jueves, 29 de agosto de 2013

Reactivar y promover nuestra riqueza regional / Ángel Tomás Martín *

La riqueza de un país equivale al conjunto de bienes que posee más el esfuerzo y poder creativo de sus emprendedores. No sólo para la ordenación y desarrollo aplicado a sus propios bienes naturales, sino al impulso de forma inteligente de actividades y servicios económico-empresariales.

En cuanto al desarrollo empresarial de los bienes naturales, no siempre se obtienen los resultados esperados por falta de capacidad e iniciativa, como ocurre en los países que los poseen y no logran su estabilidad económico-financiera ni el bienestar social que merecían.

Otros, como España, no han adoptado aún la decisión de analizar, estructurar, proteger e impulsar sus propios recursos naturales en pro de una economía más sana, independiente y duradera.

La agricultura y su industria derivada, la mineralogía, la pesca y su conservación, el mayor y mejor aprovechamiento de las posibilidades turísticas, y la industria imaginativa y complementaria de mecanización, son otras tantas fuentes de expansión propia a medio desarrollar, olvidadas otras y en ocasiones torpedeadas y perseguidas.

La geografía económica, la que nos muestra las riquezas regionales, es la gran olvidada y a casi nadie le interesa. Las CCAA deberían ser las protagonistas de su aplicación para obtener el máximo crecimiento, el cual sólo será viable si se basa en la explotación de sus propias fuentes naturales, y la experiencia que sobre los mismos tienen sus especialistas y trabajadores.

Sin embargo, en una buena parte de ellas los gestores no quieren o no saben analizar e impulsar lo que tienen al alcance de su mano, su propia y particular economía. Ocuparse sólo de acrecentar y asegurar su dominio político por la vía de las máximas cesiones del Estado cuyo mantenimiento lleva, en algunas ocasiones, a una situación financiera insoportable, y de la promoción y ejecución de obras gigantescas en la mayoría de los casos no rentables ni preferentes, y en otros perjudiciales o carentes de los presupuestos necesarios, suponen un error político-económico que explica de manera diáfana su contribución a la aparición de la crisis que aún soportamos.

Tampoco consiguen el pretendido crecimiento de su poder de gestión y sí un empobrecimiento generalizado. Lamentable que, pudiendo haber sido la creación de las CCAA un acierto, hayan contribuido en gran medida a la recesión y endeudamiento público, por los que llevamos seis años tomando medidas y soportando sacrificios que hagan posible invertir la primera y disminuir el segundo. Ha llegado el momento de aprender y obrar en consecuencia y asumir que los estados poderosos y sobredimensionados se construyen sobre pueblos empobrecidos y economías debilitadas, que son incapaces de crear e innovarse al soportar presiones y regulaciones públicas exageradas, que además entorpecen la competitividad interior y exterior.

Lo expuesto carecería de valor si no exponemos, a modo de ejemplo, las posibilidades no aprovechadas por olvido o negligencia, de un sector económico transcendental que España posee: la agricultura, que tanto ha ayudado a mejorar nuestras exportaciones en el presente ejercicio, y del que podría obtenerse una mayor riqueza nacional y la de algunas Comunidades Autónomas en particular, si se potenciara, se suprimieran trabas y se creara una regulación fiscal cuya presión permitiera no sólo crecer y competir internacionalmente, sino una recaudación progresiva muy positiva, y un apoyo indiscutible a la creación y financiación a la investigación para el desarrollo de los productos derivados, de utilización sanitaria natural y de la industria conservera, como lo fuera en épocas pasadas.

Nuestra agricultura requiere el estudio profundo de sus posibilidades por Comunidades, tanto de los productos típicos y de eficacia demostrada, como del nivel de técnica, estructura y profesionalización. Para ello, expongamos los ocho puntos básicos e imprescindibles que llevan al éxito:

1.- Tipos de cultivos posibles.

2.- Ubicación, dependiente de la composición de tierras, climatología, infraestructuras, especialización y experiencia en el trabajo agrícola.

3.- Capacidad de riego, su infraestructura y canalizaciones existentes o por acometer.

4.- Apertura de líneas de financiación temporales o por cosechas.

5.- Sistema de tratamiento fiscal adaptado a una actividad típica, esencial, imprescindible y generadora de riqueza progresiva hasta llegar al consumidor.

6.- Reformas de calado en la actual estructura de intermediación (posiblemente arcaica, oligárquica y perjudicial, tanto para el agricultor como para el consumidor).

7.- Organización y apoyo legislativo a nuevos sistemas de intermediación y distribución para el mercado Nacional e Internacional, y

8.- Apoyo desarrollo de los productos derivados, de utilización sanitaria natural y de la industria conservera.

