viernes, 30 de diciembre de 2011

Rouco advierte de que el hombre no es dueño de la vida ni de la familia ni del matrimonio


MADRID.- El cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha advertido de que el hombre "no es dueño" de la vida ni de la familia ni el matrimonio, en su homilía de la Misa de las Familias que se ha celebrado este viernes en la madrileña Plaza de Colón.

   En este sentido, ha advertido de que el hombre no es dueño sino "servidor de la vida desde el momento en que es concebida hasta la muerte natural" y que, por tanto, "ninguna instancia humana puede disponer de la vida humana de un ser inocente".
   Además, ha alertado del "estremecedor" el numero de niños "a los que se les ha impedido nacer en estas tres ultimas décadas". En esta línea, ha recordado las palabras pronunciadas por el beato Juan Pablo II en la Misa de las Familias de 1982 en Madrid, cuando dijo que "quien negare la defensa a la persona humana más inocente y débil, a la persona humana ya concebida aunque todavía no nacida, cometería una gravísima violación del orden moral".
   De hecho, ha señalado que el panorama demográfico, social y humano de las actuales sociedades europeas, incluida la española, sería "diferente" si se hubiese escuchado entonces al Papa.
   Así, ha subrayado que el derecho a la vida es "la base ética primordial de todo ordenamiento jurídico que quiera considerarse justo" pero además, "ha de ser respetado, protegido y promovido" en cuanto anterior a Él.
   Por otro lado, el cardenal Rouco Varela ha advertido de que el hombre tampoco puede disponer de la institución matrimonial y familiar "a su antojo, como si fuese su dueño" porque también tiene su fundamento "inamovible" en el orden de la naturaleza anterior.
   De esta forma, ha llamado a "respetar, proteger y promover" la familia para el bien común de las personas y los pueblos y ha recordado la 'Familiaris Consortio' de Juan Pablo II en la que decía que en ese momento histórico --hace treinta años-- "en que la familia es objeto de fuerzas que tratan de destruirla o deformarla, la Iglesia (...) siente de manera mas viva su misión de proclamar el designio de Dios sobre el matrimonio y la vida".
   "¡Cuán otra sería la situación humana y espiritual de las sociedades europeas de hoy, sin excluir no pocos sectores de la comunidad eclesial, si se hubieran tomado en serio sus enseñanzas! ¡Cuántos dramas personales y familiares se hubieran podido evitar y cuantas jóvenes vidas desestructuradas hubieran podido lograrse!", ha exclamado.
   Por ello, ha recordado que si el matrimonio no es vivido en todo momento como "una mutua donación entre marido y mujer generosa y gratuitamente abierta a la donación de la vida a los hijos, pierde su autenticidad".
   En este sentido, ha afirmado que los tiempos son "difíciles" para las familia cristiana "fiel, indisoluble y abierta sin desnaturalizaciones voluntarias y sin reservas irresponsables al don de los hijos".
   "¡Cuanto cuesta hoy a una sociedad tan intensamente influida y condicionada por una visión materialista y egocéntrica del hombre y de su historia comprender y aceptar el Evangelio de la vida, del matrimonio y de la familia!", ha remarcado.
   No obstante, ha insistido en que a la luz de la razón se puede conocer lo que significa "el valor de la vida humana" y "la recta concepción del matrimonio y la familia". Asimismo ha subrayado que "apremia" reconocer su naturaleza para su justo ordenamiento.
   Además, se ha dirigido a los jóvenes de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) presentes en el lema de esta fiesta --'Gracias a la familia cristiana hemos nacido' los jóvenes de la JMJ-- para que den su "afirmación valiente" al matrimonio y la familia cuya valoración sufre "una dura y critica situación".
   Finalmente, les ha recordado su tarea en la Nueva Evangelización para "acabar con el cansancio de ser cristianos que experimentamos en Europa", lo mismo que remarcó el Papa Benedicto XVI en su discurso de Navidad.

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