MADRID.- La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, ha asistido al homenaje anual que se celebra en memoria de Gregorio Ordóñez, dirigente 'popular' asesinado por ETA el 23 de enero de 1995, un político que, en palabras de su viuda, Ana Iríbar, "hoy sentiría vergüenza al ver la corrupción y a Bildu gobernando".
Iríbar, que es presidenta de la Fundación Gregorio Ordóñez, ha criticado que "ETA esté legalizada" y actualmente "gobierne el mismo ayuntamiento" en el que trabajó su marido, a quien ha recordado por su servicio público. "Él no entró en política ni por comodidad ni por ambición", ha dicho.
Como es habitual, el acto se celebró en los Jardines Gregorio Ordóñez
de la capital madrileña, donde se ha realizado una ofrenda floral a los
pies de un roble plantado en recuerdo del exdiputado en el Parlamento
vasco.
Aguirre llegó a los jardines junto con Ángel Carromero, el
dirigente de Nuevas Generaciones que se encuentra en España tras ser
condenado a cuatro años de prisión por el homicidio imprudente de los
disidentes cubanos Oswaldo Payá y Harol Cepero.
Carromero, que ha rehusado hacer declaraciones a los medios de
comunicación, ha recibido muestras de cariño de los asistentes al acto
en homenaje a Gregorio Ordóñez.
En un breve discurso, Esperanza Aguirre ha elogiado la figura de Gregorio Ordóñez, "un ejemplo de lo más limpio de la política". Según la expresidenta de la Comunidad de Madrid, olvidar su figura sería una "traición" para el PP. "Siempre sentiremos una tristeza infinita y orgullo", ha concluido Aguirre en referencia a Ordóñez.
El acto, que se celebra todos los años, ha concluido con el rezo
de un Padre Nuestro y con el Himno Nacional. A continuación, el portavoz
de la Asamblea del PP, Íñigo Henríquez de Luna, ha invitado a los
presentes, entre los que se encontraba Marimar Blanco o la delegada del
Gobierno, Cristina Cifuentes, a asistir a la misa en memoria del
político vasco.
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