MADRID.- El 20 por ciento de los inmigrantes madrileños
proviene de otros regiones españolas, mientras que el 37 por ciento
planea regresar a su país y el 5 por ciento mudarse a otro distinto a
España.
Así se desprende de la Encuesta Regional de Inmigración (ERI)
2012 elaborada por el Ejecutivo autonómico presentada este martes por el
consejero de Asuntos Sociales, Salvador Victoria, que considera que la
Comunidad de Madrid "se ha convertido en una región refugio" en tiempos
de crisis para muchos inmigrantes.
La encuesta ha sido realizada por el Observatorio de
Inmigración Centro de Estudios y Datos de la Consejería a casi 3.000
extranjeros de las diez nacionalidades mayoritarias en la región (como
la rumana, ecuatoriana, marroquí y colombiana), y de la población
subsahariana. "Se trata de la encuesta más exhaustiva que tenemos en la
actualidad sobre la integración de la población extranjera de la
región", ha apuntado Victoria.
Así, ha destacado que cada vez más inmigrantes llegan a Madrid
procedentes de otras regiones españolas, siete puntos más que en 2009.
La mayoría vienen de Andalucía (más del 19 por ciento), seguida de
Castilla y León, Cataluña y la Comunidad Valenciana. Menos del 3 por
ciento vienen de Galicia, Asturias, País Vasco, La Rioja y Navarra.
En otro punto, el 38,67 por ciento de los extranjeros
residentes en la región quiere permanecer en España, el 18,75 no lo sabe
todavía, el 5,35 por ciento quiere mudarse a otro país --especialmente a
Alemania, Inglaterra y Francia-- y el 37,23 por ciento tienen la
intención de regresar a su patria. De estos últimos, el 16 por ciento
asegura que lo hará en breve, el 61 por ciento se marchará en unos años y
el 21 por ciento al jubilarse.
Los ecuatoriano los que más manifiestan la posibilidad de
regresar a su país natal, con un 49 por ciento de respuestas afirmativas
de los encuestados. Le siguen los bolivianos (47 por ciento), los
paraguayos (44 por ciento), peruanos (40 por ciento), dominicanos y
rumanos (38 por ciento) y los subsaharianos (36 por ciento). En cambio,
los que menos quieren irse de España son los búlgaros y marroquíes (21
por ciento).
En este ámbito, el consejero ha indicado que el estudio
concluye que la situación laboral no influye en las previsiones que
hacen los inmigrantes sobre su permanencia en España o su regreso al
país de origen, ya que el 35,52 por ciento de los desempleados quieren
volver a su patria, frente al 34 por ciento de los trabajadores o el 40
por ciento de los autónomos. En cambio, sólo el 23 por ciento de los que
estudian quieren volver a su país y el 25 por ciento se decantan por
mudarse a otro distinto.
De los entrevistados, el 37 por ciento vino a España entre
2001 y 2005, el 35 por ciento entre 2006 y 2010, el 18 por ciento entre
1996 y 2000 y sólo el 2,71 por ciento en el último año. Los que más
tienen llevan en España son los ecuatorianos, los marroquíes, los
subsaharianos, los peruanos, los dominicanos y los colombianos y los que
llegaron más recientemente son los paraguayos, los bolivianos, los
rumanos y los búlgaros.
Asimismo, son cada vez más poseen también la nacionalidad
española, con la que cuentan ya el 15,36 por ciento de los entrevistados
y al 77 por ciento le gustaría tenerla lo que refleja, en palabras del
consejero, que el buen nivel de integración de los inmigrantes
madrileños.
En lo referente a su estado civil, seis de cada diez
ciudadanos extranjeros tienen pareja actualmente. El 43,95 por ciento
está casado y el 16,08 por ciento tiene pareja de hecho. El 31 por
ciento está soltero, el 7 pro ciento divorciado o separado y sólo el 1
por ciento viudo.
Respecto a las parejas de los encuestados, sólo el 5,71 por
ciento son españolas. En el caso de los chinos, el 99 por ciento de
ellos tienen parejas de la misma nacionalidad, al igual que el 95 por
ciento de los marroquíes, el 92 por ciento de los rumanos, el 90 por
ciento de los ecuatorianos, el 86 por ciento de los bolivianos y
búlgaros, el 82 de los peruanos y el 85 por ciento los búlgaros.
Por el contrario, el 18 por ciento de los subsaharianos tiene
pareja española y el 6,15 de otros nacionalidad. Además, el 14 por
ciento de los colombianos tiene pareja española y el 18 por ciento de
otro país distinto al suyo. El 12 por ciento de los paraguayos
residentes en Madrid está saliendo con una persona española, el 22 por
ciento de otro país y el 65 por ciento de su misma nacionalidad.
