domingo, 8 de abril de 2018

Encontrar una vivienda de alquiler se ha convertido en una odisea para cualquier ciudadano, incluso más si eres joven

MADRID.- Ya no se ven carteles de alquiler por las calles. España ha dejado atrás el negro y naranja que constituía el pistoletazo de salida de una nueva etapa para cualquier ciudadano común. Todo funciona por vía internet y, en un mercado inmobiliario en el que la demanda supera con creces la oferta de vivienda de alquiler, encontrar un techo bajo el que vivir se ha vuelto una pesadilla. Ya no sólo por el precio, sino porque la competencia es tal que es necesario pasar castings para acceder. Como para protagonizar una película. Concretamente, la de tu vida, ha constatado El Español.

El escenario es agresivo para casi cualquier persona, pero se vuelve dantesco para los jóvenes. Ya seas estudiante, debutante en el mercado laboral o simplemente alguien con ganas de ser independiente, vivir en una de las grandes ciudades españolas se convierte en una carrera “con una competencia brutal”. Lo certifica Fernando Encinar, jefe de estudios de Idealista.
Los bajos salarios, la inestabilidad del empleo joven y la reclamada movilidad laboral que ansía un mercado que prefiere a trabajadores formados más allá de su ciudad natal abocan a los jóvenes al alquiler como única opción. Y, en muchos casos, se afronta la búsqueda con una ilusión que acaba destrozada en mil pedazos frente a la realidad. Una caza con miles de miras puestas en el mismo objetivo. Porque en España cada día hay más gente que quiere -o a la que no le queda más remedio- que vivir de alquiler.
El delirio no tiene visos de acabarse. Según datos de Fotocasa, el precio medio del alquiler no deja de crecer desde mediados de 2015. A principios de año se situaba en los 8,15€/metro cuadrado. No se alcanzaban esas cifras desde el año 2010. Y, aunque todos los expertos consultados por El Español consideran que el precio comienza a tocar techo en las grandes ciudades, el alza es una tendencia nacional. Sin embargo, el economista y director general de Civislend -una plataforma de inversión en activos inmobiliarios-, Manuel Gandarias, considera que será menos extrapolable a municipios con poca competencia turística. Detrás de Barcelona y Madrid, las siguientes ciudades en continuar esta estela, probablemente, sean Valencia y Málaga.
Un propietario puede permitirse poner todas las barreras del mundo y sobrepasar ciertos límites en cuanto a arrendar el inmueble es por el boom que vive el sector. “El alquiler en los últimos 20 años era marginal. Representaba menos del 9% en las grandes ciudades, que es el escenario por donde se mueve el alquiler. En ese momento, más del 90% de los españoles vivían en propiedad. Para el alquiler había poco producto y precios altos”, indica Fernando Encinar. Ese paradigma ya ha cambiado radicalmente. “Tras la crisis y los cambios legislativos de Zapatero y Rajoy, en las grandes ciudades el alquiler representa el 25% del parque de viviendas”.
Para Encinar, la respuesta es bastante taxativa: hay un boom. “Si entendemos boom como mercado que ha crecido en oferta, demanda e interés. Burbuja no, porque es en activos de los que eres dueño, técnicamente. Es cuando hay personas que compran activo solo por el hecho de que creen que van a poder venderlo por encima. No hay burbuja por rentabilidades, que es lo que busca un propietario que pone su vivienda en alquiler, es un oxímoron”.
El experto relata que, en la actualidad, los inversores compran casas a tocateja, sin financiación, para dedicarlas al alquiler. Así, en un hipotético escenario de bajada brutal del precio del alquiler, un hipotético estallido de la burbuja, “no habría exposición bancaria, no habría contagio sistémico. Seguiríamos viviendo igual. El propietario bajaría su rentabilidad, pero sería un problema financiero del propietario. En caso de que se diera ese hipotético en una hipotética burbuja, no tendría impacto sistémico”. 
“Está afectando a aquellas personas que dicen sentirse expulsados cuando hace cinco años fueron expulsadores. Pudo pagar más y el inquilino que vivía antes se tuvo que ir. En Madrid no se puede hablar de que me expulsan del centro como si me mandaran al abismo”, afirma el responsable de estudios de Idealista.
El fuerte incremento de precios en los arrendamientos tiene varios factores a tener en cuenta. Primero, la imposibilidad de la compra para muchos bolsillos. Segundo, el interés de los inversores por la compra de vivienda para ponerla en alquiler por las altas rentabilidades. También la pérdida de poder adquisitivo. Además, ahora los inmuebles que salen al mercado lo hacen en condiciones radicalmente distintas que en anteriores ocasiones.
Otro factor es que, como reflejan diferentes estudios de Fotocasa, se está produciendo un cambio de mentalidad de los españoles a favor del alquiler: ya solo 2 de cada 10 españoles creen firmemente que arrendar suponga perder dinero y 4 de cada 10 considera que se está produciendo un cambio de tendencia y cada vez se alquilará más y se comprará menos.

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