MADRID.- El aeropuerto de Madrid-Barajas, el más
afectado por la huelga de Iberia, perdió un 14,6 por ciento de pasajeros
hasta febrero al contabilizar 5,5 millones de clientes mientras que los
vuelos descendieron un 15,5 por ciento, con un total de 50.471
operaciones.
A nivel nacional, un total de 21,1 millones de pasajeros pasaron
por los aeropuertos de la red de Aena Aeropuertos en los dos primeros
meses del año, lo que supone un 9,7 por ciento menos, según informó este
viernes el gestor aeroportuario.
Durante los dos primeros meses del año se registraron un total de
227.756 operaciones, lo que supone un 16,2 por ciento menos que en el
mismo periodo del año anterior.
Solo seis de los 49 aeropuertos españoles consiguen mejorar sus
cifras. El aeropuerto de El Prat, con más de cuatro millones de
pasajeros, un 6 por ciento menos y un 10,6 por ciento menos de
operaciones, hasta 35.582 despegues y aterrizajes, con un repunte del
5,4 por ciento en carga, alcanzando 15.214 toneladas.
Asimismo, el aeródromo de Gran Canaria se situó en tercera
posición con más de 1,7 millones pasajeros en los dos primeros meses del
año, un 6,9 por ciento menos que en el mismo periodo de 2012, tras ver
reducidas sus operaciones en un 13,6 por ciento, con 16.158 aterrizajes y
despegues.
Tras ellos se situaron el aeropuerto de Tenerife Sur, que superó
los 1,4 millones de pasajeros (-4,9 por ciento); el de Palma de
Mallorca, con 1,1 millones de viajeros (-8,8 por ciento) y el de
Málaga-Costa del Sol también con 1,1 millones de pasajeros (-3,2 por
ciento).
El gestor aeroportuario cerró 2012 con 194,2 millones de
pasajeros, un 5 por ciento menos que en 2011, y un total de 1,9 millones
de operaciones, lo que supuso un descenso 10,1 por ciento con respecto
al año anterior
En febrero los aeropuertos españoles registraron un total de 10,4
millones de pasajeros, un 10,2 por ciento menos de pasajeros, y con una
disminución del número de operaciones del 17,3 por ciento hasta las
110.298.
Así, el aeropuerto madrileño experimentó un descenso del 16,2 por
ciento en el número de pasajeros, con 2,6 millones, seguido del
aeródromo de Barcelona-El Prat, con algo más de dos millones de
viajeros, lo que supone un descenso del 4,3 por ciento.
También el aeropuerto de Gran Canaria vio caer su tráfico en un 8
por ciento, hasta 835.154 pasajeros, al igual que el de Tenerife Sur,
que registró un descenso del 3,9 por ciento, con 734.822 viajeros.
Concentración en la T4
Unos 1.300 trabajadores de Iberia, según fuentes policiales, se han concentrado este viernes en la T4 del aeropuerto de Madrid-Barajas para protestar contra el plan de reestructuración, cuando se cumplen diez días de huelga, pese a que la Delegación del Gobierno en Madrid no autorizó la concentración.
En un principio, los sindicatos habían convocado a los trabajadores de Iberia en el vial de autoridades de la terminal, sin embargo la Delegación del Gobierno de Madrid decidió ayer no autorizarlo.
Pese a ello, empleados de Iberia se han reunido para protestar en la planta de salidas de la T4, confluyendo en un principio en la zona de restauración ante la sorpresa de los viajeros y en medio de un amplio dispositivo policial con 48 furgones y decenas de agentes, que franquearon la zona de mostradores y facturación de la compañía.
Los manifestantes han dado varias vueltas a la terminal T4 realizando una sonora pitada y exigiendo una solución al conflicto abierto entre dirección y sindicatos por el plan de reestructuración propuesto por Iberia, que implica 3.807 despidos.
Los paros convocados han obligado a cancelar este viernes un total de 256 vuelos de las compañías del grupo Iberia. Sin embargo, no se han originado grandes colas ante los mostradores de la aerolínea a diferencia de lo que viene sucediendo desde el inicio de la huelga, el pasado 18 de febrero.
Entre las consignas lanzadas por los trabajadores, se pudo escuchar insultos hacia el consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano, y hacia el presidente de la compañía, Antonio Vázquez, a quienes exigieron el "mantenimiento de los puestos de trabajo y un futuro para la compañía".
Varios de los trabajadores portaban carteles con el rostro de Vázquez, al tiempo que en otras pancartas lanzaban el mensaje "el lunes solución o en Semana Santa demolición".
Respecto a la mediación, señalaron que lo único que pueda aportar es que "la agonía sea más lenta", ya que "Iberia en un medio espacio de tiempo va a desaparecer o quedar relegada a una empresa 'low cost' de muy poco calado internacional".
El mediador en el conflicto de Iberia, el catedrático Gregorio Tudela, ha convocado a los sindicatos y a la dirección de la compañía para el próximo lunes, para que se pronuncien sobre una propuesta definitiva, que rebaja a 3.147 los despidos y prorroga el ERE en vigor hasta 2015, y decidan si la aceptan o no.