Por otro lado, la encuesta revela que el 63,77 por ciento
tienen hijos, casi 14 puntos más que en 2009 donde sólo la mitad
manifestaron tener alguno. Además, tienen más descendientes que los
españoles. Así, la media de hijos por mujer española es de 1,33 hijos
frente a los 1,61 de las inmigrantes.
En este sentido, el 40 por ciento de los extranjeros
residentes en Madrid tiene sólo un hijo, el 36 por ciento dos hijos, el
14,41 por ciento tres hijos, el 4,87 por ciento cuatro hijos y el 4.35
por ciento cinco hijos o más.
La natalidad ha aumentado en este colectivo, ya que la
encuesta de hace tres años revelaba que las familias inmigrantes con
sólo un hijo eran el 42 por ciento; las que tenían dos, el 36 por
ciento; las que tenían tres, el 16 por ciento, las que tenía 4, el 6,63
por ciento y las que tenían cinco hijos o más, el 2 por ciento.
Por nacionalidades, los búlgaros son los que tienen menos
descendencia. El 51 por ciento tiene sólo un hijo y el 44 por ciento dos
hijos. Le siguen los rumanos, con el 48 por ciento con hijo único y el
38 por ciento con dos hijos; y los paraguayos, uruguayos y colombianos,
que el 43 por ciento tiene sólo un hijo. En cuanto a los chinos, el
42,86 por ciento tiene sólo un hijo, el 41,84 por ciento tiene dos, el
12 por ciento tres y el resto más de tres.
El colectivo de inmigrantes con más prole es el de los
marroquíes, ya que el 33 por ciento tiene dos hijos, el 26 por ciento un
hijo, el 22,4 por ciento tres hijos, el 7 por ciento cuatro hijos y el 9
por ciento cinco hijos o más. Le siguen los dominicanos, ya que el 25
por ciento tiene dos hijos, el 22 tiene tres hijos, el 30 por ciento
tiene un hijo, el 10 por ciento cuatro hijos y el 12 por ciento cinco
hijos o más.
Los ecuatorianos residentes en Madrid también tienen una
natalidad muy elevada. Así, el 37 por ciento tiene dos hijos, el 16 por
ciento tres hijos, el 30 por ciento uno, el 7 por ciento cuatro, y el 8
por ciento cinco hijos o más. En esta lista le siguen los subsaharianos,
bolivianos y peruanos.
Casi un tercio de los hijos de los encuestados estaba
estudiando Primaria en el momento de realizarse la encuesta, el 25 por
ciento estaba en Infantil, el 22,52 por ciento en Secundaria, el 13 por
ciento en bachillerato y el 5 por ciento restante en estudios
superiores.
Sin embargo, los abuelos de esos niños cada vez se van más de
España. Así, el 88 por ciento de los inmigrantes no cuenta con su padre
aquí y el 81 por ciento no cuenta con su madre, frente al 77 y el 75 por
ciento de hace tres años.
Sólo el 5 por ciento de los inmigrantes chinos
residente en la región madrileña está en paro, frente a más de la mita
de los marroquíes y subsaharianos y más del 40 por ciento de los
búlgaros y ecuatorianos.
La ERI, realizada en el primer trimestre de este año a inmigrantes
de entre 16 y 64 años que residen en diversas localidades de la región,
señala que el 56 por ciento de los inmigrantes cuenta con empleo, el
34,63 por ciento está en el paro y el 4 por ciento estudia.
En lo referente a dicho ámbito por sexos, se observa que la
situación de las mujeres es más favorable. El 62 por ciento de las
mujeres encuestadas trabaja frente al 49,49 de los hombres. Asimismo, la
tasa de paro es quince puntos inferior en el caso de las mujeres.
Los entrevistados marroquíes, subsaharianos, búlgaros y
ecuatorianos son los que presentan una mayor tasa de paro. De hecho, el
55 por ciento de los inmigrantes marroquíes en Madrid no trabaja, el 52
por ciento de los subsaharianos, el 40 por ciento de los búlgaros y
ecuatorianos, el 37 por ciento de los dominicanos, el 36 de los
peruanos, el 35 por ciento de los rumanos y el 26 por ciento de los
colombianos, todos por encima de la media del paro de los españoles.
En cambio, los colectivos extranjeros que tienen más empleo que
los españoles son los paraguayos, que trabaja el 87 por ciento, y los
chinos, en los que sólo están en paro el 5,68 por ciento. En este
sentido, el consejero ha resaltado que sólo un 5 por ciento de los
ciudadanos chinos que viven en la región está en paro, "lo que casi
puede considerarse pleno empleo".
Por zonas geográficas, trabajan más lo que viven en la capital, el
64,39 por ciento de los inmigrantes. En la zona norte trabajan el 59
por ciento; en el Sur y en el Este de la región, el 54; en la zona Oeste
de la región, el 49 y en el resto de los municipios no metropolitanos,
el 40,47 por ciento.
