El mandato de la presidenta de Madrid Cristina Cifuentes se acaba un
año antes de que termine la legislatura una vez que Albert Rivera ha
exigido su retirada, por el caso del máster de la Universidad Rey Juan
Carlos, bajo la amenaza de apoyar la moción de censura presentada por
Ángel Gabilondo (PSOE) en la Asamblea de Madrid con la colaboración de
Podemos.
Cifuentes tiene la opción de resistir y quedarse en la oposición
madrileña mientras sus adversarios políticos continúan atacándola con el
máster en una comisión de investigación que, en ese caso, controlarán
ellos. Pero eso sería un inútil error de Cifuentes y un probablemente un
tormento inagotable.
Por el contrario, si Cifuentes, por doloroso que sea para ella,
decide dar un paso atrás para que la sustituya una persona de su
confianza en la Puerta del Sol que culmine la buena gestión de su
Gobierno en la legislatura, en ese caso el PP seguirá teniendo el
control de la Comunidad de Madrid hasta las elecciones de 2019, y el
sucesor de Cifuentes podrá cuidar de su equipo y confeccionar (con ella)
las próximas listas electorales madrileñas.
Lo que parece claro es que Rajoy -que no quiso hablar del caso ayer
en su visita oficial a Argentina- da por acabado el tiempo de Cifuentes y
además teme, en caso de que Cifuentes no dimita y se refugie en la
Oposición, que C's amplíe su venganza contra el PP rechazando los
Presupuestos de 2018 con los que Rajoy pretende asegurar su permanencia
en la Moncloa hasta 2020.
Lo que sí está claro, vista la firmeza de Rivera, es que a C's no le
temblará la mano si tiene que apoyar la moción de censura de Gabilondo
por más que en el PP algunos piensen que la foto de C's votando en
compañía del PSOE y Podemos les dañará electoralmente en el plano
nacional, lo que estaría por ver.
Otro asunto bien distinto pero importante será el saber qué ocurrirá a
partir de ahora con el PP de Madrid, que desde los tiempos de Gallardón
y luego en los de Aguirre, González y Cifuentes ha actuado como un
enclave con gran autonomía en el seno del Partido Popular.
Cosa que, a
partir de ahora, acabará porque las riendas del PP madrileño pasarán a
estar bajo el control de la Moncloa donde tanto la vicepresidenta Sáenz
de Santamaría como la ministra Cospedal pugnarán por controlar ese
importante espacio territorial.
E incluso no se descarta que Santamaría y Cospedal pretendan
disputarse la candidatura del PP a la presidencia de la Puerta del Sol,
con la esperanza de ganar en 2019 las elecciones autonómicas de Madrid
haciendo tándem con Pablo Casado (que explicó su máster) que
sería el candidato del PP a la alcaldía de Madrid. No en vano
Santamaría y Cospedal aspiran a suceder a Rajoy y si una de ellas domina
el PP de Madrid eso le ayudará.
(*) Periodista
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