domingo, 22 de enero de 2012

La Universidad Complutense pone fin a su endeudamiento financiero

MADRID.- La Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha puesto fin a su endeudamiento financiero con las entidades bancarias, tal y como recoge la memoria económica del presupuesto de la institución para 2012, aprobado a finales del pasado año con una cifra total de 536,5 millones de euros.

   En el texto se explica que "a fecha actual" la UCM "ya no tiene" este endeudamiento que se remonta a hace más de diez años, cuando se firmó un convenio de colaboración el 18 de diciembre de 2000 entre la Administración General del Estado, la Comunidad de Madrid y las universidades públicas para la consecución del equilibrio presupuestario y la contención del endeudamiento para los ejercicios 2000, 2001 y 2002.
   Este acuerdo autorizó a la Universidad un endeudamiento financiero de 66 millones de euros, que comenzaron a amortizarse en 2004 y que han terminado de devolverse en septiembre de 2012, según recoge el documento de las cuentas del presente año.
   No obstante, se aclara que la UCM arrastra una "alta morosidad" en sus deudas con proveedores superior a 150 millones de euros, "muy por encima de los límites legales", además de un remanente de tesorería negativo de 12 millones de euros y un déficit estructural en la financiación de los gastos de personal de 23 millones de euros.
   Asimismo, se destaca que ya se conocen los Presupuestos de la Comunidad de Madrid para el ejercicio 2012 y que "no mejorará la financiación para gastos corrientes e inversiones", ya que se mantiene la aportación nominativa de gastos corrientes con respecto a 2011 en 341,6 millones de euros. También se reduce la subvención para gastos de inversión con respecto al ejercicio pasado en un 28,61 por ciento, hasta 4,6 millones de euros.
   Como la UCM, en el ejercicio de sus competencias, "está obligada a aplicar medidas que mejoren la situación", su objetivo es conseguir a lo largo del ejercicio 2012 los "ahorros suficientes para poder plantear la aprobación de una baja por anulación de créditos que pueda financiar el remanente de tesorería negativo acumulado y poder mejorar los plazos de pago a proveedores".
   La Universidad considera que es el momento de plantear "el firme compromiso con la estabilidad presupuestaria para poder reconducir los ingresos y los gastos hacia una senda equilibrada, para que los ingresos previstos se recauden y para que, sin menoscabo de la calidad" sea capaz de ahorrar o "dicho de otro modo, que los gastos previstos no se ejecuten en su totalidad".
   Entre otras cosas, explica que todas las unidades gestoras de gasto deben conocer antes de iniciar un expediente de gasto que "con la situación financiera actual se va a tardar en pagar a los proveedores objeto de los contratos más de un año y que la tramitación de un expediente nuevo en estas condiciones supone un perjuicio para la UCM y para el proveedor".
   Por ello, se debe "evaluar muy bien la necesidad a priori y solo proceder a ejecutar gastos que justificadamente sean esenciales para la prestación del servicio público que tiene encomendada la Universidad", recomienda en el documento.

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