En concreto, el pasado año se registraron 207 fallecimientos por esta causa en la región, frente a los 203 casos detectados en 2021, lo que supone un aumento del 2% respecto al año precedente.
Destaca que en un 17,9% de los casos se encontraron
evidencias de suicidio y la principal sustancia psicoactiva ilegal
detectada fue la cocaína (45,9%), aunque se muestra un importante patrón
ilegal de policonsumo, con una media de 3,2 sustancias por individuo.
Así consta en el informe anual realizado por la Dirección General de
Salud Pública de la Consejería de Sanidad correspondiente a 2022, sobre
las muertes por esta causa con diagnóstico forense y análisis
toxicológico positivo para sustancias psicoactivas notificadas por el
Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Madrid.
En
cuanto al perfil de los fallecidos, los datos apuntan a un predominio
masculino, con un 78,2% de los muertos. La edad media fue de 47,6 años,
ligeramente superior a la observada en 2021 (46,8 años), debido, en
parte, a que la dependencia de sustancias es una patología crónica,
produciéndose un envejecimiento de la cohorte de personas que iniciaron
su consumo hace unas décadas.
El 62,3% estaban solteros y
aumenta un 10% el número de casos que se producen en domicilio respecto a
la tendencia ascendente desde 2019 a 2021 de los registrados en la
calle, lo que apunta a un menor marginalidad.
En concreto, el 76,2% de
los casos el fallecimiento se produjo en el domicilio, seguido de la
calle (10,7%), un establecimiento público como hotel, pensión o cárcel
(9,8%) y hospitales (2,9%).
En el estudio también destaca un
79,9% de casos con evidencia de consumo reciente de alguna sustancia
psicoactiva y siete casos (3,5%) en los que se encontraron signos
recientes de venopunción (4 casos en hombres y 3 en mujeres), con una
caída de 1,4 puntos respecto al año anterior.
Además, en el 17,9% de los fallecidos se encontraron evidencias de
suicidio, con predominio de mujeres, con el 23,3%, frente al número de
hombres, el 17,3%. Respecto al año previo, supone un descenso de 9,7
puntos (41% en mujeres y 24,4% en hombres). La edad media de estos casos
fue mayor en 2022 que en el año previo (47,8 años en 2022 frente 45,6
años en 2021).
Sobre este último punto, la tendencia de los
fallecidos con evidencia de suicidio es ascendente hasta el año 2020,
donde se alcanza la mayor proporción coincidiendo con la pandemia
Covid-19, un 31,4%. A partir del 2020, en cambio, se observa una
tendencia descendente y en 2022 se alcanza la proporción más baja de
sujetos con evidencia de suicidio desde el año 2011, con el 17,9%.
En el informe también se aprecia la tendencia al policonsumo. En
concreto, el 78,7% de los fallecidos habían consumido más de una
sustancia, con una media de 3,2, frente a la media de 3 registrada un
año antes.
Por grupos de sustancias psicoactivas, destacan los
hipnosedantes (51,2%, fundamentalmente benzodiacepinas), seguido de los
estimulantes (50,7%, fundamentalmente cocaína), del alcohol (37,7%),
cannabis (32,4%) y los opioides (30,9%).
Comparado con 2021,
disminuye la proporción de fallecidos condetección de alcohol, cannabis,
opioides y antidepresivos y se estabiliza la detección de estimulantes e
hipnosedantes.
Consideradas de manera individual, la sustancia ilegal detectada con
mayor frecuencia en los fallecidos fue la cocaína (95 casos, que
representan el 45,9%), detectándose como única sustancia en el 3,9% de
los fallecidos.
En este caso, la proporción es simular a la
observada en 2021 (45,8%), con una tendencia global descendente en la
serie temporal. De hecho, la cocaína es también la principal sustancia
ilegalrelacionada con las urgencias hospitalarias por consumo de drogas,
observándose un ascenso en las urgencias de 2021 respecto al año
anterior.
Por su parte, también destaca la presencia de
benzodiacepinas, con un 49,8% frente al 42,4% del año previo, u opioides
como la metadona, principal sustitutivo opiáceo en España para el
tratamiento de la dependencia a la heroína, con un 15,5%.
En
otro 32,4% de los fallecidos se detectó cannabis, con 67 fallecidos, 57
de ellos varones, y 14 casos como única sustancia, unas cifras similares
a las de 2021 pero muy superiores a las de años previos.
Por
su lado, el 37,7% de los casos se comprobó la presencia de alcohol, lo
que supone 3,7 puntos menos que el año anterior). En este último caso,
esta sustancia se ha detectado en 2022 en un número menor de casos que
en 2021 (78 frente a 84), invirtiendo la tendencia ascendente en el
número de casos que se venía observando desde 2019.
En 2022,
además, el alcohol ha sido la única sustancia consumida causante del
fallecimiento en el 8,6% de los fallecidos (18 casos) frente al 10,8% en
2021 (20 casos).
En líneas generales, en 2022 hubo un
descenso respecto a 2021 en la proporción de fallecidos con detección de
heroína, cannabis, alcohol y antidepresivos y un aumento en la
proporción de fallecidos con detección de benzodiacepinas,
antipsicóticos y metadona. La proporción de fallecidos con cocaína en
2022 es similar a la detectada en 2021.
Por grupo de
sustancias, con respecto a los últimos cinco años, se registra una
tendencia descendente en la detección de alcohol, hipnosedantes,
estimulantes, opioides y antidepresivos, y la tendencia ascendente del
cannabis y antipsicóticos.
En el estudio también se recogen datos sobre una serie de sustancias
de nueva aparición denominadas nuevas sustancias psicoactivas (NSP), que
se agrupan en seis grupos o familias de sustancias emergentes
(fenetilaminas, triptaminas, piperazinas, catinonas, cannabinoides
sintéticos y un grupo heterogéneo denominado "otras sustancias", cuyo
mecanismo de acción y efectos dependen de su estructura química).
En este sentido, aparecen en una veintena de casos (9,7%), con seis
casos por catinonas estimulantes como 3-MMC, otros tantos por GHB o
gammahidroxibutírico (nueva sustancia hipnótica y empatógena) o cinco
por alucinógenos como la ketamina (5 casos), entre otros.
En
estos casos, las cifras son 2,1 puntos inferiores a las de 2021, cuando
estas 'nuevas drogas' representaron el 11,8% de los casos (un total de
18). Tanto la MDMA (éxtasis) como la MDA (droga del amor) se encuentran
en los últimos años de forma habitual en los fallecidos.
Igualmente, se han detectado cuatro casos de muertes, el 1,9%, en un
contexto de 'chemsex', que se refiere al consumo sexualizado de
sustancias, entre hombres gais y bisexuales, otros hombres que tienen
sexo con hombres y personas trans y no binarias.
Respecto al policonsumo, se observa que el 24,6% de los fallecidos
había consumido hipnosedantes y estimulantes, el 22,7% hipnosedantes y
opiáceos y el 20,8 estimulantes y opiáceos.
En estos casos, se
presentan diferencias por sexo y por edad en las sustancias detectadas.
Así, las mujeres presentan un mayor porcentaje de antidepresivos,
hipnosedantes y opioides y los hombres de estimulantes y cannabis.
Por edades, la detección de alcohol, hipnosedantes y antidepresivos
predominan en los mayores de 64 años, los estimulantes en los de 35-44
años, los opioides en el grupo de 35 a 54 años y el cannabis, en los
menores de 35 años.
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