martes, 22 de mayo de 2012

El 20% de los inmigrantes madrileños viene de otras regiones españolas

MADRID.- El 20 por ciento de los inmigrantes madrileños proviene de otros regiones españolas, mientras que el 37 por ciento planea regresar a su país y el 5 por ciento mudarse a otro distinto a España.

   Así se desprende de la Encuesta Regional de Inmigración (ERI) 2012 elaborada por el Ejecutivo autonómico presentada este martes por el consejero de Asuntos Sociales, Salvador Victoria, que considera que la Comunidad de Madrid "se ha convertido en una región refugio" en tiempos de crisis para muchos inmigrantes.
   La encuesta ha sido realizada por el Observatorio de Inmigración Centro de Estudios y Datos de la Consejería a casi 3.000 extranjeros de las diez nacionalidades mayoritarias en la región (como la rumana, ecuatoriana, marroquí y colombiana), y de la población subsahariana. "Se trata de la encuesta más exhaustiva que tenemos en la actualidad sobre la integración de la población extranjera de la región", ha apuntado Victoria.
   Así, ha destacado que cada vez más inmigrantes llegan a Madrid procedentes de otras regiones españolas, siete puntos más que en 2009. La mayoría vienen de Andalucía (más del 19 por ciento), seguida de Castilla y León, Cataluña y la Comunidad Valenciana. Menos del 3 por ciento vienen de Galicia, Asturias, País Vasco, La Rioja y Navarra.
   En otro punto, el 38,67 por ciento de los extranjeros residentes en la región quiere permanecer en España, el 18,75 no lo sabe todavía, el 5,35 por ciento quiere mudarse a otro país --especialmente a Alemania, Inglaterra y Francia-- y el 37,23 por ciento tienen la intención de regresar a su patria. De estos últimos, el 16 por ciento asegura que lo hará en breve, el 61 por ciento se marchará en unos años y el 21 por ciento al jubilarse.
   Los ecuatoriano los que más manifiestan la posibilidad de regresar a su país natal, con un 49 por ciento de respuestas afirmativas de los encuestados. Le siguen los bolivianos (47 por ciento), los paraguayos (44 por ciento), peruanos (40 por ciento), dominicanos y rumanos (38 por ciento) y los subsaharianos (36 por ciento). En cambio, los que menos quieren irse de España son los búlgaros y marroquíes (21 por ciento).  
   En este ámbito, el consejero ha indicado que el estudio concluye que la situación laboral no influye en las previsiones que hacen los inmigrantes sobre su permanencia en España o su regreso al país de origen, ya que el 35,52 por ciento de los desempleados quieren volver a su patria, frente al 34 por ciento de los trabajadores o el 40 por ciento de los autónomos. En cambio, sólo el 23 por ciento de los que estudian quieren volver a su país y el 25 por ciento se decantan por mudarse a otro distinto.
   De los entrevistados, el 37 por ciento vino a España entre 2001 y 2005, el 35 por ciento entre 2006 y 2010, el 18 por ciento entre 1996 y 2000 y sólo el 2,71 por ciento en el último año. Los que más tienen llevan en España son los ecuatorianos, los marroquíes, los subsaharianos, los peruanos, los dominicanos y los colombianos y los que llegaron más recientemente son los paraguayos, los bolivianos, los rumanos y los búlgaros.
   Asimismo, son cada vez más poseen también la nacionalidad española, con la que cuentan ya el 15,36 por ciento de los entrevistados y al 77 por ciento le gustaría tenerla lo que refleja, en palabras del consejero, que el buen nivel de integración de los inmigrantes madrileños.
   En lo referente a su estado civil, seis de cada diez ciudadanos extranjeros tienen pareja actualmente. El 43,95 por ciento está casado y el 16,08 por ciento tiene pareja de hecho. El 31 por ciento está soltero, el 7 pro ciento divorciado o separado y sólo el 1 por ciento viudo.
   Respecto a las parejas de los encuestados, sólo el 5,71 por ciento son españolas. En el caso de los chinos, el 99 por ciento de ellos tienen parejas de la misma nacionalidad, al igual que el 95 por ciento de los marroquíes, el 92 por ciento de los rumanos, el 90 por ciento de los ecuatorianos, el 86 por ciento de los bolivianos y búlgaros, el 82 de los peruanos y el 85 por ciento los búlgaros.
   Por el contrario, el 18 por ciento de los subsaharianos tiene pareja española y el 6,15 de otros nacionalidad. Además, el 14 por ciento de los colombianos tiene pareja española y el 18 por ciento de otro país distinto al suyo. El 12 por ciento de los paraguayos residentes en Madrid está saliendo con una persona española, el 22 por ciento de otro país y el 65 por ciento de su misma nacionalidad.
