domingo, 3 de julio de 2011

En total, 113 atendidos y 172.000 kilos de basura en el Orgullo Gay

MADRID.- Un total de 113 personas han sido atendidas por los sanitarios del Samur desde las 18 horas de ayer a las 8.30 horas de esta mañana durante la celebración de las fiestas del Orgullo Gay, que ha generado un total de 172.000 kilos de basura, de los cuales 75.000 corresponden a la cabalgata y 97.000 a los residuos consecuencia de la fiesta posterior en Chueca y zonas aledañas.

   Según han explicado fuentes de Emergencias Madrid, de las 113 personas atendidas, 39 han sido trasladados a hospitales para recibir puntos de sutura y cuidados de este tipo. Además, destacan dos casos. El primero, el de un joven de 25 años que ha sido atendido en la Gran Vía a la altura con la calle Montera. Tenía una intoxicación por drogas de diseño, ha sido intubado y trasladado en estado grave a la Concepción.
   El segundo caso llamativo es el de un chico de 23 años que ha sido atendido en la plaza del Carmen por una herida de arma blanca. Tenía un corte profundo en la cabeza y a pesar de ello ha permanecido consciente y orientado en todo momento. Destaca otro herido por arma blanca atendido en la plaza de España.
   Ninguno de los afectados ha estado grave, pero han destacado los intoxicados por alcohol y drogas de diseño.
Por otra parte, efectivos de limpieza del Ayuntamiento de Madrid han recogido desde las 18 horas de ayer sábado 172.000 kilos de basura de las fiestas del Orgullo Gay, de los cuales 75.000 corresponden a la cabalgata y 97.000 a los residuos consecuencia de la fiesta posterior en Chueca y zonas aledañas, han informado desde el Ayuntamiento de la capital.
   En concreto, en la marcha, que comenzó a las 18 horas de ayer en la Puerta de Alcalá, había 130 efectivos trabajando y 42 medios mecánicos trabajando. Se repartieron 93 contenedores a lo largo del recorrido y los operarios que trabajaron desde el principio al final de la marcha recogieron 75.000 kilogramos de residuos.
   Ya en el entorno de Chueca y debido a la fiesta, que se ha alargado toda la noche, los operarios, que aún siguen trabajando y lo harán hasta que la zona quede "perfectamente limpia", han recogido 97.000 kilos de basura.
   La media de operarios trabajando a lo largo de la noche ha sido de 200, tanto de limpieza diaria como del Servicio Especial de Limpieza (SELUR), y han contado con el apoyo de 50 máquinas. Asimismo, a estos efectivos hay que sumar 75 operarios de apoyo con otras 30 máquinas, en su mayoría baldeadoras de agua.

Abandono de la prostitución homosexual

Por otra parte, la prostitución homosexual masculina ha abandonado en los últimos años los reductos establecidos en algunas calles del madrileño barrio de Chueca y se ha concentrado en pisos y, especialmente, en espacios virtuales de Internet.
   Ésta es la conclusión a la que ha llegado la Fundación Triángulo, la única organización que hasta la fecha ha realizado un informe sobre los trabajadores masculinos del sexo.
   Un sector, hasta ahora 'invisible' pero que ha tomado importancia en los últimos meses a raíz de las primeras desarticulaciones de varias redes que explotaba sexualmente a hombres en España. Sin embargo, lo más habitual que es los que se dedican a ello lo hagan de forma libre y por razones generalmente económicas.
   Así, en la capital existen locales de copas, pisos y saunas en los que se ejerce la prostitución en Madrid, ubicados frecuentemente en Chueca. Pero no en todos se permite esta práctica. Sólo existe actualmente tres pisos y una sauna dedicada exclusivamente a ello, y se permite en un par de locales, según datos de colectivos gays.
   Sin embargo, en los últimos años son las nuevas tecnologías, y sobre todo Internet, los que han cambiado el comercio de la prostitución. Así, existen actualmente chats específicos de sexo e incluso de chaperos. La negociación se establece a través de una conversación privada con el cliente, en la que se incluyen fotografías y enlaces al perfil del trabajador.
   El auge de la prostitución callejera masculina y homosexual se dio en los años 80. Se concentraban en puntos situados en calles y plazas que iban desde la Puerta del Sol hasta el paseo de Recoletos, especialmente en el barrio de Chueca. Este espacio estaba poblado en su mayoría por españoles que encontraban en la prostitución una vía para la obtención de dinero para sufragar su consumo de drogas.
   Con el tiempo y la apertura de numerosos locales de ocio y sexo anónimo, estos 'chicos' dejaron la mayoría de las calles y sólo se dejaban ver en algunos puntos de la calle Almirante y en otra zona histórica, como la Puerta del Sol. En ella se concentra el nivel socio-económico más bajo dentro de la prostitución masculina, con un alto número de personas que carecen de recursos mínimos para cubrir sus necesidades básicas.
   En la primera década de este siglo la prostitución masculina ha desaparecido de la calle Almirante, mientras que las obras de Cercanías de la Puerta del Sol han retirado a la mayoría de estas personas, que anteriormente se colocaban en las jardineras de la entrada de la plaza por la calle Preciados.
   A día de hoy todavía queda un pequeño núcleo de chavales ejerciendo en la Puerta del Sol, la inmensa mayoría inmigrantes latinoamericanos, de Europa del Este y magrebíes en situación irregular y con escaso dominio del idioma castellano. Su situación de exclusión les obliga a aceptar ofertas mucho más bajas que las del mercado de la prostitución general.
   Una característica de esta zona es la relación de amistad que mantienen entre sí un numeroso grupo de clientes, cuyo perfil medio es el de jubilado.

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