MADRID.- Cristina Cifuentes no piensa dimitir. No quiere. Solo lo hará si se lo pide personalmente su jefe de filas, Mariano Rajoy.
Si la convence de que es la mejor salida a la crisis política provocada
por el caso máster. Muchos miembros de su Ejecutivo, no obstante,
quieren que la presidenta regional aguante el órdago de Ciudadanos, que
ya ha dicho que si no se va antes de que acabe el mes apoyará la moción
de censura presentada por el PSOE y habrá por tanto cambio en el
Gobierno de la Comunidad de Madrid. El enroque de Cifuentes no solo pone
en peligro su futuro político (ya de por sí muy tocado por este
escándalo), sino que pone también en la rampa de salida a todo su 'ejército' de altos cargos y asesores: a día de hoy, 247 personas, según el portal de transparencia autonómico, narra El Confidencial.
Un cambio en el Ejecutivo conllevará obligatoriamente salidas. Si el
PSOE se hace con las riendas de la Puerta del Sol (gobernaría en
solitario tras el apoyo en la moción de Podemos y Ciudadanos), aunque
sea de manera interina hasta las elecciones de la próxima primavera,
todo el equipo de Cifuentes tendrá que salir con ella, equipo que no
solo incluye a los altos cargos del Gobierno del PP, sino también a toda
una corte de asesores que ayudan a que la maquinaria de la
Administración regional se mueva. Actualmente, el Ejecutivo de Cifuentes
tiene 104 altos cargos y 143 asesores: 247 nombres que suman en salarios 16,7 millones de euros, según los Presupuestos regionales de 2017.
Este escenario se comenta ya entre las filas populares. El PP de Madrid ha cerrado filas en torno a su presidenta,
pero todos son conscientes de que si al final ella no se va (porque la
dirección nacional no la obliga) y Ciudadanos cumple su amenaza, se
perderán muchos empleos. Tras las últimas elecciones municipales de
2015, en las que el PP perdió muchas alcaldías, fueron bastantes los
cargos intermedios del partido que tuvieron que dejar los ayuntamientos y
pudieron buscar acomodo laboral en el Gobierno regional, que Cifuentes
conservó para los populares tras alcanzar un acuerdo de investidura con
Ciudadanos.
Los 104 altos cargos son consejeros, viceconsejeros, directores generales y secretarios generales técnicos. También muchos responsables y gerentes de empresas públicas,
nombrados por Cifuentes, como los directivos del Centro de Asuntos
Taurinos, del Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, del Organismo
Autónomo Madrid 112, de la Agencia de la Comunidad de Madrid para la
Reeducación y Reinserción del Menor Infractor, de Madrid Activa, del
Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo, del Imidra, de
Obras de Madrid, del Canal de Isabel II, de Metro de Madrid, del
Consorcio Regional de Transportes, de la Agencia de Vivienda Social o
incluso el director del Museo Arqueológico Regional. La lista es larga.
El único que seguramente está a salvo es el director general de Telemadrid, José Pablo López Sánchez,
que es elegido por el consejo de administración de la cadena y
ratificado por la Asamblea de Madrid (donde el PP no tiene mayoría). Los
altos cargos suman nueve millones de euros en
remuneraciones. La presidenta regional cobra 103.000 euros brutos al
año. Sus consejeros, 100.556 euros; y los viceconsejeros, 97.277 euros.
Los salarios entre directores generales y otros altos cargos de empresas
públicas oscilan entre los 75.000 y los 97.200 euros anuales.
Entre
los asesores están jefes de gabinete, jefes de prensa, asesores de
consejerías y parlamentarios, fotógrafos, técnicos de apoyo y
responsables de protocolo. Son 143 puestos que suman en salarios 7,7 millones de euros.
Sus retribuciones oscilan entre los 45.600 y los 74.700 euros brutos
anuales. La consejería que más eventuales tiene es Turismo, Cultura y
Deportes, con 23; seguida de Justicia, con 20. El departamento de
Comunicación y Protocolo tiene 19 trabajadores. Tras las elecciones
municipales y autonómicas de 2015, en las que el PP perdió en Madrid
muchas alcaldías, el partido utilizó la Comunidad de Madrid (que
conservó) para buscar acomodo laboral a muchos de sus cuadros medios.
En la secretaría general técnica está por ejemplo la hija del exdirector de la Guardia Civil Arsenio Fernández de Mesa. En Justicia es asesora Cristina Sánchez Masa, exconcejala de Boadilla del Monte y Pozuelo de Alarcón. En esta consejería también trabaja el exconcejal de Las Rozas Óscar Espadas López-Terradas. María Casado Nieto, exalcaldesa del municipio de Alpedrete, es asesora en Educación. Encarnación Rivero Flor, exregidora de Soto del Real, está en la Consejería de Familia y Políticas Sociales. María del Carmen Guijorro Belinchón, exalcaldesa
de San Martín de la Vega, es asesora en Medio Ambiente. No obstante,
Cifuentes redujo la estructura de confianza del Gobierno cuando llegó al
poder en el verano de 2015. Su predecesor en el cargo, Ignacio González, dejó aquel año el Ejecutivo con 122 altos cargos y 198 asesores.
Los próximos días serán decisivos. Las opiniones están divididas.
Hay quien piensa que la dirección nacional conservará la Comunidad de
Madrid y tendrá que 'sacrificar' a Cristina Cifuentes. Un escenario en
el que la estructura de altos cargos y asesores se mantendrá. Otros
creen que no hay que ceder al chantaje de Ciudadanos y esperar a que
llegue la moción de censura, ya que la formación naranja no se atreverá a
darle el Gobierno regional a la izquierda. Luego están los que piensan
que aunque esto suceda, es decir, que Ciudadanos cumpla su amenaza,
Cifuentes debe seguir en el partido, liderar la oposición y rearmar al
PP para las elecciones de 2019.
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