MADRID.- Agentes de los antidisturbios de la Policía
Nacional han vuelto a cargar sobre las nueve de la noche contra los
manifestantes que desde hace varias horas se concentraban alrededor del
Congreso. Los congregados han intentado romper el perímetro de seguridad
que protege las Cortes y han lanzado objetos contra los antidisturbios,
lo que ha provocado una batalla campal en varias calles del centro de
Madrid.
Minutos antes de las nueve de la noche, los agentes han vuelto a
cargar en la zona de Neptuno, utilizando pelotas de gomas, después de
que un grupo de manifestantes lanzara objetos a los agentes e intentara
saltar las vallas. La Delegación del Gobierno en Madrid había fijado las
nueve de la noche como la hora límite para manifestarse en los aledaños
al Congreso.
En los enfrentamientos, un agente llegó a caer al suelo después de
ser zarandeado y recibir varias partidas por parte de los congregados.
Además, al menos otro ha resultado herido al impactar contra él una lata
de cerveza llena.
Igualmente, un periodista de 'Televisa' ha recibido también el
impacto de una pila, aunque su estado no reviste gravedad. Tras esta
nueva carga, parte de los congregados se han comenzado a dispersar por
las calles aledañas.
La plaza de Cánovas del Castillo ha quedado prácticamente
despejada minutos antes de las 21.30 horas, después de que los agentes
de la Policía se agruparan para cargar contra una minoría de
manifestantes que estaban sentados. A esa hora, continuaban en el lugar
un centenar de manifestantes, todos sentados y cercados por la Policía.
No obstante, los enfrentamientos, incluyendo cargas y lanzamientos
de pelotas de goma, se reproducían en zonas cercanas a la plaza de
Cánovas del Castillo como la explanada de acceso al Museo del Prado.
También han sido numerosos los lanzamientos de petardos y de bengalas
por parte de un sector de los congregados siguiendo la convocatoria de
'Rodea el Congreso'
En la huida, muchos de los 'indignados' con la clase política
optaron por meterse en establecimientos comerciales de la zona cercana a
Neptuno. Muchos de estos comercios cerraron sus puertas con numerosa
gente dentro, a la espera de que se rebajara la tensión.
Veintiséis personas han sido detenidas y 14 han resultado heridas
en el transcurso de la manifestación convocada este martes y que llama a
rodear el Congreso. Esta iniciativa ha reunido, según datos ofrecidos
por la Delegación del Gobierno en Madrid, a unas 6.000 personas en los
alrededores de la Cámara Baja.
Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid y la
Delegación del Gobierno han indicado que desde que
comenzó el dispositivo policial hasta las 21.30 horas el número de
detenidos ascendía a veintidós personas. La mayoría de los arrestados
han sido detenidos tras las sucesivas cargas de los agentes
antidisturbios en la zona de Neptuno contra los manifestantes, que se
han acentuado a partir de las nueve de la noche.
Previamente, otra persona fue detenida por tratar de saltar las
vallas que rodean el Congreso y otra más, un vecino de la zona, fue
arrestado sobre las 16.30 horas por un delito de desobediencia a la
autoridad al negarse a acatar las instrucciones que le daban los
policías.
Asimismo, en el marco de esta acción de protesta por la situación
política otras 14 personas habían precisado asistencia médica por parte
de los sanitarios del Samur Protección Civil hasta las 21.45 horas. De
ellos, dos eran agentes de la Policía Nacional.
Del total de atendidos, cinco personas han precisado ser
trasladados a centros hospitalarios al precisar puntos de sutura o
requerir de pruebas médicas como radiografías.
Todos ellos presentan heridas de carácter leve excepto un
manifestante que tenía diagnosticada una patología cervical previa y
que, debido a una caída o golpe, ha sufrido una posible lesión medular.
Diez policías han resultado heridos, uno de ellos con una brecha en
la cabeza, tras las sucesivas cargas policiales y los enfrentamientos
con los manifestantes congregados en la madrileña fuente de Neptuno
convocados por la manifestación de 'Rodea el Congreso', según ha
informado un portavoz de la Jefatura Superior de la
Policía.
