ZARAGOZA.-  El presidente de la Asociación de Clientes 
Financieros (ACF), José Ignacio Martín, ha denunciado ante el Banco de 
España la actuación de los gestores de Bankia, entidad bancaria 
intervenida por el Gobierno de España, y le ha solicitado que denuncie 
el caso ante la Fiscalía y abra a los miembros del Consejo de 
Administración de Bankia un expediente sancionador.
   Martín ha registrado la demanda en la Delegación del Gobierno de 
Aragón este viernes. En su escrito solicita al organismo regulador que 
abra una investigación y que se proceda a inhabilitar "de modo 
permamente" a los gestores de Bankia y al embargo de todos sus bienes.
   ACF entiende que la entidad bancaria ha cometido una infracción de
 la legislación sobre disciplina de las entidades de crédito. Según 
Martín, "la actuación presuntamente irregular" en los últimos años de 
los directivos de Bankia y el Banco Financiero de Ahorros (BFA), al 
igual que la de los directivos de las entidades de ahorro que dieron 
lugar a la creación de las dos primeras corporaciones han causado a los 
impositores, los accionistas y los empleados un perjuicio económico "de 
proporciones gigantescas".
   La demanda formulada ante el Banco España indica que el 
expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, y el resto de directivos 
cometieron infracciones de carácter muy grave al vulnerar el deber de 
veracidad y por no poner en marcha los mecanismos internos de control.
   José Ignacio Martín también ha formulado la demanda ante la 
Fiscalía Anticorrupción y la Fiscalía General del Estado. En ella, el 
presidente de ACF ha puesto en cuestión el principio de autorregulación 
de las entidades bancarias y ha señalado al respecto que todos los 
movimientos realizados por la banca española en este sentido no han 
conseguido los objetivos de regenerar el crédito y la capacidad de 
atraer inversiones fuertes.   
   La Asociación de Clientes Financieros menciona en su escrito 
varios tipos delictivos, el primero de ellos el delito societario, cuyos
 sujetos activos son los administradores de hecho o de derecho y los 
socios de una sociedad constituida, sin que les eximan de su presunta 
responsabilidad las instrucciones recibidas.
   También recoge el delito de administración desleal o fraudulenta, 
es decir, el abuso de las funciones propias del cargo. Igual que en el 
anterior caso son responsables los administradores y los supuestos en 
que se aplica son la concesión de créditos a sociedades insolventes y en
 las que los administradores tienen una importante participación, así 
como el trato de privilegio con los créditos vencidos y no pagados, 
gestionar una empresa filial de otra sociedad causando a la primera 
perjuicios irreparables y la percepción de retribuciones o beneficios no
 autorizados. 
   Otro caso es la utilización de fondos de una empresa para atender 
gastos personales y la adquisición de bienes a precios revalorizados 
para beneficiar al vendedor o pagar por supuestos servicios 
profesionales que no han sido prestados.
   El delito de administración desleal o fraudulenta conlleva una 
responsabilidad civil, lo que supone que exista un daño atribuible a un 
responsable. La responsabilidad civil comprende la restitución, la 
reparación del daño y la indemnización de perjuicios materiales y 
morales.
   Se está produciendo un proceso de saneamiento de las entidades 
bancarias que, salvo en España, consiste en trasladar las pérdidas a los
 Gobiernos, lo que repercute en los contribuyentes, expresa el texto de 
la demanda.
   En España se está llevando a cabo un proceso de fusión de cajas de
 ahorro que incluye la intervención del Banco de España en entidades 
infracapitalizadas o en situaciones de insolvencia no detectadas, aunque
 en el caso de Bankia y BFA es el Gobierno de España el que "ha asumido 
el timón". 
   José Ignacio Martín señala que para ocultar "situaciones 
problemáticas" se han utilizado instrumentos como las refinanciaciones 
de operaciones inviables o la sobrevaloración de los bienes recibidos en
 pago de deuda de las acciones canjeadas por créditos, de tal forma que 
los créditos impagados no se contabilizan como morosos. 
   Se debe tener en cuenta el "infraprovisionamiento" a la hora de 
evaluar la solvencia real de las entidades, porque podría darse el caso 
de una "ocultación contable de una descapitalización real", de tal forma
 que "el papel ético de los gestores es fundamental".
   Tanto las entidades como el Estado han puesto en marcha mecanismos
 de liquidez y ahora el debate se centra en activar mecanismos de 
capitalización y cambiar la gestión de las entidades, "para lo que debe 
existir voluntad política".
   José Ignacio Martín señala en la demanda que "se ha visto clara la
 resistencia a abandonar el cargo" por parte de los directivos de 
entidades infracapitalizadas. Martín exige una investigación profunda de
 la situación real de las entidades.
   El presidente de ACF prevé que suba la prima de riesgo suba. El 
crédito no fluye todavía en el sistema financiero porque las antiguas 
cajas de ahorros necesitan inyecciones de capital fijo, ha apuntado en 
su escrito.
   Para valorar los activos de las cajas e identificar la necesidad 
de provisiones específicas de las entidades será necesaria una 
supervisión "in situ" de la salud de las mismas, indica el texto. Dar un
 poder mayor a los inspectores del Banco de España "permitiría acometer 
los cambios desde la profesionalidad que les caracteriza".
   ACF resalta la "preocupación" de los clientes de los bancos y en 
su nombre, "ante el evidente descalabro financiero que surge a partir de
 una errónea gestión en la mayoría de los casos", se suma a las voces 
que reclaman una actuación decidida de los poderes públicos. Exigen que 
se aplique el Código Penal "y depurar responsabilidades".
   Martín reclama una enérgica posición de los poderes públicos "en 
defensa de la restauración de la legalidad vigente", que ha sido 
"conculcada y manifiestamente vulnerada" por varias entidades 
financieras, lo que ha provocado "una auténtica alarma social". 
   La asociación lamenta en su escrito que "no hay ningún ejecutivo 
financiero ni de bancos, ni de cajas de ahorros, o de otras entidades de
 intermediación, que hayan sido sentados ante un Tribunal de Justicia, 
durante todos estos años, hasta fechas muy recientes".
   "La sensación de estafa a los clientes cada día es mayor" a causa 
de "una actividad delictiva llevada a cabo por diversas entidades, que 
han provocado la falta de crédito a familias y empresas, y sin embargo 
se mantienen cuantiosos contratos blindados, y remuneraciones 
multimillonarias, a parte de una innumerable lista de privilegios 
concedidos a amigos y círculos de clientes preferentes. Toda esa 
remuneración debe ser inmediatamente suspendida".
