de las comisiones, lo que infla la recaudación sin dañar la relación con la clientela. ¿Cómo se consigue esto? Pues comercializando fondos de inversión, fondos de pensiones y gestión de carteras o sociedades Sicav. Ninguna de estas cosas es negocio bancario, pero los bancos se las ofrecen a los clientes para asegurarse el nivel de ingresos.
Entre los cinco grandes bancos, al finalizar el primer trimestre de este año manejaban 1,2 billones de euros de recursos de clientes. De ellos, 872.536 millones de euros eran recursos que podrían denominarse bancarios (cuentas corrientes y depósitos a plazo, fundamentalmente) y los 318.824 millones restantes estaban fuera de los balances. Aunque aquí también hay distintas formas de contabilizar las cosas, ya que, por ejemplo, CaixaBank considera recursos de clientes dentro de balance los pasivos por contratos de seguro, mientras que el Santander hace lo propio con los fondos de inversión.
En cualquier caso, y para unificar las cuentas evitando distorsiones, si consideramos como recursos de la clientela puramente bancarios la cuenta de depósitos, se ve cómo la entidad que gana por goleada en la búsqueda de productos que le den comisiones es CaixaBank, que tiene el 34% de los recursos totales de clientes fuera de balance. Le sigue el Sabadell, con el 32%, y a continuación se sitúan Santander y BBVA (27%). Cierra la lista Bankia con un 18%. La media de estos cinco grandes es del 28%.
En cuanto a lo que suponen las comisiones sobre el margen bruto, y siempre según las cuentas oficiales del negocio bancario en España de estas entidades a 31 de marzo último, quien gana aquí es el Santander, que por cada 100 euros de margen bruto, un total de 33 proceden del cobro de comisiones. Le siguen CaixaBank y Bankia (28% en ambos casos), y cierran la lista BBVA y Sabadell, con un 26% y un 25%, respectivamente. La media de los cinco grandes es, como en el caso de los recursos fuera de balance, del 28%.
El caso del Santander, sin embargo, es algo especial. Según señalan fuentes del sector a Capitalmadrid, la introducción de la Cuenta 1,2,3 en su negocio de depósitos, ha modificado la estructura de ingresos. Esta cuenta cobra unas comisiones fijas de mantenimiento a todos los clientes, aunque después estos pueden compensarlas a través de ingresos por intereses, dependiendo del saldo medio que mantengan en ella. Esa estrategia comercial asegura el cobro de comisiones que con el tiempo va compensando la caída inicial que se produce en el margen de intereses cuando se implanta la cuenta y los clientes migran hacia ella.
Regresando a las cifras globales, los bancos no suelen desglosar de dónde proceden las comisiones que se apuntan en sus cuentas de resultados. La entidad que más pormenores ofrece es CaixaBank, pero tampoco en este caso se puede ver el grado de detalle que aclare cuánta parte de estos ingresos proceden de productos de dentro y fuera de balance. O para ser más exactos, qué parte viene del negocio bancario puro y duro. Sin embargo, el Banco de España sí tiene los datos, extraídos de las cuentas que supervisa, y que llevan mucho más grado de detalle.
La última estadística oficial de la autoridad supervisora española a estos efectos es la del 31 de diciembre de 2017. Según sus datos, y con cifras medias del año 2017, el 37,8% de los ingresos por comisiones de la banca española en su conjunto procedían de comercializaciones de productos. La cifra es 7 puntos superior al 31,7% que recaudaron las comisiones por servicios bancarios en el conjunto del año pasado, y se encuentra a años luz del 7,3% que supusieron las de gestión de acciones en Bolsa. El resto de las comisiones (23,2%) provienen de gestión, depósitos y mantenimiento de activos de clientes, fundamentalmente.
Las fuentes consultadas por Capitalmadrid afirman, a este respecto, que la entrada de España en el euro supuso un antes y un después en el negocio bancario. “Los tipos de interés en mínimos históricos -señalan- han provocado cambios profundos en la estructura de ingresos de las entidades financieras, que ven cómo es imposible aumentar el margen entre lo que se cobra por los créditos y lo que se paga por los depósitos, que es de lo que vive el margen de intereses”. De esta manera, el cobro de comisiones, no sólo se ha convertido en algo fundamental, sino que también ha sufrido una evolución profunda.
Una vez más, los datos son los que más luz pueden arrojar sobre estos cambios. En el año 2000, con el euro recién estrenado como moneda de curso legal, los ingresos por servicios bancarios suponían el 52,7% de las comisiones cobradas (21 puntos más que ahora), mientras que las comercializaciones de productos se quedaban en el 24% (casi 14 puntos menos que ahora).
Las comisiones por operar en Bolsa en nombre de los clientes suponían el 15,2% de las comisiones totales cobradas (algo más del doble que ahora) y el resto era infinitamente menor, ya que se quedaba en un exiguo 8% frente al 23,2% actual. Puede comprobarse, pues, cómo el cambio de las circunstancias del negocio bancario ha variado también notablemente de dónde viene el dinero que los bancos cobran por comisiones.

