MADRID.- La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha 
concretado que desde el 17 de julio se han contabilizado en 
la capital un total de 983 manifestaciones y concentraciones, entre 
autorizadas y no autorizadas, lo que le ha llevado a pedir "prudencia" 
para evitar un "daño internacional" y de cara a la inversión extranjera.
   Después de asegurar que el Gobierno municipal es respetuoso 
con el derecho constitucional a manifestarse, la primera edil ha 
asegurado que se ha producido un incremento importante en el número de 
manifestaciones. Así, desde el 17 de julio y hasta ahora se han 
convocado 983 manifestaciones, con una media diaria de diez en la 
ciudad.
   "Hay que tener mesura en todo y pedir a los que se manifiestan
 y a los que no un poco de prudencia", ha subrayado la alcaldesa en la 
rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno. 
   También le ha enviado un mensaje velado a la delegada del 
Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes. "Tenemos que pensar que hay 
muchas manifestaciones que son autorizadas, otras que no, hay que tener 
prudencia con las que se autorizan", ha declarado después de mostrar su 
total apoyo a la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del 
Estado. 
   Sobre lo ocurrido el martes con la protesta de 'Rodea el 
Congreso', la regidora ha repetido que "muy pocos hacen un daño a un 
número muy grande". Les ha pedido que piensen en lo que está en juego 
dado el "impacto negativo" que tiene en los turistas, en la vida diaria 
de los ciudadanos y "de cara a la inversión exterior". Por otro lado, la
 regidora ha afirmado tajantemente que no es partidaria de la creación 
de un 'manifestódromo'.
   Preguntada sobre si el Ayuntamiento se plantea pedir alguna 
compensación al Estado o a la Comunidad por el elevado número de 
manifestaciones y los gastos que generan para las arcas municipales en 
conceptos de seguridad o limpieza, Botella ha recordado que se está 
elaborando un borrador para presentar al Gobierno de la Nación con una 
posible modificación de la Ley de Haciendas Locales.
   Con ella los ayuntamientos podrían cobrar una tasa por el uso 
del espacio público para fines lucrativos, es decir, para actividades de
 patrocinio. La tasa nunca sería aplicable a derechos constitucionales 
como el de manifestación.
   Botella, a su vez, ha señalado que negar la existencia de un 
malestar social sería "absurdo" para añadir, a renglón seguido, que "el 
número de personas que se manifiestan es muy pequeño en relación con el 
total de la población". 
       Por último, el vicealcalde de Madrid, Miguel Ángel Villanueva,
 ha insistido que lo que pide el Gobierno municipal es "prudencia, 
mesura y sentido común" además de plantear a los manifestantes que 
"deben expulsar al que tiene una actitud violenta".
 
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