MADRID.- Casi 600 accionistas de Bankia han presentado
por primera vez una reclamación de responsabilidad patrimonial contra el
Banco de España por no haber realizado de forma efectiva su labor de
supervisión y regulación en el proceso de fusión de la entidad
financiera y su posterior salida a Bolsa, empeñándose en "una estrategia
equivocada", lo que provocó graves perjuicios económicos a los
demandantes.
Según informó el despacho de abogados Cremades & Calvo Sotelo,
encargado de la reclamación, ésta se extiende también de forma
solidaria a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), por no
haber sido nada cuidadosa en la "exigencia de requisitos elementales
para una salida a Bolsa", y al Ministerio de Economía por ser incapaz de
"calibrar el devastador efecto de las políticas públicas de
estabilización financiera".
En el escrito presentado se solicita la comparecencia de, entre
otros, Rodrigo Rato, expresidente de BFA y Bankia; Miguel Ángel
Fernández Ordóñez, exgobernador del Banco de España; Julio Segura
Sánchez, expresidente de la CNMV, y Javier Aríztegui, exsubgobernador
del Banco de España y expresidente del Fondo de Reestructuración
Ordenada Bancaria (FROB).
En concreto, el despacho presentó este miércoles la reclamación de
responsabilidad patrimonial de 29 pequeños accionistas de la entidad
bancaria que vendieron sus participaciones "con ocasión del colapso y
nacionalización de Bankia" con la intención de, como los hechos
posteriores han demostrado con creces, "minimizar sus pérdidas".
Además, a finales de este mismo mes Cremades & Calvo-Sotelo
presentará otra reclamación ante los mismos actores en representación en
este caso de un grupo de 565 afectados de la salida a Bolsa de Bankia y
que aún poseen las acciones que compraron en su momento.
Para los reclamantes, la salida a Bolsa de Bankia es el
"precipitado final de un conjunto de decisiones torpes adoptadas por los
gestores de la entidad, que se vieron arropados, jaleados e
incentivados por unos supervisores financieros empeñados en una
estrategia equivocada en relación con el proceso de saneamiento y
rescate".
Asimismo, los reclamantes entienden que la misma creación de
Bankia "constituye una equivocación sin precedentes", al incrementar
exponencialmente el riesgo sistémico de la entidad "conforme se
agregaban cajas de ahorro por sí mismas inviables".
De esta manera, los afectados consideran que la fusión de Bankia y
su rápida salida a cotización se realizó sin las garantías de control e
información exigibles a los tres órganos supervisores, que, en lugar de
cumplir su función, generaron "una apariencia de credibilidad, de
solvencia" de la entidad ante los clientes habituales, la gran mayoría
depositantes y cuentacorrentistas, que no se ajustaba a la realidad.
Además, se destaca el "especial cuidado en el ejercicio de sus
competencias" que deberían haber tenido los supervisores financieros al
tratarse de un caso en el que las "asimetrías informativas" entre el
vendedor, Bankia, y los compradores, muchos de ellos pequeños
ahorradores, eran más que notables.
La reclamación detalla que, en "caso de que no sea posible
determinar el grado de participación de cada una" de las tres
Administraciones públicas "en la causación del daño", se reclamará "la
responsabilidad solidaria de todas ellas frente a los perjudicados".
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