Los (pocos) casos en los que el autónomo sí puede prejubilarse

MADRID.- La jubilación anticipada para los trabajadores por cuenta propia también existe, aunque no es muy común. En este artículo de Cinco Días se explica cuáles son los casos en los que un autónomo puede prejubilarse.

Según explica la empresa Plus Ultra Seguros la primera condición que hay que cumplir para poder realizar esta gestión es ser “mutualista”. Además de cumplir una serie de requisitos comunes
  • Pueden solicitarlo dos años antes de la edad que reglamentariamente sea de aplicación, que actualmente es de 65 años y 6 meses. No obstante, en unos años la edad de jubilación se fijará en los 67 años, por lo que los autónomos podrían prejubilarse a los 65.
  • Estos profesionales por cuenta propia deberán acreditar un periodo de cotización efectiva de, al menos, 35 años; siendo dos de ellos correspondientes al periodo de 15 años inmediatamente anteriores a la solicitud o al momento de cese.
Una vez se aceptada la jubilación anticipada, estos autónomos experimentarán una reducción en la cuantía a percibir que va del 2% por trimestre para quienes hayan cotizado menos de 38 años y 6 meses hasta el 1,625% por trimestre para aquellos que hayan cotizado más de 44 años y medio.
Eso sí, según explica la empresa anteriormente citada hay excepciones en lo que respecta al periodo de cotización de algunos colectivos, como son los del sector agrario o los autónomos contratados a tiempo parcial.
También podrán acogerse quienes se hallen en uno de estos dos grupos, ambos con una edad de 60 años.
  • Profesionales que se acogieron al Régimen Especial de la Minería del Carbón a día 1 de abril de 1969 y cotizasen a alguna de las Mutualidades Laborales del Carbón a día de 31 de enero de 1969 o con anterioridad.
  • Quienes estuvieran en el campo de aplicación del Régimen Especial de los Trabajadores del Mar a día de 1 de agosto de 1970.

Los jóvenes y las clases medias vuelven a adquirir viviendas


BARCELONA.- La recuperación económica y las subidas de los precios inmobiliarios han disparado el interés de los españoles por cambiar de vivienda: un 37% se plantea mudarse a corto o medio plazo, para emanciparse, para pasar del alquiler a la propiedad o para buscar una vivienda mejor o más grande, según publica hoy La Vanguardia

