MADRID.- Caja Mediterráneo (CAM), considerada en su días cuarta caja de ahorros de
España, fue intervenida el pasado año por el Banco de España tras un
infructuoso intento de fusión que destapó unas prácticas bancarias
insólitas. El exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández
Ordóñez, calificó la entidad como “lo peor de lo peor”.
Convertida en
banco, recibió una inyección del Fondo de Garantía de Depósitos de 5.249
millones de euros. Las últimas noticias referidas a los responsables de
esta entidad revelan que el magistrado de la Audiencia Nacional Javier
Gómez Bermúdez ha impuesto una fianza de cerca de casi 26 millones de euros a
los exdirectivos de la CAM imputados por irregularidades en la gestión
de la extinta caja.
Este currículo de mala praxis no impedirá que Josefina Florián, su
marido José y sus dos hijos, de 19 y 11 años, se enfrenten mañana a un
desahucio promovido por la CAM en el madrileño barrio de San Cristóbal
de los Ángeles, en el distrito de Villaverde.
Josefina y su marido adquirieron una casa en el número 127 de la
calle Godella mediante una hipoteca concedida por la CAM por valor de
170.800 euros. La pareja pagó sin problema una letra mensual que rondaba
los 700 euros hasta que el estallido de la crisis les dejó a ambos sin
empleo.
Los subsidios apenas les permitía sacar adelante, por lo que tuvieron que dejar de pagar la
hipoteca. La CAM no accedió en ningún momento a negociar el pago de la
hipoteca ni a conceder la dación en pago y, tras quedarse con la
vivienda, ordenó el inicio del procedimiento de desahucio.
La entidad no
ha accedido a negociar a pesar de que José encontró un trabajo por el
que ingresa 800 mensuales, que se suman a los 426 euros del subsidio que
Josefina percibe.
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