MADRID.- El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha defendido este viernes en el Pleno de constitución de la comisión de investigación por el caso Madrid Arena que las responsabilidades políticas "no acaban" con la dimisión de Pedro Calvo como máximo responsables de Madrid Espacios y Congresos.
Lissavetzky ha explicado que su grupo propuso la creación de esta comisión para "depurar responsabilidades y evitar que hechos como éste se produzcan otra vez".
Después de asegurar que no entraría en los aspectos jurídicos, sí se ha
referido a la imputación de Calvo. "Partimos de la presunción de
inocencia y deseamos que le vaya bien en el camino judicial pero creemos
que las responsabilidades políticas no acaban aquí", ha añadido.
Ha confesado su "descontento" con la alcaldesa, Ana Botella, por
su gestión de la tragedia ya que considera que no ha habido
transparencia, sumado a la "mala información inicial, cuando la
actuación del vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva, parecía la del
portavoz de la organización".
Sobre la investigación interna presentada ayer, el socialista cree
que es "autoexculpatoria, incongruente, inexacta, parcial, donde no se
puede acceder a los anexos porque dicen que hay nombres de personas y
cuando no la firma nadie".
El edil ha avanzado algunas de las cuestiones que su grupo
planteará en la comisión, como por qué se contrató con una empresa no
sólo morosa con la Seguridad Social sino también con la Administración,
como recoge el informe presentado ayer, que señala que la firma del
evento quedaba pendiente de que la empresa abonara lo que adeudaba por
espectáculos anteriores. "Y encima siendo una empresa preferente para Madrid Espacios y Congresos", ha rematado antes de preguntarse si pudo haber "trato de favor".
También se interesarán por el baile de cifras con el aforo, por el
operativo de la Policía municipal y por las deficiencias del Madrid Arena y los defectos encontrados en 2010, que fueron señalados como "el difícil acceso a los bomberos, los recorridos de evacuación, los materiales o los cuellos de botella en las escaleras".
"¿Se han subsanado?", ha preguntado el edil. Ante eso ha preguntado a la alcaldesa si "prefieren la rentabilidad o la seguridad".
Por último, Lissavetzky ha dicho que "moriría de vergüenza" si la Delegación de Gobierno "desmintiera" un informe hecho por su equipo. "Dicen que no tienen nada que ocultar pero sí mucho que explicar", ha concluido.
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