viernes, 15 de abril de 2011

Lissavetzky presenta un plan económico para reducir la deuda del Ayuntamiento de Madrid


MADRID.- El candidato socialista a la Alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha presentado este viernes el plan económico-financiero que aplicará en caso de ganar las elecciones del 22 de mayo y con el que pretende reducir la deuda municipal de los 6.453 millones actuales a 3.571 millones en 2015, con lo que estaría dentro de los límites legales que permiten una deuda equivalente al 110 por ciento de los ingresos corrientes.

   En rueda de prensa, Lissavetzky ha apuntado que esa reducción se conseguirá con la reducción media del 15 por ciento en los gastos corrientes de la capital incluidos en el capítulo 2 del presupuesto (sin tocar, eso sí, el gasto social).
   Y es que los socialistas aseguran que el anuncio de recortes por este porcentaje que hizo el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, en 2008 no se ha llevado a cabo, y que "si se ha conseguido algo ha sido por la bajada de sueldos de la Administración General del Estado". "Si lo podía hacer Gallardón, lo podemos hacer nosotros", ha apuntado a este respecto el socialista.
   Además, el PSOE también propone reducir la presión fiscal eliminando la Tasa de Basuras (supondría una reducción de ingresos de 144 millones que se compensaría con la recuperación de la Tasa de Basura para Grandes Generadores, que recaudaría 36 millones) y "adaptar" el resto de tipos y cuotas al IPC para contener su crecimiento.
   También introducirá bonificaciones sociales a través de gasto social en algunos impuestos como el IBI, con lo que se buscaría "atender a circunstancias específicas de especial dificultad"; y se remunicipalizarán algunas empresas como Madrid Calle 30, lo que "supondrá un ingreso extraordinario de 200 millones de euros".
   Por otra parte, el PSOE propone otros ajustes como la reducción de órganos directivos y personal de confianza --según los socialistas, actualmente hay 1,8 subordinados por cada jefe--, lo que supondrá un ahorro de 14,3 millones.
   También quiere limitar los arrendamientos para ahorrar 167,9 millones; reducir en 40 millones los gastos de publicidad y en otros 40 millones los de estudios y trabajos, ahorrar en contratos de limpieza, seguridad privada, mantenimiento de zonas verdes y vías públicas y en algunas externalizaciones hasta 103 millones; e implantar un Plan de Ahorro Energético para rebajar un 5 por ciento los gastos de luz, agua y telecomunicaciones (5 millones).
   Además, la reorganización del sector público municipal permitirá ahorrar otros 88 millones de euros mediante decisiones como la fusión de Promoción Madrid y el Patronato de Turismo, la devolución de su función original de gestor de espacios para ferias y congresos a Madrid Espacios y Congresos, o la disolución de Macsa o de la Agencia de Licencias.
   Lissavetzky también se ha comprometido a que el endeudamiento durante la próxima legislatura sea cero, y ha garantizado que sus recortes también permitirán destinar 2.316 millones de euros a inversión en toda la legislatura (579 millones al año), si bien no ha precisado si serán necesarias nuevas fuentes de ingreso ni cómo se articularían.
   Según los cálculos del PSOE, todos estos ajustes permitirían absorber el actual remanente de Tesorería de 641,2 millones de euros en tres ejercicios, así como reducir la deuda hasta los 3.571 millones de euros.
   Para ello, hará falta que "los ingresos sean superior a los gastos" todos los años de la legislatura, lo que permitirá "ahorrar" y destinar ese dinero a amortizar deuda, a recuperar la Tesorería y a invertir. "Será (necesario) un periodo difícil marcado por la austeridad para acabar con el despilfarro de Gallardón", ha insistido.
   Un proceso "doloroso, duro, de sudor y lágrimas" pero también "necesario, porque o se hace o (la situación financiera actual) no tendrá solución".
