MADRID.- El Ayuntamiento de Madrid ha recaudado, hasta el pasado 30 de noviembre, un total de 1.027,7 millones de euros por el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y otros 155 millones por la Tasa de Basuras, lo que supone un 107 por ciento con respecto a lo presupuestado inicialmente, según ha indicado el delegado de Hacienda de la capital, Juan Bravo, en la comisión ordinaria del ramo celebrada este martes.
Tras puntualizar que los presupuestos no se elaboran en función de la recaudación prevista sino de los derechos reconocidos, Bravo ha apuntado que la previsión para este ejercicio de derechos netos totales por el IBI fue de 1.020,5 millones de euros, incluyendo las matrículas, las liquidaciones por nuevas altas, los cambios de titularidad y lo resultante de las inspecciones.
"Sin embargo, a 30 de noviembre superamos la cantidad con 1.027,7 millones de euros, un 107 por ciento con respecto a la previsión", ha indicado el delegado. Lo mismo ha sucedido con la Tasa de Basuras, por la que estaba previsto ingresar 144,7 millones de euros que ya se han convertido en 155 millones (un 107,4 por ciento de lo presupuestado).
Por su parte, los ingresos que ya se han hecho efectivos en caja corresponden al 90,81 por ciento de los recibos totales, frente al 90,51 por ciento de los recibos que se habían ingresado en el mismo periodo del pasado ejercicio.
No obstante, "el porcentaje recaudado ha disminuido un 2 por ciento, pasando del 88 al 86,2 por ciento, aunque se ha producido un incremento de la cuantía, que ha subido de los 845 millones de 2010 a los 885,6 millones de este año", ha indicado Bravo, recordando que a esto habrá que añadirle "la recaudación ejecutiva, que se podrá saber cuando finalice el ejercicio".
En la Tasa de Basuras el porcentaje de recibos pagados en periodo voluntario se ha incrementado un 2,5 por ciento con respecto a 2010, pasando del 83 al 85,5 por ciento del total, aunque la cantidad se ha reducido de 134 a 126 millones de euros por la modificación a la baja del contrato de gestión.
Así, Bravo ha concluido que "la crisis económica no afecta al comportamiento tributario de los madrileños" que, aunque presentan "más peticiones de aplazamientos y fraccionamientos", siguen "cumpliendo con sus obligaciones fiscales".
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