sábado, 29 de diciembre de 2012

Lo llaman democracia / Inés Sabanés *

En este final de año, la Asamblea de Madrid ha aprobado -con la mayoría del PP- La ley de presupuestos 2013 y la Ley de Acompañamiento. Las dos tramitaciones de forma coordinada y complementaria introducen cambios relevantes en la legislación, en el sistema público sanitario, en la ley del suelo, la ley del juego, las condiciones para la Renta Mínima de inserción así como otras figuras que afectan al uso de zonas protegidas.

Nada de todo esto ha sido convenientemente informado y debatido, tampoco se explicitaba en los programas electorales de las últimas elecciones municipales y autonómicas. Y sin embargo todo ello es de enorme importancia para la ciudadanía.

Estas modificaciones permitirán llevar a cabo el plan sanitario de privatizaciones. Además, se implanta un ‘impuesto a la enfermedad’, con el euro por receta, y se introducen modificaciones legales para desarrollar el macro proyecto Eurovegas y para realizar fiestas y actividades en zonas protegidas y de alto valor medioambiental.

Por si no fuera suficiente utilizar las leyes de presupuestos para acelerar las modificaciones legales, las leyes de acompañamiento se han consolidado en el tiempo como verdadero cajón de sastre que han permitido introducir modificaciones sustanciales, eliminar pasos en las tramitaciones y eludir el debate. Es una práctica que pervierte la Democracia y los derechos ciudadanos. Insistir y permitir estas prácticas de dudosa constitucionalidad, representa además un sarcasmo en plena tramitación de la Ley de Transparencia.

El gobierno de la Comunidad de Madrid da un golpe definitivo a la Sanidad Pública, con la privatización de seis hospitales y de 23 Centros de Salud, además de instaurar el euro por receta. Esto ocurre haciendo caso omiso a los profesionales y a la ciudadanía, a las movilizaciones, a las propuestas o al diálogo. Sin embargo y a la vez se legisla ‘a la carta’ y al dictado del señor Adelson para desarrollar Eurovegas con la modificación de la Ley del Juego, la creación de los Centros Integrados de Desarrollo para permitir más modalidades de juego, con cambios en la Ley del Suelo para facilitar las tramitaciones urbanísticas o con la introducción de régimen tributario especial…

Todo ello demuestra que se eluden de forma intencionada, los controles públicos y que se traspasan todas las líneas rojas poniendo las Instituciones al servicio de intereses privados, representados por los lobbies de sector privado sanitario o por el grupo empresarial de Adelson.

La sanidad pública madrileña era una de las mejores del país. En diez años de gestión los sucesivos gobiernos de la Comunidad de Madrid y sus Consejeros ‘estrella’ (de la privatización) le han ha producido un daño irreparable. Todo ello no tiene nada que ver con los lugares comunes de las críticas a las autonomías, en las que a tantos les gusta resguardarse.

Ahora ya podemos afirmar que fue una hoja de ruta perfectamente orquestada ideológica y legalmente con decisiones que tenían un objetivo final: la entrada del sector privado y las aseguradoras sanitarias. No olvidemos que el gasto sanitario en Madrid (y en general) es muy relevante y siempre fue objeto de deseo para el negocio sanitario.

El ‘pelotazo Eurovegas’ viene precedido de unas recalificaciones de suelos que acabaron en los tribunales, mientras Metrovacesa se beneficiaba de la adquisición de suelos con la mediación del arquitecto Arnáiz que había intervenido en el proceso de la mano del ayuntamiento de Alcorcón gobernado en aquellos momentos por el PP .

En plena crisis, y como otros proyectos anteriores (la Warner, las autopistas de peaje o Bankia), puede que estos nuevos proyectos del negocio sanitario o del juego acaben teniendo que ser rescatados. Pero entre tanto y como también sucedió en los proyectos que citaba muchos se habrán llevado sustanciales beneficios, empobreciendo la economía regional. En el colmo de la prepotencia, sin embargo, el presidente de la Comunidad se ha permitido señalar a las protestas como culpables de los problemas económicos de la Comunidad de Madrid.

En las calles, se ha hecho visible la lucha por la sanidad y contra la especulación como modelo de desarrollo de la Comunidad de Madrid, ciertamente. Pero es también una lucha por la regeneración de una democracia y unas instituciones en las que se han encendido hace ya tiempo todas las alarmas.

La única forma de cambiar el signo de la impunidad y la colonización de las instituciones por intereses privados, es incorporar el control ciudadano y desbaratar unas prácticas que permiten la corrupción y cercenan derechos.

Hablamos de dos proyectos bajo sospecha, la privatización de la sanidad y el proyecto Eurovegas que dejan en indefensión a la ciudadanía. Ninguna mayoría puede amparar irregularidades y Madrid ya ha vivido de forma traumática el ‘tamayazo’, la Gürtel, la estafa de caja Madrid, las deudas generadas por un despilfarro continuado.

Las auditorías públicas ciudadanas, las consultas, refrendos o la acción de la justicia deberían amparar los derechos de ciudadanía frente a la prepotencia de los gobiernos. En el caso de la privatización de la sanidad, acceder a los datos reales de todo el proceso es un derecho ciudadano para garantizar la defensa de nuestros derechos constitucionales frente a los intereses privados. La auditoría ciudadana supondría –además- crear un punto de encuentro que rompa la distancia creciente entre la ciudadanía y los poderes públicos, como un nuevo mecanismo de control ciudadano.

En el caso del proyecto Eurovegas, tal como ya sucedió con la obra de la M-30 o la M-501, con toda seguridad se acabará por determinar que en su tramitación se vulneran derechos básicos de participación e información contenidos en sendas directivas europeas. Pero como en anteriores ocasiones con toda seguridad veremos el lamentable y poco edificante espectáculo que aquellos que tienen que hacer cumplir garantías ambientales o democráticas a la ciudadanía, son los primeros que se las saltan e incumplen de forma intencionada cualquier requerimiento.

El grito unánime en las calles de “lo llaman democracia y no lo es”, adquiere dimensión especial y dramática en Madrid. El gobierno regional, no sólo no avanza nada en introducir mecanismos de información, transparencia y control ciudadano, se resguarda en la democracia representativa, para garantizarse tramitaciones exprés con impunidad y laminando derechos básicos.

(*) Leridana de nacimiento, vallecana de adopción. Portavoz y 'número dos' de Equo. Llegó al partido tras militar en IU desde su fundación, donde fue diputada nacional, diputada autonómica en Madrid y concejala en el Ayuntamiento de la capital

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