MADRID.- Edificios emblemáticos de la Universidad Complutense como sus facultades de Farmacia, Medicina y Odontología,
 en pleno campus de Moncloa, son la radiografía del deterioro y la 
quiebra de esta institución superior madrileña a casi todos los niveles.
 Ventanas rotas, inmuebles abandonados y suciedad son el foco de una 
imagen marcada por la falta de liquidez, narra 'Abc'. 
El propio rector, José Carrillo,
 ya ha  asumido que  «la situación es grave» pero que, en ningún 
momento, se va a despedir a nadie. Mientras, los investigadores 
advierten del peligro que corren algunos de sus proyectos de 
investigación. Además de la deuda de 150 millones que acumula la 
Complutense, su Rectorado mantiene unas nóminas desorbitadas. Dos 
ejemplos: la gerente y la secretaria del Consejo Social ganan unos 
100.000 euros al año aunque, seguramente, a estos sueldos habría que 
descontar, al menos, la paga extra de Navidad.
Las seis universidades públicas madrileñas 
andan con muchas estrecheces pero en la Complutense andan con el agua al
 cuello. Aquí, grupos de profesores y alumnos radicales (sobre todo, el 
germen de la facultad de Políticas), vienen tomando la calle contra los 
recortes educativos.
El rector es consciente de su mala situación. 
En el «tour» que hizo a principios de curso para informar de la falta de
 liquidez, echó la culpa de sus males a los recortes fijados por el 
Gobierno regional. El Ejecutivo de Ignacio González tendrá, en 2013, que dar un tajo de 1.424 millones de euros al capítulo de gastos de sus Presupuestos autonómicos.
La Complutense arrastra una deuda de 150 
millones, heredada del anterior rector, Carlos Berzosa. Según ha 
reconocido en público el propio Carrillo, «hay momentos contables en los
 que esa deuda ha llegado casi a los 200 millones». Se sigue intentando 
renegociarla con la Consejería de Economía y Hacienda.
En la mente del actual rector sí está que el 
presupuesto de inversiones de la Complutense ha pasado de 44 millones en
 2009 a 4,6 en 2012. Viene cerrando ejercicios presupuestarios en 
números rojos (55 millones en 2010 y el de 2011, sin cerrar, puede 
llegar a los 35 millones), pero insiste, por activa y por pasiva, que no
 habrá despidos y que se pagarán las nóminas.
Fuentes universitarias insisten en que esta 
Universidad tenía, en 2007, un presupuesto de 43 millones de euros para 
mantenimiento de sus 103 edificios y que ese mismo presupuesto se ha 
reducido a 4,6 millones en 2012. Quizás ese recorte sea el «culpable» de
 la dramática situación de mantenimiento en que se encuentran las 
facultades ya citadas.
La investigación no tiene mejores perspectivas. Según avisa en su página web la Plataforma de Investigadores de la UCM,
 «en esta situación de escasez, es particularmente alarmante la deriva 
que en los últimos tiempos está tomando la gestión de los recursos 
dedicados a la investigación en la Universidad Complutense, que 
compromenten muy seriamente el desarrollo de la investigación de 
calidad».
La mencionada Plataforma asegura que el 
principio de «caja única» que rige en la Complutense «más que contribuir
 a una eficaz gestión de los flujos financieros, se ha convertido, por 
la simple lógica de los vasos comunicantes, en un peligroso mecanismo de
 drenaje de los fondos complutenses dedicados a la investigación».
«Un drenaje -añaden los investigadores-,  que 
nos tiene muy alarmados pues está poniendo en serio riesgo la 
continuidad de nuestros proyectos de investigación así como el futuro 
investigador de la Universidad». 
Advierte la Plataforma de Investigadores,
 recientemente creada, que «los retrasos en el pago a proveedores han 
provocado que algunos muy especializados hayan dejado de suministrar a 
la UCM, por lo que muchos  laboratorios están inactivos».. 
Ahí no queda todo. La misma Plataforma recuerda
 que hay congresos y «workshop» cancelados que «limitan la visibilidad» 
de la Complutense y que, además, se da el caso de que algunos 
investigadores «están adelantando varias mensualidades para poder 
realizar los trabajos, problema que resulta especialmente dramático 
cuando se trata de becarios o contrados».
Con una declaración de intenciones en defensa del diálogo y de que la actividad investigadora sea  el «motor del futuro»,
 la citada Plataforma pide que se desligue la gestión económica de los 
recursos de investigación de la Complutense del resto de los recursos 
presupuestarios».
Recortar sueldos desorbitados del equipo 
rectoral, sus asesores y sus altos cargos, no remediaría todos los males
 contables, pero sí refleja  que hay dinero para lo que se quiere.
Como ha informado 'Abc', en la nómina del Personal Administrativo
 están esos dos sueldos de 101.000 euros anuales que se llevan la 
gerente y la secretaria del Consejo Social de la Complutense. Además, 
figuran 14 sueldos de más de 94.000 euros y 34 de 78.000. También hay 
134 retribuciones que oscilan entre los 52.000 y los 58.000 euros y, por
 último, otras 14 de entre 45.000 y 47.000 euros anuales. Entre estas 
nómimas hay personal que ha pasado su oposición. Las mayores cuantías se
 van a personal de confianza del rector, asesores y , gerentes, 
vicegerentes, coordinadores y técnicos. 
José Carrillo busca salidas. Renegociar la 
deuda de 150 millones con el Gobierno regional. O la posible venta de su
 «esquina» de Moncloa,  2.800 metros cuadrados entre la avenida de Reyes
 Católicos y la calle Isaac Peral, de la que podrían obtener cinco 
millones de euros.
 
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