martes, 25 de octubre de 2011

Rajoy promete un pacto territorial por la austeridad y la eficiencia

VALLADOLID.- El presidente nacional del PP y candidato a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, ha prometido que si gana las elecciones impulsará en los primeros cien días de su mandato un pacto territorial por la austeridad y la eficiencia, una estrategia nacional que "ponga fin a duplicidades y solapamientos entre administraciones".

   En tales términos se ha expresado el líder del PP en calidad de aspirante a la presidencia del Gobierno, más que como principal líder de la oposición, y  ha enmarcado la referida medida en la necesidad de acometer una profunda reestructuración de las administraciones públicas, a todos los niveles. Y "eso empieza por conseguir que, en cada nivel de competencia, gaste sólo una administración, la que sea más eficaz, pero sólo una", para lo cual ha solicitado la colaboración de la Conferencia de Presidentes Autonómicos y de la Federación Española de Municipios y Provincias.
   Y es que, tal y como ha advertido, es preciso que las administraciones dejen de malgastar los recursos públicos, "disminuyendo los gastos superfluos e innecesarios, las duplicidades y las ineficiencias", lo que conllevaría a que éstas equilibraran su déficit y tuvieran una menor necesidad de crédito, de forma que éste podría canalizarse hacia las familias y las empresas para consumir, invertir, emprender y contratar.
   Al respecto, Rajoy entiende que la descentralización es la vía más adecuada para acercar la administración a los ciudadanos y sus necesidades, pero no puede ser la excusa para multiplicar aparatos burocráticos que acaban alejándola más de ellos. "Las administraciones tienen que ocuparse de sus propias competencias, pero no pueden vivir de espaldas unas de las otras, no pueden vivir encerradas en sí mismas porque todas forman parte de un proyecto común", ha sentenciado.
   Esta medida de lucha contra la duplicidad administrativa y otras propuestas, que, según ha advertido, no son las del "cuento de la lechera" sí son, en su opinión, de vital importancia ante una situación actual que exige actuar a un mismo tiempo sobre "lo urgente y lo necesario", en el primer caso para estabilizar el sistema financiero "para que la marca España deje de ser un lastre para la economía" y en el segundo ámbito con reformas estructurales para recuperar el crecimiento económico y generar empleo.
   De hecho, y para afianzar que sus propuestas no son cantos de sirena, el dirigente nacional popular ha indicado que propone lo mismo que el PP hizo a partir de 1996 y que, año y medio más tarde, "ya había puesto a la economía española a velocidad de crucero".
   Otra de las medidas planteadas y comprometidas en los primeros cien días de mandato es la nueva Ley de Estabilidad Presupuestaria, que estaría aprobada en el BOE antes del 30 de junio, así como una Ley de Transparencia, Buen Gobierno y Acceso a la Información Pública, aunque el aspirante del PP a la Presidencia ha puesto el énfasis, sobre todo, en la estabilización del sistema financiero, proceso que, en su opinión, ha seguido un desarrollo muy lento y ha derivado hacia una situación en la que las instituciones de este sector no cumplen el fin para el que fueron creadas.
   A este respecto, ve obligada una política de saneamiento de los balances de las entidades financieras, tarea en la que, según entiende, han de estar apoyadas por el Estado en algunos aspectos muy concretos, como a la hora de poner en el mercado activos inmobiliarios (inmuebles y suelo) que se encuentran en sus manos.

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