Sin embargo, según un estudio sobre la demanda de vivienda realizado por la inmobiliaria Casaktua, lo más destacado es la vuelta de las clases medias y de los más jóvenes a la compra de vivienda: el presupuesto de los nuevos compradores ha bajado un 7%, hasta los 172.000 euros, en el conjunto del estado, y aún más, un 22%, en Catalunya, donde ahora el presupuesto de quienes buscan vivienda es de 185.000 euros, frente a los 237.000 euros del año pasado.
“Es una buena noticia: en los ­últimos años los compradores han sido familias de alto poder adqui­sitivo, que buscaban una vivienda de mejora, o inversores, mientras que ahora la percepción de que la economía va mejor ha hecho llegar a nuevos compradores, con pre­supuestos más bajos”, señala Chus de Miguel, directora de inmuebles de Casaktua. 
Además, destaca, “la mitad de quienes buscan vivienda han empezado a hacerlo este año y sólo un 22% lleva más de un año buscando”.
Casaktua destaca que frente a los años anteriores se ha producido un giro de las preferencias de quienes buscan vivienda a favor de la compra. “Parecía que había habido un cambio de mentalidad a favor del alquiler, pero realmente la cultura de la compra es muy fuerte, y ha sido impulsada por años de ayudas fiscales. Además, el parque de pisos en alquiler es de mala calidad y los pisos buenos suelen ser caro”, añade.
El motivo decisivo en el cambio de preferencia hacia el alquiler, sin embargo, es que con las últimas subidas las rentas en Madrid y Barcelona se han superado ya los precios de 2008, por lo que la cuota de una hipoteca media es más baja que un alquiler: según Casaktua, el alquiler medio en España es de 469 euros mensuales, mientras que una hipoteca media es de solo 442 euros, un 6% inferior. 
En Catalunya, sin embargo, la diferencia llega al 18% a favor de la hipoteca: cuesta de media 491 euros frente a una renta media de 581 euros. Además, el 22% de los inquilinos de Catalunya señalan que les han subido la renta. “El 73% de los encuestados considera ahora que comprar es mejor que alquilar”, señala de Miguel.
La entrada, sin embargo, es el gran freno en estos momentos en el acceso a la propiedad: el 58% de quienes buscan una vivienda en alquiler reconoce que lo hace por motivos económicos. “Las entidades financieras están más abiertas a dar hipotecas, pero muy raramente superan el 80% del valor de tasación, y eso con avales, con muchos avales”, señala de Miguel. 
A su juicio ahora “sólo es posible conseguir una hipoteca por el 100% si el piso es del banco”. Sin embargo, el 44% de quienes buscan comprar una vivienda tienen menos de 30.000 euros de ahorro, y otro 21% entre 30.000 y 60.000 euros. “Existe una brecha entre los ahorros acumulados y la cantidad que se necesita para dar una entrada”, reconoce de Miguel.
En el otro extremo, sigue siendo fuerte el deseo de los particulares de comprar vivienda como in­versión (un 10% de quienes buscan comprar lo hará por este motivo). El perfil de estos inversores es tra­bajadores por cuenta ajena, de entre 45 y 54 años y con unos ingresos familiares de entre 3.000 y 4.500 euros mensuales. 
Estos inversores, señala Casaktua, tienen entre 100.000 y 150.000 euros de ahorro disponible y buscan viviendas de hasta 150.000 euros, para no haber de endeudarse. Su principal propósito es alquilar la vivienda (33%) aunque un 14% busca ponerla en alquiler turístico y otro 12% espera reformarla y revenderla.
Tener una vivienda no requiere sólo pagar la hipoteca o el alquiler: los gastos de suministros y similares suponen para los propietarios una carga media de 371 euros mensuales, y algo menos (286 euros) para los inquilinos.
Según el estudio realizado por Casaktua, los propietarios españoles gastan al mes de media 104 euros en energía (gas y electricidad), 41 en agua y basuras, 66 en gastos de comunidad, 72 en telecomunicaciones, 20 en el seguro del hogar, 30 en el IBI y 36 en pequeñas reparaciones y mantenimiento. 
Para los inquilinos la factura es inferior, porque en general sus viviendas son más pequeñas y porque no tiene que pagar el seguro ni el IBI. En grandes capitales como Barcelona estos gastos son aún mayores: el seguro es más caro para viviendas más caras, y el IBI y las tasas de basura son también más altas.

El tercer consejero con más acciones de Sabadell se refuerza en el banco

MADRID.- José Ramón Sufrategui es uno de los consejeros de la banca española más activos en Bolsa, uno de los que más se suelen mover en plena temporada de resultados o cuándo Banco Sabadell experimenta movimientos bruscos en Bolsa.

