jueves, 21 de julio de 2011

La mortalidad por ictus baja al 50 % en la Comunidad de Madrid

MADRID.- El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández Lasquetty, ha anunciado durante su visita a la Unidad de ictus del Hospital Gregorio Marañón que la mortalidad por ictus en la región se ha reducido al 50 por ciento desde la puesta en marcha de un plan específico en 2009, además de señalar que la región tiene la menor tasa nacional en mortalidad por enfermedad cerebrovascular (12 por cada 100.000 habitantes).

   Según ha informado la Consejería de Sanidad, este Plan de Ictus de la Comunidad de Madrid se puso en marcha en 2009 en colaboración con la Asociación Madrileña de Neurología. Además, la Comunidad cuenta con seis centros capacitados (Clínico, La Paz, La Princesa, Ramón y Cajal, 12 de Octubre y Gregorio Marañón) para la atención integral de ictus operativos, 24 horas al día y 365 días al año.
   El consejero de Sanidad ha expresado que "para que funcione el Plan de ictus ha hecho falta que el SUMMA 112, las urgencias de todos los hospitales y los propios hospitales con unidad de ictus estén muy bien coordinados y dispongan de los medios necesarios para atender a los pacientes".
   Además ha añadido que "la Comunidad de Madrid seguirá trabajando con los neurólogos en los próximos meses para que dos años después de implantar el código ictus podamos ver como esta funcionando y se puedan valorar los resultados".
   La unidad del Gregorio Marañón cuenta con dos técnicas especiales que sólo se pueden dar en hospitales con profesionales altamente preparados como la trombolisis intraarterial en conjunción con los neurorradiólogos intervencionistas, y la hemicraniectomía en infartos cerebrales malignos que realizan los neurocirujanos.
   Este carácter multidisciplinar incide en un mejor abordaje de los pacientes por distintos profesionales sanitarios, con el objetivo principal de evitar la mayor discapacidad posible o mantener, en la medida de lo posible, la independencia funcional del paciente.
   Entre esas técnicas especiales destacan la trombolisis intraarterial que consiste en inyectar medicamentos trombolíticos con el objetivo de deshacer el trombo en la arteria que ha causado el ictus al paciente, o extraer el coágulo por medios mecánicos, y se realiza a los pacientes indicados desde el punto de vista médico.
   Anteriormente se hacía la trombolisis intravenosa, pero actualmente se realiza la trombolisis intraarterial que dispone de hasta seis horas para deshacer el trombo, aumentando el tiempo respecto de la técnica anterior y, por consiguiente, también las posibilidades de recuperación del paciente.
   Otra de las novedades que presenta esta unidad es la posibilidad de realizar hemicraniectomías en pacientes que han sufrido infartos cerebrales malignos, que suponen una mortalidad muy alta, cercana al 90 por ciento, y a quienes los neurocirujanos en consenso con los neurólogos de la unidad amplían la capacidad craneal del paciente consiguiendo buenos resultados hasta la fecha ya que se disminuye la mortalidad y la discapacidad.
   La unidad de ictus del hospital Gregorio Marañón es una de las unidades de la Comunidad de Madrid de esta especialidad con más recursos y mayor volumen de actividad, ya que atiende en torno a mil personas con ictus al año, aproximadamente 600 de los cuales en fase aguda.
   Para ello, cuenta con 24 camas, seis para pacientes con ictus en fase aguda y otras 18 camas de hospitalización, y está compuesta por cinco neurólogos, un equipo de enfermería altamente especializado, rehabilitadores y asistentes sociales.
   Además, cuenta con la colaboración de otros facultativos como neurorradiólogos intervencionistas, neurocirujanos y cirujanos vasculares periféricos que actúan con vías clínicas y protocolos aprobados por la Comisión de Ética Asistencial del hospital, y que confieren a esta unidad de un carácter multidisciplinar para tratar al enfermo con ictus desde todos los abordajes terapéuticos posibles.
   Estos profesionales han conseguido establecer una vía clínica propia de este hospital para el tratamiento de personas con ictus. Gracias a este recurso asistencial de manejo del ictus en fase aguda se ha conseguido reducir la morbimortalidad en los pacientes que ingresan con esta enfermedad.
   La unidad de ictus del Hospital Gregorio Marañón está integrada en el Código Ictus de atención temprana de la Comunidad de Madrid consistente en que cuando se detecta una persona con sospecha de haber sufrido un ictus se activa el protocolo del citado código y se traslada al paciente lo más rápidamente posible al hospital para disolverle el coágulo mediante los procedimientos de trombolisis citados anteriormente al objeto de deshacer el coágulo lo antes posible.
   Además, el equipo de ictus multidisciplinar del hospital Gregorio Marañón ha establecido un código ictus interno que actúa de la misma manera que el Código Ictus de la Comunidad de Madrid pero aplicado a los pacientes ingresados en el propio centro sanitario.
   Esta actuación temprana tiene como objetivo evitar posibles intervenciones quirúrgicas o complicaciones derivadas de la enfermedad posteriores a la presentación del ictus, aumentando las posibilidades de una mejor y más rápida recuperación para el paciente.

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