   Por otro lado, la encuesta revela que el 63,77 por ciento tienen hijos, casi 14 puntos más que en 2009 donde sólo la mitad manifestaron tener alguno. Además, tienen más descendientes que los españoles. Así, la media de hijos por mujer española es de 1,33 hijos frente a los 1,61 de las inmigrantes.
   En este sentido, el 40 por ciento de los extranjeros residentes en Madrid tiene sólo un hijo, el 36 por ciento dos hijos, el 14,41 por ciento tres hijos, el 4,87 por ciento cuatro hijos y el 4.35 por ciento cinco hijos o más.
   La natalidad ha aumentado en este colectivo, ya que la encuesta de hace tres años revelaba que las familias inmigrantes con sólo un hijo eran el 42 por ciento; las que tenían dos, el 36 por ciento; las que tenían tres, el 16 por ciento, las que tenía 4, el 6,63 por ciento y las que tenían cinco hijos o más, el 2 por ciento.
   Por nacionalidades, los búlgaros son los que tienen menos descendencia. El 51 por ciento tiene sólo un hijo y el 44 por ciento dos hijos. Le siguen los rumanos, con el 48 por ciento con hijo único y el 38 por ciento con dos hijos; y los paraguayos, uruguayos y colombianos, que el 43 por ciento tiene sólo un hijo. En cuanto a los chinos, el 42,86 por ciento tiene sólo un hijo, el 41,84 por ciento tiene dos, el 12 por ciento tres y el resto más de tres.
   El colectivo de inmigrantes con más prole es el de los marroquíes, ya que el 33 por ciento tiene dos hijos, el 26 por ciento un hijo, el 22,4 por ciento tres hijos, el 7 por ciento cuatro hijos y el 9 por ciento cinco hijos o más. Le siguen los dominicanos, ya que el 25 por ciento tiene dos hijos, el 22 tiene tres hijos, el 30 por ciento tiene un hijo, el 10 por ciento cuatro hijos y el 12 por ciento cinco hijos o más.
   Los ecuatorianos residentes en Madrid también tienen una natalidad muy elevada. Así, el 37 por ciento tiene dos hijos, el 16 por ciento tres hijos, el 30 por ciento uno, el 7 por ciento cuatro, y el 8 por ciento cinco hijos o más. En esta lista le siguen los subsaharianos, bolivianos y peruanos.
   Casi un tercio de los hijos de los encuestados estaba estudiando Primaria en el momento de realizarse la encuesta, el 25 por ciento estaba en Infantil, el 22,52 por ciento en Secundaria, el 13 por ciento en bachillerato y el 5 por ciento restante en estudios superiores.
   Sin embargo, los abuelos de esos niños cada vez se van más de España. Así, el 88 por ciento de los inmigrantes no cuenta con su padre aquí y el 81 por ciento no cuenta con su madre, frente al 77 y el 75 por ciento de hace tres años.
Sólo el 5 por ciento de los inmigrantes chinos residente en la región madrileña está en paro, frente a más de la mita de los marroquíes y subsaharianos y más del 40 por ciento de los búlgaros y ecuatorianos.
   La ERI, realizada en el primer trimestre de este año a inmigrantes de entre 16 y 64 años que residen en diversas localidades de la región, señala que el 56 por ciento de los inmigrantes cuenta con empleo, el 34,63 por ciento está en el paro y el 4 por ciento estudia.
   En lo referente a dicho ámbito por sexos, se observa que la situación de las mujeres es más favorable. El 62 por ciento de las mujeres encuestadas trabaja frente al 49,49 de los hombres. Asimismo, la tasa de paro es quince puntos inferior en el caso de las mujeres.
   Los entrevistados marroquíes, subsaharianos, búlgaros y ecuatorianos son los que presentan una mayor tasa de paro. De hecho, el 55 por ciento de los inmigrantes marroquíes en Madrid no trabaja, el 52 por ciento de los subsaharianos, el 40 por ciento de los búlgaros y ecuatorianos, el 37 por ciento de los dominicanos, el 36 de los peruanos, el 35 por ciento de los rumanos y el 26 por ciento de los colombianos, todos por encima de la media del paro de los españoles.
   En cambio, los colectivos extranjeros que tienen más empleo que los españoles son los paraguayos, que trabaja el 87 por ciento, y los chinos, en los que sólo están en paro el 5,68 por ciento. En este sentido, el consejero ha resaltado que sólo un 5 por ciento de los ciudadanos chinos que viven en la región está en paro, "lo que casi puede considerarse pleno empleo".
   Por zonas geográficas, trabajan más lo que viven en la capital, el 64,39 por ciento de los inmigrantes. En la zona norte trabajan el 59 por ciento; en el Sur y en el Este de la región, el 54; en la zona Oeste de la región, el 49 y en el resto de los municipios no metropolitanos, el 40,47 por ciento.
