sábado, 10 de marzo de 2012

Adelantar el cierre de bares no solucionaría el problema del ruido

MADRID.- La Asociación de Hosteleros de Malasaña creen que adelantar una hora el cierre de locales no solucionará el problema del ruido sino al contrario ya que "la importante cantidad de gente que cada día llegan al barrio a disfrutar de sus opciones de ocio, restauración y cultura tendrá que salir antes a la calle a continuar la fiesta".

   Así lo han explicado a través de un comunicado, después de que la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, anunciara que la zona Centro verá aprobada su declaración de Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE) en pocos días.
   De este modo, el Centro seguirá los pasos ya dados en Aurrerá en 2010, otro punto de Madrid con numerosas quejas vecinales por ruidos. Lo que pretende el Ayuntamiento con esta iniciativa, en palabras de Botella, es compatibilizar el descanso de los vecinos con el ocio nocturno.
   También detalló la primera edil que el Ayuntamiento lleva trabajando en esta ZPAE "muchos meses" reuniéndose con asociaciones vecinales, comerciantes y hosteleros para conseguir una declaración "más o menos consensuada encontrando zonas comunes en las que todos están de acuerdo".
   Sin embargo, la Asociación de Hosteleros de Malasaña han manifestado que ellos no han sido "consultados ni informados". Argumentan, por otro lado, que los locales de ocio nocturno y terrazas del barrio "no son los únicos responsables del ruido del barrio" y que contribuyen al "ocio dentro de los locales, evitando un problema que hasta el día de hoy el Ayuntamiento no ha sido capaz de solucionar y cada vez es mayor, el botellón".
   También les preocupa que "la limitación al ocio nocturno que parece esconder esta medida" acabe con los establecimientos del barrio y convierta Malasaña en un desierto de locales vacíos" fomentando la inseguridad.
   A eso suman que adelantar la hora de cierre de los locales "supondrá la pérdida de decenas de puestos de trabajo y la quiebra de muchas de las pequeñas empresas que conforman la asociación".
   También recuerdan que el Tribunal Superior de Justicia de Valencia (TSJV) ha establecido recientemente que el ruido que se genera en las inmediaciones de un establecimiento hostelero es un problema "de orden público e incivismo de las personas que acuden a estos locales", no de la insonorización de los establecimientos.
   Y es que, como remarcan, el principal problema de ruido que sufre el barrio viene del "consumo de alcohol en la calle". "Desde hace años sufrimos la competencia desleal de vendedores ambulantes de alcohol que fomentan el consumo en la calle y que además no pagan impuestos, no están asegurados y no respetan ningún horario", han remarcado.
   "Luchamos contra un fenómeno que nos perjudica, que degrada el barrio y que trae consigo suciedad y ruido y promueve una imagen de inseguridad y descontrol que no beneficia ni a hosteleros ni a vecinos", han añadido.

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