MADRID.- 22,6 millones de euros. Ése era el precio que esperaba ingresar, como mínimo, el Ministerio de Defensa por la venta de los terrenos que ocupó hasta 2004 el Hospital del Aire en
la madrileña calle de Arturo Soria. La subasta, sin embargo, ha quedado
desierta, según las fuentes consultadas, debido al temor que despierta
entre los inversores cualquier proyecto que requiera de algún tipo de
permiso o tramitación urbanística por parte del Ayuntamiento de Madrid, según El Confidencial.
El solar donde se levantaban las antiguas instalaciones hospitalarias militares,
con casi 30.000 metros cuadrados de superficie, está en desuso, ya que
aunque en 2003 el propio Consejo de Ministros aprobó un presupuesto de
85 millones de euros para levantar el Hospital Central de Defensa, lo
cierto es que dichos planes nunca llegaron a concretarse. Dicha decisión
provocó que un año más tarde el hospital, que fue construido en los
años setenta y fue concebido para prestar servicio al personal de las
Fuerzas Armadas, fuera demolido.
Desde entonces, dos edificios anexos de las antiguas instalaciones aún se mantienen en pie, aunque se encuentran completamente abandonados y tapiados para
impedir que nadie entre en ellos. El resto de la parcela —28.341 metros
cuadrados— está llena de escombros y la vegetación ha ido extendiéndose
a su antojo. Además, tal y como llevan años quejándose los vecinos,
ratas, gatos, perros, conejos y todo tipo de aves han encontrado cobijo
en esta extensa parcela.
En la web participativa del ayuntamiento, Decide Madrid, uno de estos vecinos busca apoyos
para que sobre dicha parcela se levante un edificio de uso cívico
—centro deportivo, médico, de actividades culturales o centro de día
para mayores—, al tiempo que denuncia que "el vallado está desplomado,
nadie realiza el mínimo mantenimiento y entiendo que es un punto de
riesgo sanitario para el entorno, aparte de la imagen lamentable que
da".
El Ministerio de Defensa ya intentó desprenderse el solar en 2011 en
un contexto de crisis económica e inmobiliaria. A pesar de ello, en
aquel momento se barajaban 35 millones de euros, 10 millones más de los
que espera obtener en la actualidad, cuando la situación del mercado es
completamente diferente y el apetito por el suelo es voraz.
De hecho, los terrenos se encuentran situados en Madrid capital,
a 10 kilómetros del aeropuerto. Su dotación es de equipamientos de la
salud y su desarrollo requiere conservar el jardín catalogado con nivel
de protección 3, tal y como figura en el pliego de la subasta. No
obstante, sería posible el cambio de uso a dotacional privado o
residencial mediante un cambio del Plan General de Ordenación Urbana
(PGOU) de Madrid, tal y como aparece en Addmeet, el portal de subastas inmobiliarias que ha elegido Defensa para dar visibilidad a esta transacción.
Subasta de activos por 37 millones
Este solar se suma a otros 10 activos repartidos por toda España que el Ministerio de Defensa ha
decidido sacar a subasta por 37 millones de euros. Cifra que, de
concretarse, se sumarían a los 42,5 millones que logró la cartera que
dirige María Dolores de Cospedal a finales del año pasado cuando
adjudicó a Realia Business y Pryconsa dos solares finalistas por 42,6 millones en Alcalá de Henares y en Vicálvaro.
Con todas estas operaciones, Defensa prentede aprovechar el enorme apetito que hay por comprar suelo en Madrid dentro del sector promotor y la enorme escasez de buenos terrenos finalistas en este mercado. No obstante, operación Campamento,
la gran operación inmobiliaria de Defensa, aún sigue en el aire. Por
sus 1,5 millones de metros cuadrados podrían llegar a pagarse hasta 200
millones de euros.
No es la primera vez que Defensa se queda sin postores en la subasta
de alguno de sus activos. Hace justo dos años, la situación de
inseguridad urbanística que los inversores inmobiliarios achacan al
Ayuntamiento de Madrid, también provocaron que quedara desierta la
subasta de un solar de 58.493 metros cuadrados situados junto a la famosa operación Campamento, y por los que esperaba obtener 9,5 millones de euros.
Fomento retoma la venta de suelo
La enajenación de activos públicos quedó totalmente congelada en 2008, con el estallido de la burbuja inmobiliaria. Solo algunas administraciones como la Comunidad de Madrid, la Junta de Andalucía
o el Ministerio de Defensa se arriesgaron a sacar a la venta su
ladrillo cuando los síntomas de recuperación aún no habían hecho acto de
presencia en el mercado inmobiliario.
En mayo de 2013, el Ministerio de Defensa anunció su intención de vender inmuebles y solares
con los que esperaba obtener 500 millones de euros. La mayoría de ellos
se encontraban ubicados en la Comunidad de Madrid. En todo este tiempo,
se ha cerrado la venta de activos importantes.
La
operación más sonada, sin duda, fue la subasta de los terrenos situados
en la calle Raimundo Fernández-Villaverde, adquiridos por la gestora de cooperativas Domo,
por 111 millones de euros. Unos terrenos llenos de polémica que no
consiguieron el OK definitivo para la construcción de las viviendas
hasta casi dos años después de su adjudicación.
Un proyecto solamente superado en cuanto a ruido mediático por la archiconocida operación Campamento. Un desarrollo que
acumula un retraso de más de una década y cuya venta, hace tres años,
parecía inminente pero a día de hoy sigue viéndose muy lejana.
Tres lustros abandonado
Este
año se cumplen tres lustros desde que el antiguo Hospital del Aire dejó
de funcionar. En septiembre de 2003, el Consejo de Ministros llegó a
autorizar la construcción del nuevo Hospital Central de la Defensa en Madrid,
con una superficie de casi 97.000 metros cuadrados, 340 camas en
habitaciones individuales y un aparcamiento subterráneo de 600 plantas.
Entonces ordenó la modificación del planeamiento urbanístico municipal para su adaptación a las obras y fijó un presupuesto de 85 millones de euros para su construcción, sin contar los equipos médicos ni el mobiliario.
La idea del Estado en aquel momento era que las nuevas instalaciones sustituyeran al Hospital Gómez Ulla (Carabanchel) y que el nuevo hospital —previo convenio con la Comunidad de Madrid— pasase al sistema público sanitario, como reclamaban los vecinos. La decisión provocó que el Hospital del Aire fuese demolido. La inauguración estaba prevista para finales de 2008 o principios de 2009, pero nunca llegó. De hecho, nunca llegaron a iniciarse los trabajos para su construcción.
Entonces ordenó la modificación del planeamiento urbanístico municipal para su adaptación a las obras y fijó un presupuesto de 85 millones de euros para su construcción, sin contar los equipos médicos ni el mobiliario.
La idea del Estado en aquel momento era que las nuevas instalaciones sustituyeran al Hospital Gómez Ulla (Carabanchel) y que el nuevo hospital —previo convenio con la Comunidad de Madrid— pasase al sistema público sanitario, como reclamaban los vecinos. La decisión provocó que el Hospital del Aire fuese demolido. La inauguración estaba prevista para finales de 2008 o principios de 2009, pero nunca llegó. De hecho, nunca llegaron a iniciarse los trabajos para su construcción.
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