lunes, 23 de mayo de 2011

El movimiento 15-M ignora las urnas y sigue en la calle

MADRID.- El movimiento 15-M o de los "indignados" por la situación económica y política entró el lunes en su segunda semana de protestas manteniendo multitudinarias acampadas en varias ciudades españolas e ignorando los resultados electorales en las consultas municipales y autonómicas celebradas el fin de semana.

En la concentración más multitudinaria, la de la Puerta del Sol de Madrid, centenares de jóvenes permanecían instalados en tiendas de campaña y organizados en comités que han dado a la plaza en esta última semana una biblioteca, una guardería e incluso un huerto, ante el malestar de los comerciantes, que alegan que las protestas les han supuesto importantes pérdidas para sus negocios.
"Sigue todo igual; no ha cambiado nada con las elecciones, por eso seguimos aquí", dijo a Reuters un portavoz de la concentración que no quiso dar su nombre.
Los manifestantes, que quieren permanecer acampados hasta al menos el próximo domingo, llevan en la calle desde el 15 de mayo, cuando se inició un movimiento ciudadano para pedir a los españoles que votaran a los partidos minoritarios y dieran la espalda a las dos grandes formaciones, PP y PSOE.
Las urnas arrojaron el domingo unos resultados arrolladores para el PP y un serio revés electoral para los socialistas en el poder, además de ver un ligero incremento de partidos minoritarios como Izquierda Unida o Unión Progreso y Democracia.
"Estaba segura de que el Partido Popular iba a ganar en Madrid porque aquí son fuertes. Pero no vinimos aquí para intentar cambiar las cosas políticamente. Estamos empezando a organizar comités que funcionen en otros barrios de Madrid, así que esperamos que el mensaje vaya más allá de Sol, y se escuche", dijo a Reuters Elena Valverde, estudiante de 20 años.
Este inédito movimiento, que ha acabado con la imagen de apatía de la población, sobre todo la juvenil, después de tres años de crisis, tiene una variada serie de propuestas políticas, sociales y económicas, como cerrar las centrales nucleares o gravar las transacciones internacionales con un impuesto.
El movimiento, que se ha organizado en comités donde se debaten distintas propuestas que se votan en asambleas, ha recibido un amplio respaldo popular durante los días previos a los comicios, con decenas de miles de personas llenando la Puerta del Sol, la Plaza de Cataluña y otros puntos de la geografía española.
Aunque el número de visitantes y curiosos al campamento de Sol fue menor el lunes, numerosos jóvenes seguían debatiendo en corrillos que se extendían por las plazas y calles aledañas a Sol, donde continuaban viéndose carteles contra la clase política y la crisis económica.
Un kiosquero de la zona dijo que prevé que sus ventas se han reducido en un 30 por ciento o más, mientras que la asociación de comerciantes de la zona ha solicitado una reunión con los representantes del movimiento para explicarles las pérdidas que las protestas les han ocasionado y pedirles que levanten el campamento.
La iniciativa, propiciada a través de Internet y ha atraído una gran atención internacional, ha surgido en un país que sigue sufriendo las consecuencias de la crisis económica, con el índice de desempleo más elevado de la Unión Europea - uno de cada cinco trabajadores está en paro, una cifra que llega al 45 por ciento entre los jóvenes.
El movimiento, según algunos analistas, será difícil de mantener.
"El gran problema es que no tiene camino para entrar en la política formal. No hay ningún partido que esté hablando en su nombre", dijo David Bach, profesor de economía en la IE Business School de Madrid.
De momento, ha propuesto extender a los barrios de Madrid, celebrando asambleas el próximo sábado, y otra más en Sol el domingo.

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