MADRID.- Los sacerdotes de la Diócesis de Alcalá de Henares leerán en las
misas de este sábado por la tarde y este domingo unas palabras de apoyo
al obispo complutense, Juan Antonio Reig Plà, y repartirán entre sus
fieles contenidos del catecismo sobre la homosexualidad, según ha
informado el Arzobispado de Alcalá.
En un comunicado, el Arzobispado explica que serán unas
palabras de adhesión a la Doctrina Católica enseñada por el obispo y
también de adhesión a su persona. Asimismo, "invitarán a todos los
fieles a orar por la libertad religiosa, por el obispo y por los que
persiguen o manifiestan incomprensión y rechazo a la enseñanza de la
Iglesia Católica".
Según señalan, el obispo "está siendo perseguido por algunos
lobbys, algunas instituciones civiles y algunos medios de comunicación,
por enseñar, con caridad y verdad, diversos aspectos de la Doctrina de
la Iglesia, y en particular por recordar algunos textos contenidos en el
Catecismo de la Iglesia Católica".
Así pues, aseguran desde el Arzobispado que "como expresión de
solidaridad y adhesión pública a la Iglesia, a su cabeza visible el
Papa Benedicto XVI y a su obispo", los sacerdotes repartirán entre los
fieles las copias de los textos que recoge el catecismo.
Se trata de un texto sobre 'Castidad y homosexualidad' y un
documento del Pontificio Consejo para la Familia-Dicasterio de la Santa
Sede titulado 'Sexualidad Humana: Verdad y Significado'.
La polémica alrededor del obispo surgió esta semana después de
que el Ayuntamiento de Alcalá de Henares aprobase una moción para pedir
la retirada de toda invitación protocolaria a actos oficiales del
Consistorio a Reig Plà por ser contrarios a las declaraciones que hace
éste sobre los homosexuales.
En el texto de 'Castidad y Homosexualidad', se explica que la
homosexualidad "designa las relaciones entre hombres o mujeres que
experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia
personas del mismo sexo" y que "reviste formas muy variadas a través de
los siglos y las culturas".
En el mismo sentido, destacan que "su origen psíquico
permanece en gran medida inexplicado" y que "apoyándose en la Sagrada
Escritura que los presenta como depravaciones graves", la Tradición ha
declarado siempre que "los actos homosexuales son intrínsecamente
desordenados" (Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración
Persona humana, 8).
"Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al
don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y
sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso", reza el documento
repartido.
Por otro lado, destaca que el "número apreciable de hombres y
mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas" y
que esta inclinación, "objetivamente desordenada, constituye para la
mayoría de ellos una auténtica prueba".
En la misma dirección, aseguran que "deben ser acogidos con
respeto, compasión y delicadeza". "Se evitará, respecto a ellos, todo
signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a
realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al
sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a
causa de su condición", añaden.
Por otro lado, explican que las personas homosexuales "están
llamadas a la castidad". "Mediante virtudes de dominio de sí mismo que
eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad
desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben
acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana", apuntan.
Las palabras entregadas a los fieles hacen referencia también a
que "la ignorancia involuntaria puede disminuir, y aún excusar, la
imputabilidad de una falta grave, pero se supone que nadie ignora los
principios de la ley moral que están inscritos en la conciencia de todo
hombre".
"Los impulsos de la sensibilidad, las pasiones pueden
igualmente reducir el carácter voluntario y libre de la falta, lo mismo
que las presiones exteriores o los trastornos patológicos. El pecado más
grave es el que se comete por malicia, por elección deliberada del
mal", señalan.
En el texto del Pontificio Consejo para la Familia, que lleva
el título de 'Sexualidad Humana: Verdad y Significado' se habla de que
muchos casos, "especialmente si la práctica de actos homosexuales
no se ha enraizado", pueden ser "resueltos positivamente con una
terapia apropiada".
"En cualquier caso, las personas en estas condiciones deben
ser acogidas con respeto, dignidad y delicadeza, evitando toda injusta
discriminación", insisten, al tiempo que dicen que si los padres, por su
parte, cuando advierten en sus hijos, en edad infantil o en la
adolescencia, "alguna manifestación de dicha tendencia o de tales
comportamientos, deben buscar la ayuda de personas expertas y
calificadas para proporcionarle todo el apoyo posible".
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