lunes, 13 de junio de 2011

Madre e hija separadas por querer mantener la lactancia más allá de los 15 meses

MADRID.- El Instituto Madrileño del Menor y la Familia (IMMF) vuelve a estar en el ojo del huracán. Hace unos meses se negó a tutelar a un grupo de menores subsaharianos argumentando que eran mayores de edad, aunque la Justicia vino después a corroborar que los jóvenes no alcanzaban la mayoría de edad, según la periodista .

En este caso, la polémica envuelve a una joven madre marroquí que ha sido expulsada del centro en el que estaba acogida al haber perdido la tutela de su hija. El caso es que Habiba, el nombre falso con el que se ha dado a conocer el asunto en Facebook , fue separada de su hija de 15 meses por el propio instituto por, supuestamente, presentar "cierta inestabilidad mental" o carecer de las "habilidades necesarias" para cuidar del bebé.
Una versión totalmente opuesta a la esgrimida por Habiba, quien mantiene que la han separado de su hija por negarse a destetarla, pese a las presiones en este sentido en el centro de acogida para madres sin recursos en el que vivían ambas.
Según ha denunciado la Fundación Raíces -que está prestando apoyo en esta causa- la supuesta violación del código de conducta es "el incumplimiento con los objetivos de un programa de psicoterapia y habilidades maternales" que implica abandonar la lactancia materna a demanda y prolongada por considerarla "caótica" y "perjudicial para los niños y niñas".
Un argumento que, por otra parte, no sostiene la Asociación Española de Pediatría, que asegura que la lactancia materna debe ser a demanda y puede prolongarse tanto como madre e hijo deseen.
Según explican desde el IMMF, a las madres se les establece unas pautas psicosociales con el objetivo de que las cumplan, algo que en este caso no se hace. Entre otras cosas, señalan que la alimentación que recibía la pequeña no era la adecuada porque aunque no se meten en el hecho de que siga con la lactancia materna o no, se le aconseja que tiene que tener unos complementos que, según los informes, la menor no estaba recibiendo.
El caso es que ya separada de la hija, la expulsión del centro fue coser y cantar al tratarse de una casa de acogida para madres con hijos menores a su cargo y que Habiba ya no tenía a nadie a su cargo. Aunque haya sido de manera forzosa.
La denuncia de Habiba ha surtido efecto y tanto el Defensor del Pueblo como el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid están investigando el caso. La labor de la Fundación Raíces ayuda, además, a aportar credibilidad al testimonio.
No en vano ha vencido varias causas judiciales al IMMF. Por de pronto, la organización ha solicitado al juzgado de familia número 85 una medida cautelar para que "se devuelva a la niña a la madre de forma inmediata, o en su defecto, cualquier otra medida tendente a restablecer el vínculo, como visitas, comunicaciones y lactancia". Y una vez reagrupadas madre e hija la fundación solicitará la restitución administrativa del expediente de Habiba eliminando la declaración de desamparo dictada por el IMMF por lo que muchos consideran una violación de los Derechos Humanos y de los Derechos del Niño.

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