miércoles, 9 de mayo de 2018

El San Isidro feminista que enamora a Madrid


MADRID.- Entre parpusas a cuadros y mantones de Manila recién desempolvados, los festejos patronales de San Isidro regresan a la capital. Con la proliferación de rosquillas tontas y listas en escaparates de pastelerías a modo de previa, las populares fiestas volverán a copar la agenda cultural madrileña del viernes 11 al martes 15 de mayo, recuerda El Mundo.

En esta ocasión, la encargada de dar forma y color a los carteles que anuncian esta popular celebración ha sido Mercedes de Bellard, una joven ilustradora que con sus trazos ha querido abogar por unas fiestas "feministas y libres de maltrato animal". "2018 está siendo un año muy importante para el feminismo. Me pareció buena idea dedicar mi trabajo a las mujeres", asegura la artista.

Con unos diseños limpios y alegres que han corrido como la pólvora en redes sociales, sus sonrientes protagonistas, enmarcadas en tonos pastel y acompañadas de la tipografía ideada por la diseñadora Silvia Ferpal, no han pasado desapercibidas a ojos de los viandantes, que rápidamente se han hecho eco de la obra de De Bellard en Twitter. 

Además de interesarse por la identidad de su autora, muchos usuarios también han manifestado su intención de poder hacerse con versiones impresas de los trabajos, algo que el Ayuntamiento de Madrid se ha encargado de posibilitar.

Tras recibir el encargo, un trabajo "duro pero plenamente satisfactorio", De Bellard optó por inspirarse en todas las mujeres de Madrid y, al mismo tiempo, en ninguna en concreto. Acostumbrada a trabajar partiendo de un collage previo, esbozó decenas de miradas, peinados y sonrisas hasta dar con la versión definitiva. 

"Mi intención fue que todos nos sintiésemos identificados con ellas. Que fuesen lo más reales posibles. Que pudiesen ser nuestra abuela o nuestra vecina. Que las sintiésemos muy cercanas", explica.

Convencida de que la ilustración puede ser una herramienta contundente para reivindicar la figura de la mujer, sonrisas femeninas de distintas edades, procedencias y perfiles se congregan así en marquesinas y farolas, ensalzando la diversidad que Madrid aglutina en sus calles y, por supuesto, en sus fiestas. 

"Convivimos gente de todas partes, y eso es lo que hace a este lugar tan generoso. Aunque nací aquí, yo no crecí en la capital. Ahora que he vuelto, la he sentido como la ciudad más acogedora del mundo".

Para añadir casticismo a la estampa, los mantones de Manila que lucen sus personajes son el guiño más evidente a la médula madrileña. "Las flores que dibujé en ellos son las típicas de la zona: las violetas, los claveles, los nardos y los madroños", enumera. 

Convencida de su trabajo y satisfecha con el resultado, ante las preguntas de quienes se cuestionen por qué sólo ha escogido protagonistas femeninas para sus carteles, ella se limita a responder: "¿Y por qué no?" .

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