MADRID.- El exsubgobernador del Banco de España Francisco Javier
Aríztegui ha afirmado hoy que el supervisor "dejó de tener el control
en la crisis" de Bankia cuando el Ministerio de Economía asumió un
"protagonismo público y notorio" al exigir un nuevo plan de
capitalización para la entidad.
Según han informado fuentes jurídicas tras las casi cuatro horas de
su declaración como testigo en la Audiencia Nacional, Aríztegui ha
revelado que la irrupción de Economía llevó a plantear a los servicios
jurídicos del regulador si era legal, a lo que contestaron que, pese a
que se trataba de una situación sin precedentes, no violaba las normas.
Esa afirmación, ha dicho, se la transmitió el secretario general del Banco de España, Javier Priego.
Aríztegui ha ratificado que el Banco de España aprobó el primer plan
de recapitalización de Rato el 17 de abril, aunque el supervisor sí que
le requirió "un plan de actuaciones complementarias" que debía remitir a
la dirección general antes del 31 de mayo de 2012.
Entre esas actuaciones, figuraban "decisiones a corto plazo de
racionalización y refuerzo en sus estructuras de administración y
gestión" y "más a medio plazo un programa ambicioso de desinversiones a
realizar en un periodo de tiempo razonable que reduzca su dependencia de
los mercados mayoristas".
Inquirido por el abogado del expresidente de la entidad, Ignacio
Ayala, si en esta resolución el Banco de España estaba pidiendo un mayor
saneamiento, ha apuntado que así lo entendía.
Pese a ello, recibió el visto bueno porque "el Banco de España no
puede no aprobar un plan" debido al impacto que podría tener en la
credibilidad de la entidad.
Aríztegui ha recalcado que el supervisor conoció la existencia de un
nuevo plan por parte de Economía, aunque de manera informal y sin saber
las exigencias que había impuesto el departamento de Luis De Guindos ni
los motivos que le llevaron a rechazarlo y que propició la salida de
Rodrigo Rato de Bankia.
"El Banco de España dejó de tener el control de la crisis" de Bankia,
ha reconocido Aríztegui, que al ser preguntado por quién tomó entonces
el control, ha respondido: "el Ministerio asume un protagonismo que es
público y notorio".
Asimismo, ha señalado que se produjeron dos reuniones, una el 27 de
abril y otra el 3 de mayo, entre técnicos del regulador y representantes
de Bankia, aunque en ningún caso tuvieron tiempo de analizar el nuevo
plan.
En este sentido, ha hecho hincapié en que no estuvieron presentes ni
él ni el entonces gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ya que se
encontraban fuera de España hasta el fin de semana previo a la dimisión
de Rato, el 7 de mayo, por lo que el regulador tampoco pudo aprobarlo.
Por otra parte, Aríztegui ha confirmado, tal y como señalaron Rato y
el expresidente de Bancaja José Luis Olivas, que fue él quien les
convocó a una reunión para instarles a que llegaran a un acuerdo para
integrar esta última entidad en BFA.
Sin embargo, al contrario que los dos exconsejeros imputados, ha
manifestado que en ese encuentro no se les "conminó" a ello, sino que se
trató de una "invitación", y ha negado que vertieran cualquier tipo de
amenaza sobre su posible intervención.
Aríztegui es el tercer testigo que declara por el caso Bankia ante el
instructor de la Audiencia Nacional Fernando Andreu tras los
expresidentes de la CNMV Blas Calzada y Julio Segura.
Mañana está prevista una de las comparecencias más esperadas, la de
Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que el viernes dará paso a la de su
sucesor en el cargo, Luis María Linde.
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