lunes, 24 de junio de 2019

El giro a la derecha y el 'no' a Sánchez desatan una ola de deserciones en Ciudadanos

MADRID.- Las primeras dimisiones de peso que se producen en Ciudadanos a causa del giro a la derecha del partido, las de Toni Roldán, Javier Nart y la del candidato en Asturias, Juan Vázquez, han abierto una crisis sin precedentes en la formación naranja y han supuesto un duro revés para Albert Rivera.

Sobre todo ha sido un mazazo la del portavoz económico de Cs en el Congreso, Toni Roldán, un hombre de la máxima confianza de Rivera que deja el partido por la política de pactos con el PP e indirectamente con Vox y la negativa de la dirección a facilitar un Gobierno estable con los socialistas, aunque no lo ha mencionado expresamente.
Unas horas más tarde ha sido el eurodiputado Javier Nart quien dimitía de su cargo en la Ejecutiva nacional -sigue en Cs y mantiene su escaño en la Eurocámara- después de que la dirección ratificara en una votación imprevista mantener el veto a Sánchez y no abrir una vía de negociación con el líder del PSOE.
Esta vez no ha habido unanimidad (24 votos a favor de mantener el veto al PSOE, 4 en contra y 3 abstenciones) como si la hubo cuando la Ejecutiva decidió en febrero pasado no facilitar ningún gobierno del secretario general del PSOE y con esa promesa se presentó a las generales del 28 de mayo.
Ese compromiso sí lo suscribió entonces Toni Roldán, tal como ha recordado la portavoz del partido naranja, Inés Arrimadas, quien le ha animado a explicar por qué ha cambiado ahora de criterio.
La votación se ha celebrado a propuesta de Nart y del portavoz de Cs en el Parlamento Europeo y responsable de Economía del partido, Luis Garicano, que han sido los dos más abiertamente críticos con los movimientos de aproximación a Vox que está llevando a cabo la formación naranja a través de la "fórmula andaluza".
Otro de los votos en contra ha sido el de Francisco Igea, candidato a la Presidencia de Castilla y León, que fue el que desencadenó la primera crisis en Ciudadanos hace unos meses tras plantar cara a la dirección al presentarse contra la candidata del aparato, la expopular Silvia Clemente, cuyo victoria tuvo que ser anulada por irregularidades aún no justificadas.
Después, ha mantenido un poco el pulso a la cúpula porque se resistía a pactar un gobierno con el PP en su comunidad, pero finalmente se ha avenido a aceptarlo.
El cuarto voto en contra ha sido de Fernando Maura, un discreto dirigente, responsable del Área de Exteriores, de quien no se conocía su posicionamiento en esta cuestión.
Según han manifestado hoy algunos dirigentes presentes en la reunión de este lunes, la marcha de Roldán se ha abordado sin problemas y con total libertad, y han asegurado estar convencidos de que las dimisiones de hoy no van a abrir la espita para más renuncias.
No obstante, Garicano, mentor de Roldán, ha advertido a través de su cuenta de Twitter que seguirá luchando por las ideas del ya exdiputado naranja, de quien ha contado que convenció hace cuatro años para que se enrolara en este barco: "nadie ha sido más leal al proyecto, nadie ha hecho más por conseguir políticas reformistas y regeneradoras para España".
Menos explícito en su apoyo a Roldán ha sido Paco Igea, que tan solo ha colgado una foto en su cuenta abrazándose con él.
El líder de Ciudadanos ha hablado también de Roldán a través de esta red social y se ha apresurado a pasar página al limitarse a darle las gracias por su trabajo y pasar a renglón seguido a dar la bienvenida a la Ejecutiva a uno de sus fichajes estrella, el exvicepresidente de Coca Cola Marcos de Quinto, y al abogado del Estado Edmundo Bal a la portavocía adjunta del grupo parlamentario.
También se la ha dado a Carina Mejías que entra como diputada en el Congreso en sustitución de Roldán.
La semana empieza para Cs de una manera aún más agitada que la anterior, cuando a las voces internas que cuestionaban la centralidad del partido se sumaron algunas de sus socios liberales europeos, como Francia, que ven con mucha preocupación el acercamiento a Vox, vía PP.
También la de Manuel Valls, que entró al choque con Ciudadanos después de que el partido rompiera con él en el Ayuntamiento de Barcelona por apoyar que repitiera Ada Colau como freno al independentismo.
Ciudadanos repite una y otra vez que no están negociando nada con el partido de ultraderecha y que su socio prioritario es el PP, como así acordó la Ejecutiva el 3 de junio, pero sí se han sentado con Vox, por ejemplo, en Madrid para hablar de la Mesa de la Asamblea y en Palencia hay un documento firmado por ambos, aunque el partido de Santiago Abascal no forma parte del equipo de Gobierno local que presiden los naranjas.
Al margen de las dimisiones y la brecha que esto abre en la formación, Cs se mantiene en el "no es no" a Sánchez, reforzado con la votación de este lunes y con el rechazo de Rivera a reunirse con el presidente del Gobierno en funciones, como éste le solicitó hace una semana.
Entienden que no hay nada más que hablar puesto que Rivera ya había dejado claro a Sánchez en dos ocasiones y en persona que no apoyaría su investidura "ni por activa ni por pasiva".

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