   Asimismo, los datos del estudio arrojan que nueve de cada diez inmigrantes trabajan por cuenta ajena (88,87 por ciento), aunque ha aumentado el trabaja por cuenta propia. Si en la ERI de 2009, el 8,94 por ciento manifestó trabajar por cuenta ajena, en la Encuesta de 2012, un 11,13 por ciento señalan esto. "Lo que demuestra que los inmigrantes madrileños son cada vez más emprendedores", ha añadido Victoria.
   Los chinos son los que más destacan como emprendedores, el 40 por ciento de los encuestados son autónomos o tienen su propia empresa. Le siguen los búlgaros, subsaharianos, marroquíes y ecuatorianos. En cambio, los que menos se arriesgan a montar su propia empresa o ser autónomos son los bolivianos y los paraguayos (el 4 por ciento), los rumanos (el 6 por ciento) y los peruanos (el 7,7 por ciento).
   La mayoría de los inmigrantes madrileños que trabajan lo hacen como comercial, relaciones públicas, auxiliar de enfermería, profesional de intervención social, dando clases particulares, en labores de mantenimiento, en locutorios o en peluquerías. También abundan las profesiones de maquinista, soldador, teleoperador, artes gráficas, fábricas, operadores, ingenieros y transportistas.
   Las ocupaciones de los extranjeros han cambiado desde que llegaron hasta ahora debido, en gran medida, a la crisis económica. De hecho, mientras que antes el 21 por ciento trabajaba en la Construcción, ahora lo hace sólo el 6 por ciento. Además, los dependientes en tiendas han pasado el 7 al 17 por ciento actual.
   Los empleados de hogar se mantiene en torno al 15 por ciento, mientras que los dedicados de la hostelería y al cuidado de personas dependientes en el hogar pasan del 9 al 7 por ciento. Las personas inmigrantes dedicadas a limpiar en empresas, cuidadores en residencias y de auxiliar administrativo son ahora el doble, mientras que las internas en casas, los jardineros y los dedicados a la agricultura se han reducido notablemente.
   Preguntados los desempleados por su puesto de trabajo antes de quedarse en paro, el 28 por ciento de ellos respondió que en la Construcción, el 9 por ciento en sectores relacionados como la fontanería, la pintura y la electricidad, el 8,5 por ciento como empleado del hogar y de almacén y el 6 por ciento como camarero o limpieza en empresas.
   En otro aspecto, el 34,85 por ciento de los desempleados entrevistados han adquirido algún tipo de formación, 14 puntos más que en 2009 cuando el 20,50 por ciento manifestó haber asistido a cursos.
   Respecto a vivienda, el 43 por ciento de los inmigrantes señalan que residen en vivienda alquilada, el 26,17 viven en piso compartido, el 13,74 por ciento viven en casa de familiares o amigos, el 12,63 por ciento tienen vivienda propia y el 2,5 por ciento están trabajando de internos o viven en su tienda. En los últimos tres años han aumentado en dos puntos las personas que tienen casa propia, mientras que han caído mucho la cifra de los que viven en casa de amigos o familiares.
   Además, la encuesta también confirma que cuando los inmigrantes llegan a Madrid viven en casas de amigos y familiares (37 por ciento), en pisos compartidos (33 por ciento), o como internas (6,4 por ciento), frente a las viviendas alquiladas (19 por ciento) o el 1 por ciento que decidió comprase una casa.
   De media, cuando llegaron a Madrid, los inmigrantes pagaban por la casa donde vivían 345 euros y ahora pagan 491. Además, ahora disponen el 59 por ciento de ellos de Internet frente al 44 por ciento de hace tres años.
   En el ámbito de las remesas, casi el 40 por ciento de los encuestados envía dinero a sus países de origen al menos una vez al mes. La media se sitúa en 236 euros mensuales. Los paraguayos y los bolivianos, cuya llegada a España es más reciente, envían más dinero a sus países de origen que los inmigrantes de otras nacionalidades con mayor tiempo de residencia. Esto se debe a que sus familiares ya están viviendo con ellos.
   Así, el 80 por ciento de los paraguayos envía remesas a su país de origen, el 62 por ciento de los bolivianos, el 51 por ciento de los dominicanos, el 48 por ciento de los colombianos, el 43 por ciento de los peruanos, el 38 por ciento de los subsaharianos, el 38 por ciento de los ecuatorianos, el 35 por ciento de los rumanos, el 33 por ciento de los chinos, el 28 por ciento de los búlgaros y sólo el 16 por ciento de los marroquíes.
   Finalmente, Victoria ha manfiestado que desde que se realizara la encuesta en 2009, se ha duplicado el conocimiento de los encuestados de la red de los Centros de Participación e Integración de Inmigrantes (CEPI). Entre las personas que conocen los CEPI, el 74,21 por ciento ha participado o ha acudido auno, frente el 24 por ciento de hace tres años.

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