Los primeros resultados trimestrales no han sido una excepción. Sufrategui ha comprado 30.000 títulos de Sabadell a un precio de 1,62 euros cada uno y se consolida como el tercer miembro del máximo órgano de administración con más acciones del banco, segun dice hoy Expansión.
Tras las últimas compras, Sufrategui ha elevado su participación hasta el 0,053% del capital. Solo Josep Oliu y José Luis Negro tienen más peso en el capital entre los consejeros de la entidad.
La nueva apuesta compradora del consejero se produjo inmediatamente después de la publicación de los resultados del primer trimestre, el pasado 26 de abril. La entidad catalana ganó 259,3 millones en el primer trimestre, un 32,7% más que el pasado año. El beneficio superó lo previsto por el mercado, que descontaba un resultado de 213 millones.
Sin embargo, el mercado hizo una lectura cauta de los números de Sabadell, ya que la mejora del beneficio de los tres primeros meses del año se sustentó principalmente en el descenso de los de los saneamientos. Por el contrario, los ingresos cayeron y los costes crecieron provocando un recorte del margen neto del 20%.
Sabadell, que acabó en rojo en las cuatro últimas sesiones de la semana pasada, despide abril en plena batalla por mantener el soporte clave de los 1,60 euros por acción. Sólo un poco más abajo, en los 1,56 euros, están los mínimos intradía marcados a lo largo de 2018.

Los bancos abaratan hipotecas pero niegan al Banco de España estar asumiendo más riesgos

MADRID.- La oferta de créditos hipotecarios da señales de dar un giro en sentido opuesto al volumen de créditos malos acumulados en los balances de los bancos y paralelo al que las entidades bancarias esperan que aplique el Banco Central Europeo (BCE) a los tipos de interés.

El Banco de España ha advertido en su último informe sobre el mercado bancario que las entidades han comenzado a relajar sus políticas de riesgo crediticio en la contratación de estos créditos. Los bancos, sin embargo, han restado importancia al aviso. «No sacrificamos rentabilidad por clientes» fue la respuesta de Banco Santander, Sabadell y Bankinter a la amonestación del supervisor bancario español, según El Mundo.
El único en admitir un giro en su política comercial fue el consejero delegado de BBVA, Carlos Torres Vila, al subrayar que su capacidad para medir sus propios riesgos es lo que les permite tener «unas ofertas comercialmente muy atractivas», atendiendo «al perfil de cada cliente». Unas palabras en clara alusión a las hipotecas al 100% que comercializa desde marzo.
El límite de riesgo, al contrario que en la época previa a la crisis, parece estar situado unánimemente en el 80% del valor de tasación. Incluso BBVA ve un error que la banca conceda hipotecas con una financiación superior al 80% del valor del inmueble. 
Y aunque el Euribor se sitúa actualmente en un -0,19%, las entidades no pueden disimular su esperanza de que la política monetaria europea se normalice en el próximo año, es decir, que los índices de referencia de sus carteras crediticias sumen al margen de intereses, su principal negocio.
De hecho, más que disimular, señalan que ya están haciendo los preparativos. Así lo indicó Torres Vila cuando reconoció que el grupo ya está variando su estrategia financiera de compra de bonos de cara a una subida de tipos.
Por su parte, Jaime Guardiola, consejero delegado de Banco Sabadell, se muestra convencido de que el BCE ya está allanando el camino y de que la Bolsa premiará generosamente el cambio de perspectivas de negocio en la banca, que ganó 4.586 millones hasta marzo.
A mediados del pasado mes de abril, BBVA dio respuesta a entidades como Bankinter o Santander, que en febrero habían rebajado el diferencial sobre el Euribor en su oferta hipotecaria a un 0,99%. La entidad, que parece decidida a recuperar terreno en el mercado español, no espera a materializar el próximo mes de septiembre su acuerdo para liberar su balance de 13.000 millones de euros y ha rebajado el diferencial hasta el 0,89%.
«No estamos dispuestos a rebajar nuestro listón de riesgo; queremos contratar hipotecas con gente que nos devuelva el crédito», ha señalado, por su parte, María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter.
Si BBVA es capaz de arrastrar al resto de bancos, se verá en las próximas semanas. A las entidades supervivientes de la crisis les ha costado 10 años, la presión constante del BCE y el Banco de España y miles de millones sanear los balances de créditos y activos heredados de la burbuja inmobiliaria. Ahora que desde 2014 se han deshecho de 100.000 millones de euros en créditos dudosos y están cerca de concluir el proceso, no les interesa subir demasiado rápido la tensión en el que es su mayor mercado crediticio.
Mientras agotan su paciencia, los bancos han encontrado el modo de esperar recurriendo a negocios alternativos, como los seguros o los fondos, o recortando los costes.
Así es como Banco Sabadell ha presentado un aumento del 32,8% en comparación con el mismo periodo del año pasado; Caixabank ha hecho lo propio disparándolos un 74% y BBVA, un 11%. Si el margen de intereses, que es el principal negocio, apenas creció un 2%, buena parte de la mejora de los resultados bancarios procedió de reducir a cerca de la mitad las dotaciones para insolvencias.
Por este motivo, todos los grandes bancos cotizados, a excepción de Bankinter, tienen previsto acelerar la venta de carteras improductivas y reducir el «problema inmobiliario» a una cuestión «inmaterial» en sus balances, según han manifestado Santander y BBVA.
Bankinter, por su parte, tiene medido al día lo que supondría un cambio de tendencia en el Euribor: una subida de un punto porcentual en los tipos de interés supondría inyectar 120 millones de euros en su margen de intereses.

