sábado, 9 de septiembre de 2023

El nombramiento de José Cobo en el Dicasterio de Obispos le señala como la persona del Papa para la Conferencia Episcopal Española


MADRID.- Pocas veces una escueta notificación como la de hoy de los servicios de Prensa del Vaticano ha causado tanto revuelo en la Iglesia y en el episcopado de una nación.

El texto en italiano decía: “Nombramiento de Miembros del Dicasterio para los obispos. El Santo Padre ha nombrado Miembros del Dicasterio para los obispos a los excelentísimos monseñores José Cobo Cano, arzobispo de Madrid (España), y José Antonio Satué, obispo de Teruel Albarracín (España)”.

Dos nombramientos dados en un noticia de sólo españoles y sólo para un Dicasterio que no es cualquier Dicasterio, destaca Religión Digital.

Pasados unos minutos de las doce del mediodía de este sábado, la reacción no se hizo esperar.

Los teléfonos y el whatsapp a pleno funcionamiento. “Golpe de gracia a la Conferencia Episcopal Española”. “¿Colegialidad? ¿Sinodalidad? Todo se aclara en la decisión del papa”. “Mensaje para el Nuncio”. “Hasta las últimas consecuencias”, fueron algunos de los mensajes que interpretaban la noticia. 

La decisión del papa Francisco de nombrar al arzobispo de Madrid y al obispo de Teruel como miembros del Dicasterio de los obispos tiene una gran trascendencia para la Iglesia en España.

A partir de ahora serán los encargados de presentar en la “Feria del Plenario del Dicasterio” a los candidatos a obispos en España, con lo que condicionarán el episcopado español del futuro inmediato.

Intervenir en el nombramiento de los obispos españoles no sólo incide en la orientación del futuro del episcopado español, y de la Iglesia, sino en la composición del plenario de la Conferencia Episcopal.

Se calcula que en los próximo años serán nombrados una docena de obispos españoles. En este momento quedan pendientes las sedes arzobispales de Pamplona y Badajoz, además de media docena de diócesis.  

La decisión del Papa podría tener efecto en la Asamblea Plenaria del próximo mes de marzo de 2024, en la que tendrán que elegir todos los cargos excepto el de Secretario General.

Después de este señalamiento algunas fuentes apuntan que podrían ser los candidatos a Presidente, en caso del cardenal Cobo, y Vicepresidente, en el de Satué, en esa elecciones, lo que indicaría que es el Papa quien habría nombrado a los máximos responsables de la Conferencia Episcopal. Habrá que esperar para ver la reacción de los obispos españoles, a juicio de Religión Digital.  

Hasta el momento, el español miembro del Dicasterio de los obispos es el cardenal Juan José Omella, que ahora compartirá asiento con quien se considera uno de sus pupilos predilectos, el obispo de Teruel y Albarracín, monseñor José Antonio Satué.

La decisión del Papa ha sido interpretada como una intervención en toda regla en los procesos y decisiones de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de cara a las elecciones presidenciales del próximo mes de marzo de 2024.

El Papa se ha fijado en dos obispos que no han sido señalados, o reconocidos, hasta ahora por sus homólogos. Ni Cobo ni Satué fueron, por ejemplo, elegidos por los obispos para el cargo de Secretario General de la Conferencia, por más que lo intentara, para el segundo de los nombres, el cardenal Omella.

Resulta más que evidente que el hombre del Papa en España es el arzobispo de Madrid, monseñor José Cobo. No se necesitan más señales de predilección pontificia que las de su meteórica ascensión de obispo auxiliar del cardenal Osoro a cardenal, en el primer consistorio anunciado después de su nombramiento, y ahora miembro del Dicasterio de obispos.

El caso de monseñor José Cobo pasará a la historia de la Iglesia Católica como un caso único. Nombrado obispo auxiliar el 29 de diciembre de 2017, el 12 de junio de 2023 se hacía público su nombramiento como arzobispo de Madrid y el 30 de septiembre su nombre aparecía entre los designados para un nuevo Consistorio de creación de cardenales. 

En  la práctica, esta designación papal deja sin contenido los trabajos de la famosa “Comisión de obispos de ayuda al Nuncio”, formada por los cardenales Blázquez, Omella y Osoro y por los obispos Carlos Escribano y  Luis Ángel de las Heras. Ahora el peso recaerá sobre los cardenales Omella y Cobo y sobre Escribano, según Religión Digital.

No hay comentarios:

Publicar un comentario