Así, Iglesias ha dado el visto bueno al modelo de votación que había pedido Errejón, o sea que las primarias para elegir el candidato y el conjunto de la lista se celebren al mismo tiempo.
La dirección del partido morado ha aprobado también la exigencia de que la lista que se referencie en el candidato ganador, "aún en el caso de que no llegara a acuerdos para proponer una lista de consenso entre diferentes sensibilidades", tenga una mayoría holgada si es la lista más votada.
Asimismo, acepta que el ganador de las primarias designe un comité de campaña "de su confianza" y dirija la misma en colaboración con los órganos de Podemos, "pero con autonomía".
Por otro lado, la dirección de Podemos apoya también la exigencia de "pluralidad" de Lorena Ruíz-Huerta, la otra candidata en las primarias, de forma que las listas minoritarias cuenten también con posiciones de salida.
El pasado miércoles, el Consejo Ciudadano de Madrid acordó que las primarias para las autonómicas se celebraran "lo antes posible", un adelanto en el proceso provocado por la polémica del máster de Cristina Cifuentes.
Iglesias y los miembros de la dirección estatal han insistido en los últimos meses públicamente en apremiar a Errejón a confirmar ya su candidatura, aunque él prefería seguir trabajando "a fuego lento" la construcción de una alternativa para Madrid.
Esta misma semana, Errejón mostraba su desacuerdo con que se votara el candidato por un lado y el resto de aspectos de la candidatura, por otro. Defendió que quiere presentarse a las elecciones con un proyecto "serio" e "íntegro". 
Ante esto, y las posibilidades de que su candidatura quedara en el aire, Pablo Iglesias le advirtió el jueves que "ni media tontería con cuestiones internas".