A la espera del encuentro del lunes, los sindicatos amenazan con huelga indefinida si Iberia ejecuta los despidos ante la falta de acuerdo a partir del 14 de marzo, fecha en la que finaliza la negociación del ERE presentado por la compañía.
Uno de los empleados de Iberia, Juan Antonio González, explicó que "hay muchos compañeros que necesitan el trabajo" y que "la lucha busca mantener una compañía que es una fuente de riqueza para el país".
Respecto a la presencia policial, opinó que solo se justifica ante la actitud del Gobierno que, a su juicio, "defiende a los delincuentes, sin vergüenzas, y a los que tienen el poder económica, mientras que a los trabajadores se les trata como criminales".
"Iberia es mi vida, mi compañía, la de mi familia y la de todos los españoles", zanjó.
Otro de los trabajadores, Santiago Morales, lamentó "el desmantelamiento de Iberia" y el declive de la compañía española desde la fusión con British Airways.
En este sentido, varios trabajadores criticaron a la directiva de Iberia. "Se ha forrado a costa nuestra y nos han vendido como a borregos", apuntaron. Incluso algunos, mostraron su resignación ante el ERE planteado al considerar que "ya está hecho" ante el mayor poder de decisión de la británica.
De igual forma, denunciaron que Iberia deje líneas deficitarias en favor de British Airways y exigieron que el Gobierno "tome cartas en el asunto ya".
Concentración en la T4
Unos 1.300 trabajadores de Iberia, según fuentes policiales, se han concentrado este viernes en la T4 del aeropuerto de Madrid-Barajas para protestar contra el plan de reestructuración, cuando se cumplen diez días de huelga, pese a que la Delegación del Gobierno en Madrid no autorizó la concentración.
En un principio, los sindicatos habían convocado a los trabajadores de Iberia en el vial de autoridades de la terminal, sin embargo la Delegación del Gobierno de Madrid decidió ayer no autorizarlo.
Pese a ello, empleados de Iberia se han reunido para protestar en la planta de salidas de la T4, confluyendo en un principio en la zona de restauración ante la sorpresa de los viajeros y en medio de un amplio dispositivo policial con 48 furgones y decenas de agentes, que franquearon la zona de mostradores y facturación de la compañía.
Los manifestantes han dado varias vueltas a la terminal T4 realizando una sonora pitada y exigiendo una solución al conflicto abierto entre dirección y sindicatos por el plan de reestructuración propuesto por Iberia, que implica 3.807 despidos.
Los paros convocados han obligado a cancelar este viernes un total de 256 vuelos de las compañías del grupo Iberia. Sin embargo, no se han originado grandes colas ante los mostradores de la aerolínea a diferencia de lo que viene sucediendo desde el inicio de la huelga, el pasado 18 de febrero.
Entre las consignas lanzadas por los trabajadores, se pudo escuchar insultos hacia el consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano, y hacia el presidente de la compañía, Antonio Vázquez, a quienes exigieron el "mantenimiento de los puestos de trabajo y un futuro para la compañía".
Varios de los trabajadores portaban carteles con el rostro de Vázquez, al tiempo que en otras pancartas lanzaban el mensaje "el lunes solución o en Semana Santa demolición".
Respecto a la mediación, señalaron que lo único que pueda aportar es que "la agonía sea más lenta", ya que "Iberia en un medio espacio de tiempo va a desaparecer o quedar relegada a una empresa 'low cost' de muy poco calado internacional".
El mediador en el conflicto de Iberia, el catedrático Gregorio Tudela, ha convocado a los sindicatos y a la dirección de la compañía para el próximo lunes, para que se pronuncien sobre una propuesta definitiva, que rebaja a 3.147 los despidos y prorroga el ERE en vigor hasta 2015, y decidan si la aceptan o no.
A la espera del encuentro del lunes, los sindicatos amenazan con huelga indefinida si Iberia ejecuta los despidos ante la falta de acuerdo a partir del 14 de marzo, fecha en la que finaliza la negociación del ERE presentado por la compañía.
Uno de los empleados de Iberia, Juan Antonio González, explicó que "hay muchos compañeros que necesitan el trabajo" y que "la lucha busca mantener una compañía que es una fuente de riqueza para el país".
Respecto a la presencia policial, opinó que solo se justifica ante la actitud del Gobierno que, a su juicio, "defiende a los delincuentes, sin vergüenzas, y a los que tienen el poder económica, mientras que a los trabajadores se les trata como criminales".
"Iberia es mi vida, mi compañía, la de mi familia y la de todos los españoles", zanjó.
Otro de los trabajadores, Santiago Morales, lamentó "el desmantelamiento de Iberia" y el declive de la compañía española desde la fusión con British Airways.
En este sentido, varios trabajadores criticaron a la directiva de Iberia. "Se ha forrado a costa nuestra y nos han vendido como a borregos", apuntaron. Incluso algunos, mostraron su resignación ante el ERE planteado al considerar que "ya está hecho" ante el mayor poder de decisión de la británica.
De igual forma, denunciaron que Iberia deje líneas deficitarias en favor de British Airways y exigieron que el Gobierno "tome cartas en el asunto ya".
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