   Y es que, a juicio de los socialistas, la herencia que Gallardón ha dejado en las arcas municipales es "crítica", con unos "gastos de funcionamiento inasumibles, inversiones que se hacen sin estudios de viabilidad y sin contar con la colaboración de otras administraciones para cofinanciar, y cayendo en un incumplimiento pertinaz de los planes de ahorro y saneamiento" que plantea el propio Ejecutivo local.
   "Gallardón se ha hipotecado sin saber si podía pagar la hipoteca, y ahora no puede ni pagar la hipoteca ni hacer la compra. Ingresa menos de los gastos que tiene comprometidos, y además ya nadie se fía de él y no tiene crédito", ha resumido la número 2 de Lissavetzky en las listas, la diputada autonómica Ruth Porta.
   Porque, según los datos del PSOE, Gallardón ha multiplicado por cinco la deuda municipal desde que llegó a la Alcaldía, y los 6.453 millones que actualmente debe el Ayuntamiento son "el 46,3 por ciento de la deuda de las capitales de provincia y el 25 por ciento de la deuda de los 8.000 ayuntamientos del país", además de estar "37 puntos por encima del límite legal", ya que supone el 147 por ciento de los ingresos corrientes.
    Y no sólo es "alarmante" en términos absolutos, sino también en cuanto a la evolución que ha tenido las dos últimas legislaturas. Así, mientras Madrid ha pasado de 1.440 millones a 6.453 millones en ocho años, Barcelona ha reducido su deuda de 1.245 a 1.202 millones y Valencia la ha incrementado de 640 a 890 millones.
   Además, "todos los años de Gallardón han sido años de déficit brutal", ya que tan sólo en 2009 se cerraron las cuentas municipales con un superávit de 257,3 millones de euros, aunque según Lissavetzky fue gracias a los 554 millones aportados por el Plan E y a la autorización del Ministerio de Economía a asumir 1.105 millones de euros de deuda en ese ejercicio.
   Así, tras los 549 millones de 2004, los 386,5 millones de 2005, los 1.212 millones de 2006, los 1.531 millones de 2007 y los 1.260 millones de 2008, la capital ha liquidado sus cuentas del pasado año con un déficit de 754,4 millones, "el 18,96 por ciento de los ingresos consolidados".
   "De cada cinco euros que Gallardón ingresa, se gasta seis. Desde su primer año ha endeudado y gestionado mal, es un pésimo gestor", ha concluido el candidato a la Alcaldía, añadiendo que parece que el 'popular', "más que un problema de liquidez, tiene una patología de gestión que debería hacerse mirar".
   Además, Lissavetzky ha criticado que, ante todas estas cifras, el Gobierno local se justifique aludiendo a la crisis mundial, por una parte, y a su comparación con otras administraciones.
   Sin embargo, para el socialista esa actitud no es aceptable porque, aunque es cierto que los ingresos municipales se han reducido tanto por la ralentización del sector urbanístico como por la caída de las participaciones en los ingresos del Estado, "eso le ha ocurrido a todas las administraciones y no todas tiene el mismo déficit".
   Además, tampoco debería el alcalde compararse con la Administración General del Estado o con las comunidades autónomas porque no comparten ni competencias, ni regulación ni capacidad de actuación. "¿Cómo era eso? Cualquier intento de comparar peras y manzanas no es muy adecuado", ha ironizado, recordando unas polémicas palabras de una edil de Gallardón.
   En este sentido, ha asegurado que "peleará" por conseguir "más recursos del Estado y de la Comunidad de Madrid" y que trabajará por una modificación de la Ley de Financiación Local.
   "Hay que buscar una solución que pase por las comunidades autónomas y la participación en sus ingresos y por el Estado. Y nosotros solicitaremos una modificación de la Ley de Régimen Local porque creemos que en ello está una parte de la solución estructural", ha explicado, zanjando con que, en cualquier caso, "será un camino lleno de espinas".

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