El agente herido en la cabeza como consecuencia de un golpe ha
precisado el uso de un collarín en el cuello. Otros dos policías heridos
que formaban parte del cordón de seguridad para proteger el Congreso de
los Diputados han sufrido múltiples contusiones.
Finalmente, otros cuatro policías han resultado heridos tras el
lanzamiento de piedras aunque las lesiones son de carácter leve y los
tres restantes debido a distintas contusiones.
Pánico en Atocha
Varios agentes de la Policía Nacional han entrado pasadas las 22.30 horas en la estación de Puerta de Atocha de Madrid y han disparado pelotas de goma después de cargar en la aledaña glorieta de Carlos V.
El ruido de los disparos de las pistolas reglamentarias utilizadas habitualmente por los antidisturbios se podían oír desde las puertas de acceso de la estación de tren, donde muchos ciudadanos que iban a utilizar este transporte público se agolpaban por temor a ser alcanzados por el impacto de las pelotas de goma.
Según han relatado testigos presenciales, los policías corrían detras de un grupo de medio centenar de personas que se encontraba en la glorieta de Carlos V y que han accedido a la zona de Cercanías por una de las entradas laterales de la estación.
Ya dentro de la estación, los agentes han comenzado a disparar pelotas de goma mientras que parte del grupo de manifentes han respondido con el lanzamiento de piedras. Incluso, parte de ellos cruzaron las vías para huir de la Policía, mientras en la megafonía de la estación se oían mensajes para que no cruzasen de anden.
En los pasillos y andenes de Atocha se han vivido momentos de pánico, donde se mezclaban las carreras de un lado a otro de manifestantes que se habían resguardado en la estación tras las cargas policiales en la plaza Cánovas del Castillo y la glorieta de Carlos V y, de otro, de los usuarios habituales del transporte público.
Los agentes han llegado a disparar varias veces en los mismos andenes donde había gente esperando la llegada de los trenes. Concretamente, en el andén 9 de Cercanías había un hombre de unos 40 o 50 años tumbando en uno de los bancos haciendo ostensibles gestos de dolor, supuestamente tras ser alcanzado por una de las pelotas de goma disparadas por los policías.
Finalmente, sobre las once de la noche los agentes abandonaban la estación y se recuperaba la normalidad.
Pánico en Atocha
Varios agentes de la Policía Nacional han entrado pasadas las 22.30 horas en la estación de Puerta de Atocha de Madrid y han disparado pelotas de goma después de cargar en la aledaña glorieta de Carlos V.
El ruido de los disparos de las pistolas reglamentarias utilizadas habitualmente por los antidisturbios se podían oír desde las puertas de acceso de la estación de tren, donde muchos ciudadanos que iban a utilizar este transporte público se agolpaban por temor a ser alcanzados por el impacto de las pelotas de goma.
Según han relatado testigos presenciales, los policías corrían detras de un grupo de medio centenar de personas que se encontraba en la glorieta de Carlos V y que han accedido a la zona de Cercanías por una de las entradas laterales de la estación.
Ya dentro de la estación, los agentes han comenzado a disparar pelotas de goma mientras que parte del grupo de manifentes han respondido con el lanzamiento de piedras. Incluso, parte de ellos cruzaron las vías para huir de la Policía, mientras en la megafonía de la estación se oían mensajes para que no cruzasen de anden.
En los pasillos y andenes de Atocha se han vivido momentos de pánico, donde se mezclaban las carreras de un lado a otro de manifestantes que se habían resguardado en la estación tras las cargas policiales en la plaza Cánovas del Castillo y la glorieta de Carlos V y, de otro, de los usuarios habituales del transporte público.
Los agentes han llegado a disparar varias veces en los mismos andenes donde había gente esperando la llegada de los trenes. Concretamente, en el andén 9 de Cercanías había un hombre de unos 40 o 50 años tumbando en uno de los bancos haciendo ostensibles gestos de dolor, supuestamente tras ser alcanzado por una de las pelotas de goma disparadas por los policías.
Finalmente, sobre las once de la noche los agentes abandonaban la estación y se recuperaba la normalidad.