Asimismo, los datos del estudio arrojan que nueve de cada diez
inmigrantes trabajan por cuenta ajena (88,87 por ciento), aunque ha
aumentado el trabaja por cuenta propia. Si en la ERI de 2009, el 8,94
por ciento manifestó trabajar por cuenta ajena, en la Encuesta de 2012,
un 11,13 por ciento señalan esto. "Lo que demuestra que los inmigrantes
madrileños son cada vez más emprendedores", ha añadido Victoria.
Los chinos son los que más destacan como emprendedores, el 40 por
ciento de los encuestados son autónomos o tienen su propia empresa. Le
siguen los búlgaros, subsaharianos, marroquíes y ecuatorianos. En
cambio, los que menos se arriesgan a montar su propia empresa o ser
autónomos son los bolivianos y los paraguayos (el 4 por ciento), los
rumanos (el 6 por ciento) y los peruanos (el 7,7 por ciento).
La mayoría de los inmigrantes madrileños que trabajan lo hacen
como comercial, relaciones públicas, auxiliar de enfermería, profesional
de intervención social, dando clases particulares, en labores de
mantenimiento, en locutorios o en peluquerías. También abundan las
profesiones de maquinista, soldador, teleoperador, artes gráficas,
fábricas, operadores, ingenieros y transportistas.
Las ocupaciones de los extranjeros han cambiado desde que llegaron
hasta ahora debido, en gran medida, a la crisis económica. De hecho,
mientras que antes el 21 por ciento trabajaba en la Construcción, ahora
lo hace sólo el 6 por ciento. Además, los dependientes en tiendas han
pasado el 7 al 17 por ciento actual.
Los empleados de hogar se mantiene en torno al 15 por ciento,
mientras que los dedicados de la hostelería y al cuidado de personas
dependientes en el hogar pasan del 9 al 7 por ciento. Las personas
inmigrantes dedicadas a limpiar en empresas, cuidadores en residencias y
de auxiliar administrativo son ahora el doble, mientras que las
internas en casas, los jardineros y los dedicados a la agricultura se
han reducido notablemente.
Preguntados los desempleados por su puesto de trabajo antes de
quedarse en paro, el 28 por ciento de ellos respondió que en la
Construcción, el 9 por ciento en sectores relacionados como la
fontanería, la pintura y la electricidad, el 8,5 por ciento como
empleado del hogar y de almacén y el 6 por ciento como camarero o
limpieza en empresas.
En otro aspecto, el 34,85 por ciento de los desempleados
entrevistados han adquirido algún tipo de formación, 14 puntos más que
en 2009 cuando el 20,50 por ciento manifestó haber asistido a cursos.
Respecto a vivienda, el 43 por ciento de los inmigrantes señalan
que residen en vivienda alquilada, el 26,17 viven en piso compartido, el
13,74 por ciento viven en casa de familiares o amigos, el 12,63 por
ciento tienen vivienda propia y el 2,5 por ciento están trabajando de
internos o viven en su tienda. En los últimos tres años han aumentado en
dos puntos las personas que tienen casa propia, mientras que han caído
mucho la cifra de los que viven en casa de amigos o familiares.
Además, la encuesta también confirma que cuando los inmigrantes
llegan a Madrid viven en casas de amigos y familiares (37 por ciento),
en pisos compartidos (33 por ciento), o como internas (6,4 por ciento),
frente a las viviendas alquiladas (19 por ciento) o el 1 por ciento que
decidió comprase una casa.
De media, cuando llegaron a Madrid, los inmigrantes pagaban por la
casa donde vivían 345 euros y ahora pagan 491. Además, ahora disponen
el 59 por ciento de ellos de Internet frente al 44 por ciento de hace
tres años.
En el ámbito de las remesas, casi el 40 por ciento de los
encuestados envía dinero a sus países de origen al menos una vez al mes.
La media se sitúa en 236 euros mensuales. Los paraguayos y los
bolivianos, cuya llegada a España es más reciente, envían más dinero a
sus países de origen que los inmigrantes de otras nacionalidades con
mayor tiempo de residencia. Esto se debe a que sus familiares ya están
viviendo con ellos.
Así, el 80 por ciento de los paraguayos envía remesas a su país de
origen, el 62 por ciento de los bolivianos, el 51 por ciento de los
dominicanos, el 48 por ciento de los colombianos, el 43 por ciento de
los peruanos, el 38 por ciento de los subsaharianos, el 38 por ciento de
los ecuatorianos, el 35 por ciento de los rumanos, el 33 por ciento de
los chinos, el 28 por ciento de los búlgaros y sólo el 16 por ciento de
los marroquíes.
Finalmente, Victoria ha manfiestado que desde que se realizara la
encuesta en 2009, se ha duplicado el conocimiento de los encuestados de
la red de los Centros de Participación e Integración de Inmigrantes
(CEPI). Entre las personas que conocen los CEPI, el 74,21 por ciento ha
participado o ha acudido auno, frente el 24 por ciento de hace tres
años.