MADRID.- El presunto líder de la trama china de blanqueo de capitales
desarticulada con la 'operación Emperador', Gao Ping, seguirá en la
cárcel porque su condición de "director supremo de la facción violenta" de la organización puede crear "temor" en una testigo protegida que ha colaborado con la investigación judicial.
Así
consta en un auto dictado este miércoles por la Sección Tercera de la
Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que confirma el ingreso en
prisión de Gao Ping, que acordó el pasado 16 de abril el juez instructor
Fernando Andreu al considerar que existía riesgo de fuga, y rechaza el
recurso de apelación que su defensa había interpuesto contra esta
resolución.
El auto, del que ha sido ponente la magistrada Clara
Bayarri, recalca que el pasado 7 de febrero una mujer que tenía una
deuda con la organización de Gao Ping manifestó en sede judicial su
"temor", no por el dinero que debía al empresario chino y del que ya
había pagado la mitad, sino por el hecho de que "declarar ante el juez" pudiera ser entendido por los responsables de la trama como "una traición".
A
juicio del tribunal, la condición de Gao Ping como "director supremo de
la facción dedicada a la conminación violenta de cuantos se oponen a
los intereses organizaciones por él liderada" convierte en "razonada y
razonable" la prolongación de su encarcelamiento, que ya fue refrendada
anteriormente por el "riesgo de fuga" que seguía existiendo.
De
igual modo, los magistrados descartan la nulidad del auto por el que el
juez Andreu ordenó el ingreso en prisión del líder de la trama al
entender que, a pesar de su "deficiente redacción", según destaca la
Sala, el instructor hizo constar "los elementos y circunstancias" por
los que justificaba esta medida, sin que causara a esta parte
"indefensión alguna".
En
otro auto la Sección Tercera ha refrendado, además, la decisión del
juez Andreu de prorrogar el secreto de una parte de las actuaciones, al
rechazar un recurso de apelación presentado por la defensa de la
imputada Qiaoya Ying. El tribunal considera que esta medida "responde efectivamente a la necesidad de preservar las actuaciones diligencias" de investigación ordenadas por el juez instructor.
Entre
ellas se encuentran la declaración de "testigos-víctimas" de la red de
Gao Ping, el análisis de la "ingente documentación y efectos"
intervenidos en los registros domiciliados efectuados en el marco del
procedimiento y las diversas intervenciones telefónicas autorizadas por
el juez instructor.
El
juez Andreu decretó en abril pasado el ingreso en prisión provisional
comunicada e incondicional de una decena de cabecillas de la trama,
entre ellos Gao Ping y su mujer, Lizhen Yang, al considerar que existía
riesgo de fuga y que se habían encontrado nuevos documentos que ratifican los indicios delictivos que existen contra ellos.
En
el marco de esta operación, que tuvo lugar en septiembre de 2012,
fueron detenidas un total de 107 personas. Los cabecillas de la red
fueron enviados a prisión en esas fechas aunque salieron en noviembre de
ese año con comparecencias diarias en la Audiencia Nacional después de
que la Sala de lo Penal advirtiera de que el juez Andreu había
sobrepasado el plazo legal de detención de 72 horas. Dos de ellos,
además, continúan en paradero desconocido al no presentarse a las
comparecencias que se les habían impuesto.
Entre los delitos que
se imputan a los presuntos dirigentes de esta organización se encuentran
los de pertenencia a organización criminal, contrabando, fraude fiscal y
blanqueo de capitales, entre otros.