domingo, 9 de septiembre de 2012

La invasión de Eurovegas / Francisco Javier López Martín *

Juegan con lo que más duele y lo que más duele es el empleo. Por eso el gobierno de Esperanza Aguirre justifica la aventura de Eurovegas con la baza del empleo. Con más de 600.000 personas paradas en Madrid, si alguien promete más de 200.000 puestos de trabajo, está claro que puede haber tortas para defender tu ilusión.
 
Pero algo no cuadra en las cuentas. Si el dueño de Las Vegas tiene complejos similares en América y Asia, con un total de 40.000 trabajadores, es increíble que se hable de más de 200.000 empleos en Eurovegas.

Si el empleo ya suena a mentira, los beneficios que van a quedar en Madrid parece que son menos de lo que nos cuesta alimentar el sueño. Al señor Adelson, amigo personal de Aguirre, hay que ponerle una red de cercanías y conexión con AVE y variantes que duplican la red de carreteras y helipuertos, y vuelos privados en Cuatro Vientos y Barajas. Y que no haya viviendas de protección oficial cerca.

Al amigo Adelson hay que garantizarle que no haya competidores. Que no pague impuestos. Ni IBI, ni obras, ni Impuesto de Actividades Económicas (IAE). Y que puedan blanquearse capitales.

Si no crea tantísimo empleo. Si hablamos de un paraíso fiscal que no tributa. Si creamos una zona franca para blanquear dinero. Si tenemos que gastarnos el dinero que no tenemos para poner alfombra a un inversor que no va a dejar en Madrid ni dinero, ni empleo. ¿Cuál es el interés de Eurovegas para nosotros? Alimentar uno de esos sueños en los que nos tienen entretenidos. Para algunos un enorme pelotazo urbanístico en el que se moverán millones de un lado para otro, dejando en manos de unos pocos enormes beneficios especulativos.

Empleos de baja calidad, sin derechos laborales, con bajos salarios y alta precariedad.

Madrid merece algo más que convertirse en La Habana de Batista, años 50, isla de recreo, juego y prostitución de Europa. Madrid tiene un potencial industrial, de servicios, de turismo, de conocimiento, por el que convendrá apostar. Pero vivimos bajo los designios de un gobierno cuya única obsesión es el titular de prensa, el anuncio constante de fraudes, oportunidades de negocio y empleo que nunca terminan de concretarse.

Eurovegas es el último, por ahora, de ese tipo de anuncios. Si no somos los elegidos, será inmediatamente sustituido por otro proyecto insensato. Si somos los agraciados el pelotazo de anuncios será histórico, un camino de rosas… hacia la Nada.
Madrid, ciudad de los prodigios y corte de los milagros, todo en uno.
(*) Francisco Javier López Martín es secretario general de CCOO de Madrid

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