MADRID.- El Consejo de Gobierno de la Comunidad de
Madrid ha aprobado este lunes el Anteproyecto de Ley de Viviendas
Rurales Sostenibles, que permitirá que los madrileños que lo deseen se
puedan construir una casa en las fincas rurales que no se encuentren en
terrenos protegidos por la legislación sectorial y que tengan un mínimo
de seis hectáreas.
En rueda de prensa posterior a un Consejo Extraordinario que
se ha celebrado este lunes en la Real Casa de Correos, la consejera de
Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Ana Isabel Mariño, ha
explicado que con esta ley se facilita a los madrileños que "puedan
disponer de una vivienda en el campo con todas las garantías de
sostenibilidad", y se procura "que se fijen las poblaciones locales y se
consolide la población rural".
En este sentido, ha apuntado que estudios que tiene la
Consejería que dirige dicen que "hay una demanda real, potencial de este
tipo de suelos" y que un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid
(UAM) "recoge que en la Comunidad de Madrid existe una tendencia a la
desconcentración residencial con flujos hacia la periferia" y que
en el año 2016, el 13 por ciento de los residentes en la Comunidad
habrán buscado vivir en otros ámbitos, sobre todo, fuera de Madrid y de
la corona metropolitana y núcleos urbanos.
Con esta ley también se busca "revitalizar las zonas desde el
punto económico y demográfico" y "consolidará el equilibrio territorial
al contrarrestar el éxodo rural", lo que ayudará a la residencia de los
jóvenes en los núcleos rurales.
Los requisitos contemplados para poder disfrutar de una
vivienda rural de estas características pasan por que la superficie
mínima de la parcela exigida sea de seis hectáreas; que la altura máxima
sea de 3,5 metros y una planta; o que la distancia mínima entre dos
viviendas sea de 250 metros.
Mariño ha insistido en que esta Ley permite construir en el
campo, pero "no en lugares de alto valor ecológico y protegidos por ley
sectorial", por lo que no se podrá construir en lugares como el Hayedo
de Montejo o Parques Regionales, Reservas de la Biosfera o espacios
incluidos en la Red Natura 2000.
Además, con esta iniciativa se alienta la conservación del
medio ambiente y los propietarios para construir la vivienda adquirirán
unos compromisos de conservación y respeto medioambiental en sus
viviendas sostenibles.
La construcción de viviendas, sólo una casa unifamiliar por
parcela, deberá estar basada en conceptos de sostenibilidad. Además,
tienen que ser edificaciones de una sola planta que no modifiquen la
rasante natural del terreno y realizarse con el menor impacto visual
posible. También se deberá preservar el arbolado de las parcelas y
compensar con especies autóctonas a razón de tantos ejemplares adultos
como años tuviera el ejemplar trasplantado.
Asimismo, los propietarios estarán obligados a realidad a su
costa la totalidad de las obras de acondicionamiento e instalaciones,
así como a garantizar la sostenibilidad de su vivienda, sin
instalaciones previas que supongan una carga económica para las
administraciones.
De hecho, no podrán exigir ni a la Comunidad ni a los
ayuntamientos ningún tipo de inversión relacionada con el suministro de
agua, luz, gas, recogida de basuras o accesos, que deberán correr a su
costa. Estas obligaciones deberán constar en la inscripción registral de
estas fincas en el registro de la Propiedad.
Según ha relatado la consejera, esta ley llega tras la ley
del Suelo de 2001, que exigía que los municipios que quisieran calificar
como suelo no urbanizable, tenían que asignarle necesariamente una
protección especial aunque el suelo no tuviera valores muy especiales
que lo justificaran, lo que a lo largo de los años "suelos que no tenían
muchas capacidades de protección se hubieran convertido en suelos
protegidos".
Este Anteproyecto se enviará a la Asamblea de Madrid tras
recibir alegaciones de diferentes organismos y personas interesadas.