Las Autonomías prevén quedarse este año con otros 2.600 millones de las herencias

MADRID.- Los gobiernos autonómicos prevén quedarse este año con más de 2.600 millones de euros de las herencias que reciban los españoles. Es la cifra de conjunto que sale de computar las previsiones de ingresos fiscales recogidas en los presupuestos autonómicos de este 2018 y recopiladas por Abc. A la cabeza se sitúa Cataluña, que aspira a desbancar a Andalucía como la región que más recauda por Sucesiones

En cifra neta, el año pasado la Generalitat catalana propinó a las herencias un mordisco fiscal de 458,71 millones de euros. Y este 2018 prevé dar una vuelta de tuerca más y elevar la recaudación por Sucesiones hasta los 483 millones de euros. Andalucía, que en 2017 lideró el «ráking» con 470 millones, este 2018 prevé recaudar algo menos de 400 millones de euros -tras las rebajas tributarias aprobadas finalmente en Andalucía para este impuesto-.
Pese al creciente rechazo social que genera este gravamen, y las movilizaciones ciudadanas que se han emprendido para exigir su supresión, durante el último año el agregado autonómico no solo no redujo la recaudación de Sucesiones sino que la aumentó. Varias regiones han optado por ir reduciemdp la presión fiscal, por aumentar las bonificaciones y exenciones tributarias sobre las herencias. Pero otras mantienen su carga impositiva, en algunos casos después de haberla incrementado en los últimos años.
El resultado de conjunto es que, en 2017, la recaudación global fue un 1% superior a la de 2016. Ascendió a 2.725,5 millones de euros. Y esto sin contar el País Vasco, cuyos tributos son gestionados por las diputaciones forales y el dato no consta en el informe de ejecución presupuestaria autonómica del Ministerio de Hacienda.

Antonio inolvidable / Luis Herrero *

Aún humeaban las ruinas del partido que había acumulado más parcelas de poder en la historia democrática de España. La corrupción había convertido la política en un campo de sal. Las empresas periodísticas, a través de redacciones partisanas subvencionadas con dinero público, habían generado la más burda y perversa instrumentalización informativa de la prensa europea. 

Jóvenes periodistas se dejaban llevar a diario al abrevadero donde se ventilaban ajustes de cuentas y batallas de poder. Proliferó una nueva raza de extraños y bufos debates televisivos que reinventaban obsesivamente la actualidad. Muchos informadores se hicieron cortesanos y los quioscos se atiborraron de propaganda.


Entre los estertores agónicos de aquel fin de ciclo, la izquierda más radical acunó el anhelo del sorpasso y la derecha emergente horadó el butrón que le daba acceso al Gobierno.

Así recuerdo la España de hace veinte años, cuando el siglo XX boqueaba su último aliento y Antonio Herrero se ahogó de repente. Ocurrió el 2 de mayo de 1998. Ahora, dos décadas después, con motivo de este doloroso aniversario, algunos amigos me han preguntado cómo estaría narrando él, si siguiera en el micrófono, la crónica de este tiempo que nos toca vivir. No hace falta imaginar la respuesta. Basta sencillamente con recordar cómo se enfrentó al desafío de su época, a la vez tan lejana y tan parecida a la actual.


