MADRID.- Agentes de la Policía Nacional han
desmantelado en la Cañada Real el principal punto de 'menudeo' de droga
de la capital, según ha informado este lunes la Jefatura Superior de
Policía de Madrid.
La operación, desarrollada el pasado 10 de mayo, se ha saldado
con la detención de 20 personas y la desarticulación de este grupo
organizado dedicado al tráfico de estupefacientes en la zona. Diecisiete
de ellos han ingresado en prisión preventiva por orden del juez
instructor de la causa.
A primera hora de la mañana, la Policía llevó a cabo siete
registros simultáneos en diferentes inmuebles de la capital en los que
se incautaron de efectos valorados en más de medio millón de euros. Así,
intervinieron un total de 84.000 euros en efectivo, tres kilos de
cocaína, 700 gramos de heroína y 600 de sustancia de corte.
También se incautaron de dos pistolas y una escopeta, una
granada de fragmentación, cuatro vehículos, dos de ellos de alta gama y
ocho kilos en joyas cuyo valor estimado ronda los 240.000 euros.
Al frente de este entramado se encontraba un matrimonio que
presuntamente controlaba y supervisaba el funcionamiento de toda la
organización, amenazando incluso a clanes rivales para conseguir hacerse
con todo el mercado de Valdemingómez. De hecho, miembros de otros
"históricos clanes" también vinculados al tráfico de estupefacientes en
la zona se habían puesto a su servicio y trabajaban para ellos.
La investigación comenzó el pasado mes de enero, tras detectar
la policía la existencia de toda una red organizada que controlaba gran
parte de la distribución de heroína y cocaína que se desarrollaba en la
ciudad de Madrid, y cuyo centro logístico se ubicaba en la Cañada Real.
La delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, ha señalado en
una comparecencia ante los medios para hacer balance de esta operación
que esta zona de supone "uno de los principales focos de droga de
Madrid", aunque ha matizado que "coexisten con grandes zonas de
población que nada tiene que ver con la delincuencia".
Las gestiones realizadas por la investigación al respecto
permitió identificar a un matrimonio como presuntos responsables de la
trama, que dirigía el tráfico de estupefacientes de diversos clanes
asentados en el poblado de Valdemingómez.
Según ha apuntado la Policía, la pareja controlaba cada uno de
los detalles de la venta y distribución de toda la droga y, aunque las
tareas estaban repartidas entre diversos implicados, todo era
supervisado por ambos.
La distribución de estupefaciente se organizaba desde tres
parcelas de la Cañada. La primera de ellas se utilizaba exclusivamente
como almacén de droga, con el objeto de no despertar sospechas entre la
Policía, ya que en su entorno no se producía ningún movimiento
sospechoso. Según ha dicho la delegada, estas construcciones eran
"auténticos búnkeres de la droga".
Cuando los miembros del grupo iban a por mercancía a esta
parcela, la entrega se hacía "con total cautela", según han informado
fuentes policiales. Los traficantes aprovechaban los momentos en los que
había menos presencia policial y extremando todas las medidas de
seguridad, para lo cual contaban con la colaboración de numerosas
personas que controlaban diversos puntos del poblado y daban aviso en el
que caso de que hubiera policía por el entorno.
La distribución del estupefaciente se llevaba a cabo en las
otras dos parcelas, que eran utilizadas como puntos de venta operativos
las 24 horas del día. Para ello, el matrimonio había elaborado diversos
turnos a cuyo frente ponían a personas de su total confianza. La pareja
supervisaba incluso la puntualidad de estos individuos, a los que
premiaban su eficacia pagándoles después la cantidad convenida.
Según ha apuntado la Policía, en la mayoría de los casos el
cobro de estos servicios se realizaba en forma de dosis de droga. La
intervención policial resultó "especialmente dificultosa" en estas dos
parcelas al estar divididas y compartimentadas, con numerosas puertas a
modo de esclusas, que convertían los inmuebles en auténticos fortines.
La investigación ha sido desarrollada por la Brigada
Provincial de Policía Judicial de Madrid y ha contado con la
colaboración de la Unidad de Guías Caninos, el Grupo de Atención al
Ciudadano y la Unidad de Intervención Policial de la Brigada Provincial
de Seguridad Ciudadana, todos ellos pertenecientes a la Jefatura
Superior de Policía de Madrid.
En este sentido, Cifuentes ha destacado la colaboración entre
los diferentes departamentos policiales y la "voluntad decidida de
luchar contra el narcotráfico en la Cañada". Desde el pasado año, se han
llevado a cabo 26 operaciones de este tipo en la zona, con un total de
149 detenciones, 37 vehículos intervenidos y la incautación de 19 armas
de fuego, así como de diferentes sustancias estupefacientes.