MADRID.-  Amnistía Internacional (AI) ha opinado este martes que el desalojo  ocurrido a primera hora de la mañana en la Cañada Real Galiana de  Madrid, donde el Ayuntamiento ha derribado una construcción ilegal,  constituye "una violación de los derechos humanos" y ha exigido al  Ejecutivo local que garantice "un alojamiento alternativo adecuado" a la  familia que residía en dicha edificación.
   En concreto, los afectados son Abdelilah Ghailán, albañil de 33  años, y Fátima Zohra Alami Wahabi, de 27, marroquíes que, según AI,  llevan siete años viviendo con sus dos hijos (de tres y seis años) en la  Cañada. 
    La familia ya había sido desalojada en 2007, aunque poco después  levantaron de nuevo su vivienda. Aunque la orden judicial fijó en un  primer momento el derribo para el 24 de junio, la presencia de miembros  de movimientos sociales aplazó la medida, que se ha ejecutado este  martes.
   Sin embargo, AI ha asegurado en un comunicado que el desalojo de  esta familia se ha llevado a cabo "en contravención con los estándares  internacionales, lo que supone una violación grave de sus derechos  humanos".
   Según la organización, los desalojos deben ir precedidos de  "consultas efectivas" y se debe facilitar a los afectados "en un plazo  razonable" información al respecto, impidiendo también que "ninguna  persona quede sin hogar".
   Además, las autoridades "también deben asegurarse de que nadie es  vulnerable a otras violaciones de los derechos humanos como consecuencia  de un desalojo" por lo que si los afectados no disponen de recursos "el  Estado deberá adoptar todas las medidas necesarias para que se  proporcione otra vivienda, reasentamiento o acceso a tierras  productivas, según proceda".
   Asimismo, "las administraciones deben proporcionar una  indemnización justa y un alojamiento alternativo suficiente, o la  restitución cuando sea factible, y lo deben hacer inmediatamente después  del desalojo". También debe asegurarse que los miembros de la misma  familia ampliada o comunidad no se separen a consecuencia de los  desalojos.
   Sin embargo, en este caso la familia desalojada "no ha sido  consultada previamente ni se le ha ofrecido un alojamiento alternativo  adecuado". 
"Además, el hecho de que el desalojo se haya producido  durante la noche también contraviene los estándares internacionales", ha  declarado la directora adjunta de Amnistía Internacional España, Eva  Suárez-Llanos.
   No obstante, el Consistorio madrileño ha asegurado que el Samur  Social ha participado en el desalojo ofreciendo un alojamiento  alternativo a la familia, y ha efectuado el derribo con la pertinente  autorización judicial. Además, la vivienda ya había sido derruida y  reconstruida hace cuatro años.
   En cualquier caso, con este derribo Amnistía Internacional teme  que "cientos de familias residentes en la zona de la Cañada puedan  correr la misma suerte" por lo que ha pedido al Ayuntamiento que "se le  garantice de forma inmediata un alojamiento alternativo adecuado a la  familia desalojada".
   Por otra parte, la ONG recuerda que este derribo se ha efectuado  tras la aprobación, el pasado mes de marzo, de la Ley de la Cañada Real,  que establece que "las administraciones competentes llevarán a cabo un  acuerdo marco de contenido social para resolver todas las cuestiones  derivadas de la ocupación, desafectación y destino" de estos terrenos.
   "El problema que existe trasciende el enfoque de disciplina  urbanística y debe abordarse desde una perspectiva de derechos humanos",  ha insistido Suárez-Llanos.
   A este respecto, el Ejecutivo local ha citado el Auto de  autorización de entrada en domicilio dictado por el Juzgado de lo  Contencioso-Administrativo, que indica que "la Administración ha hecho  lo que debe" ya que "las alegaciones realizadas sobre la construcción no  la hacen válida, como tampoco la publicación de la Ley 2/11 de la  Cañada Real Galiana de Madrid".
   Amnistía Internacional puso en marcha el pasado mes de abril una recogida de firmas a través de la página web www.actuaconamnistia.org  en la que se pedía al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que  detuviera el desalojo de Abdelilah y Fátima. Según la organización, más  de 22.600 personas han firmado hasta ahora. 
    Además, la organización también ha promovido de forma internacional el envío masivo de cartas al alcalde con el mismo fin.
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