MADRID.- El portavoz adjunto de UPyD en el Congreso, Carlos Martínez Gorriarán, alerta al Gobierno de que, en lo que va de año, se han producido al mes 36 "ataques con punteros láser"
a pilotos aéreos durante las maniobras de aterrizaje, y pregunta qué
medidas se van a adoptar para evitar este tipo de incidentes.
Según consta en una pregunta parlamentaria, Aena y las asociaciones profesionales de pilotos de aerolíneas "están preocupados por el incremento de incidentes" causados por deslumbramientos con 'punteros láser' a pilotos de aviones durante el proceso de aterrizaje.
En concreto, Gorriarán cita datos de Aena que señala que en
lo que va de año se han registrado al menos 36 incidentes de este tipo,
que son "frecuentes" sobre todo en los aeropuertos de Madrid-Barajas, Valencia, Tenerife y El Prat de Barcelona.
Los "ataques" de esta naturaleza aumentan el estrés de los pilotos
durante la maniobra de aterrizaje, lo que a su vez incrementa las
posibilidades de que existan incidentes. Por eso, la formación magenta
pregunta al Ejecutivo "qué medidas piensa tomar en las instalaciones
aeroportuarias para que sea más difícil realizar este tipo de 'ataques
con láser'" y si tiene intención de adoptar otras reformas para "mejorar la seguridad del transporte aéreo".
De hecho, el pasado mes de octubre la Dirección de El Prat
trasladó las quejas de los pilotos por esta situación, y anunció que se
ha incrementado la presión policial en los puntos donde actúan los
infractores. También pidió a los ayuntamientos de Viladecans, Gavà y
Castelldefels que "castiguen a quienes se dedican a apuntar a los aviones".
Además, el Ayuntamiento de El Prat ha incluido en su ordenanza de
uso de las playas sanciones de entre 1.500 y 3.000 euros para quienes
emitan cualquier señal lumínica con puntos de luz, punteros láser u
objetos análogos que pueda alterar o perturbar la navegación aérea.
Según el responsable del Departamento de Seguridad Operacional y
Calidad del aeropuerto de El Prat, Juan José Hita, las primeras
incidencias se registraron en 2009 y en los últimos dos años han ido en
aumento por la popularización de los punteros láser.
En países como
Australia o los Estados Unidos está sancionado con penas de cárcel.
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