La importancia del sector que nos ocupa merece, para su desarrollo, un amplio espacio del que no disponemos, pero no queremos olvidar algunos comentarios sobre los apartados 3, 5 y 6 expuestos anteriormente:

• Al 3: España no es deficitaria de agua. Sin embargo, hay zonas agrícolas que sí lo son, y por tanto su expansión resulta imposible, en el mejor de los casos cubren con dificultad sus actuales explotaciones. Sobre el Plan Nacional Hidráulico llevamos muchas décadas hablando e incluyéndolo en los programas políticos una y otra vez. Los intereses partidistas de determinadas Comunidades, injustos y faltos de solidaridad Nacional, siempre lo han impedido. Han preferido que los caudales sobrantes se pierdan en el mar, pretendiendo apropiarse de unos derechos sobre ríos que no les pertenecen y que son de interés y propiedad de todos los españoles. Han intentado compensar el daño causado con la construcción de lo que en el mundo entero se está suprimiendo, las desalinizadoras (California y Oriente Medio, por ejemplo), por ser inasumible su coste de tratamiento por metro cúbico y por resultar nocivas al no haber conseguido eliminar ni el boro ni el sodio, componentes que deterioran el suelo transformándolo en inservible, y destruyen el árbol en menos de tres años. Por tanto, la inversión es desproporcionada y condenada al abandono.

• Al 5: La actividad agrícola necesita de un tratamiento fiscal personalizado y equiparable al aplicado en los países de nuestro entorno. Más impuestos resultan inasumibles en los costos de explotación, provocan menos recaudación e incitan a la evasión y a la paralización empresarial.

• Al 6: La mayoría de los tradicionales sistemas de intermediación comercial presionan los precios de compra en origen, en muchos casos se fijan mediante acuerdo previo, lo que ocasiona perjuicios insoportables sobre los rendimientos del agricultor, abandonando en algunos casos su duro trabajo y restando estímulos a la sucesión generacional. La diferencia entre los precios en origen y los del consumidor final pueden calificarse de disparatados, y sólo se reajustarán si se suprime el intervencionismo y se legisla para hacer posible un libre mercado para todo el sector.

Sin rapidez en la toma de decisiones haremos un flaco favor al crecimiento de nuestra economía.

(*) Economista y empresario

Los profesores interinos de Madrid siguen sin saber si tendrán trabajo a cinco días del inicio del curso

MADRID.- Lucía Figar parece haber hecho oídos sordos a las reclamaciones de los sindicatos docentes madrileños. Hace unos días estas organizaciones se quejaron del retraso de la Consejería de Educación al publicar las listas de interinos que se incorporarán a los centros públicos este curso, que se debían haber conocido en julio y de las que todavía no había noticia, según www.elboletin.com

Pero la situación ha empeorado. Estaba previsto que la relación de maestros con los que cuenta la Comunidad de Madrid se conociese ayer, pero estas listas todavía no se han publicado y los profesores están “desesperados porque no saben si van a trabajar o no” a cinco días de que comience el curso.

Así lo han indicado fuentes de la Federación de Enseñanza de UGT Madrid. Desde el sindicato han remarcado que las listas no se han publicado aún y que tras llamar a Recursos Humanos de la Consejería de Educación les han dicho que “saldrán a lo largo del día” de hoy. El problema, insisten estas fuentes, es que el plazo de reclamación acaba mañana, y que los profesores apenas van a tener tiempo de solicitar una revisión si no están de acuerdo.

“La gente está desesperada, no saben si van a trabajar o no” a cinco días de que empiece el curso, cuyo arranque se ha fijado para el 2 de septiembre. Ese día todavía no hay clase, pero los profesores deben incorporarse para preparar los horarios y las clases.

Según UGT, esta situación debía haberse resuelto en julio, o principios de agosto como muy tarde, pero este año la Consejería de Educación se está retrasando más de lo normal. El sindicato ha indicado que, según el calendario proporcionado por el departamento que dirige Figar, el 27 agosto se iban a publicar las listas provisionales de interinos que se incorporarán a los centros públicos este curso, mientras que el 28 y 29 agosto sería el plazo de reclamaciones a la resolución provisional. Una semana después, el 3 septiembre y con el curso ya empezado, se conocerían las listas definitivas, y el día 4 se asignaría el centro de destino.

Al principio de esta semana el sindicato ya auguraba un inicio de curso caótico debido al retraso en la publicación de las listas, pero ahora la situación es peor, según las fuentes consultadas. “Salvo que se publique un nuevo calendario, los plazos son estos, y si ya eran justos, sin haberse publicado las listas lo son más”. Mientras tanto, los equipos directivos siguen sin saber con cuántos profesores contarán.

Por su parte, fuentes de la Consejería de Educación se han limitado a señalar que, en todo caso, las listas están a punto de conocerse y que su publicación llegará en las mismas fechas que otros años.