Antonio fue, ante todo, un periodista valiente que jamás se puso al servicio de una causa que no estuviera dictada por su conciencia. Fue un hombre libre y luchó hasta el límite de sus fuerzas para que los demás lo fuéramos cada vez un poco más. Ese fue el proyecto, en lo personal y en lo profesional, que inspiró su vida. Y nunca lo prostituyó. 

Ni ante el halago de quienes se arrimaron a él por el confort de su sombra, ni ante la insidia de quienes se la tenían jurada desde el principio, ni ante las amenazas de quienes se la juraron nada más completar el trayecto que les condujo a la Moncloa. Tenía tanta hambre de libertad y de independencia que toda ración le parecía pequeña. Por eso combatió siempre en el límite mismo del exceso. En lo bueno y en lo menos bueno, pero sobre todo en lo bueno: en la entrega, en la pasión, en el ideal y en la lealtad a su jerarquía de valores.


No se rindió nunca. Ni siquiera en los instantes terribles de su último forcejeo, cuando todo el soplo de vida que cabía en sus pulmones se anegó de agua mientras buceaba en el mar de Marbella. Diga lo que diga la ciencia forense, estoy convencido de que la úlcera sangrante no fue la causa de aquel accidente, sino la consecuencia de la última batalla por sobrevivir. 

Antonio debió aferrarse a la vida con tanta ansiedad, incluso en el lance de la muerte, que a su cuerpo de luchador infatigable se le descosieron las costuras de las entrañas. Y ahí se acabó todo. Creo firmemente que murió tal y como había vivido: tratando de asomarse a la superficie, de ganar altura, de levantar la cabeza por encima de la adversidad en busca de bocanadas de aire que le permitieran vivir a chorros, con aquella intensidad exagerada que no he encontrado, ni antes ni después, en ningún otro ser humano.

Le echo de menos todos los días de mi vida, por mucho que su recuerdo me devuelva siempre a la exigencia de la lucha. He nacido con la innata inclinación a escurrirme del lío. Por eso era Antonio, a la vez, amigo y complementario. Nunca dejó que mi vocación por el sosiego se saliera con la suya. Cuando le miraba de reojo, honradamente convencido de que ya habíamos llegado al final de la carrera, me arrancaba con el gesto -y con el ejemplo- una zancada más. Y luego otra. Y otra después de la última. Tanto fue así que viví los últimos años a su lado con la permanente sensación de estar siempre en tiempo de prórroga. A su lado aprendí que el combate no acaba nunca.


Hace veinte años se nos prometió que el triunfo electoral del PP, cimentado sobre las cenizas de la corrupción del felipismo, traería un nuevo orden -principios y regeneración democrática- a la vida política española. Pocas cosas duelen más, a la luz del legado de Rajoy, que aquel amargo recuerdo. Los nuevos gobernantes también nos dijeron que serían capaces de aceptar con naturalidad un combate limpio entre las dos pes que más veces han acabado a tortas en la historia: política y periodismo. 

Demasiado bonito para ser verdad. No podía serlo. Ni siquiera me dio tiempo a decirle a Antonio -lo supe la noche antes de su muerte- que el instinto liberticida de los recién llegados había puesto precio a su cabeza. Pero no hacía falta. Él lo supo antes que nadie. Por eso murió cargado de juventud, apretando en el puño lo que fue su asignatura más querida: la dignidad.


Aquella tarde del 2 de mayo no tuvo suficiente aire en los pulmones para resistir, pero entregó su voz como una espada limpia y desnuda. Durante 25 años su voz insobornable estuvo en la calle, en las ondas, en el monte, en los quirófanos, en los desfiles, en las guerras, en los goles, en las matanzas y en la vida. Sobre todo en la vida. Así le recordaré mientras viva, aunque su recuerdo me devuelva a la fatigosa convicción de que nunca hay paz para los guerreros.


(*) Periodista