MADRID.- El Grupo Municipal Popular ha puesto punto y
final a la comisión de investigación del Madrid Arena en el
Ayuntamiento de la capital culpando al promotor de la fiesta de
Halloween, el empresario Miguel Ángel Flores, de "excederse en sus ansias de dinero",
lo que le llevó a "pasar la línea entre la responsabilidad del
empresario y la comisión de un delito".
Así lo ha señalado el portavoz del PP, Enrique Núñez, que ha
defendido que el Madrid Arena cumplía la normativa aunque ha reconocido,
como presidente de Madrid Espacios y Congresos (Madridec), que los
procedimientos "son mejorables".
El primero en tomar la palabra en la última sesión de la comisión
de investigación, en la que se ha aprobado el dictamen final, ha sido el
portavoz de UPyD, David Ortega, que ha pedido que el informe que salga
de la Casa de Cisneros sea remitido al magistrado y al ministerio
fiscal.
La "política del cortijo" ha sido una de las principales críticas
de la formación magenta, que han afirmado que tras más de 20 años de
gobierno del PP porque "no todo se justifica en las urnas".
"Necesitamos
confiar en ustedes, son el gobierno, pero se necesita un cambio
radical", ha defendido.
Una de las intervenciones más contundentes ha sido la del portavoz
de IU en la comisión, Ángel Lara, que sí ha presentado conclusiones a
pesar de no haber participado en la comisión, a la que definieron en su
momento como "pantomima". Como resumen, Lara ha subrayado que "el único
objetivo perseguido por el PP ha sido no asumir responsabilidades en los
hechos ocurridos".
"Si todo ha sido perfecto, lo mismo puede volver a
ocurrir", ha lamentado.
En este punto, el edil ha calificado de "intolerable" que "el
único funcionario que estuvo presente en los hechos y a las órdenes de
la empresa Diviertt", el funcionario Carlos Viñals -hijo de Simón
Viñals, responsable del servicio sanitario privado en la noche de la
tragedia-- no haya asistido a la comisión porque el Ayuntamiento "no le
haya hecho entender la necesidad de comparecer". Carlos Viñals está
siendo llamado por el área de Personal para establecer si se produjo una
supuesta falta de compatibilidad.
Otra de las críticas de IU, además de la falta de documentación,
ha sido que los comparecientes "se pertrecharon con atrezzo y se pasaron
toda su intervención leyendo unos folios, incluso cuando tenían que
contestar a las preguntas que se les hacían" mientras otros "dieron
lecciones magistrales sobre sus competencias".
Mención aparte ha merecido el aforo. "No conocemos cuántas
entradas se han vendido oficialmente y es un dato fundamental para la
factura que Diviertt tiene que pagar a Madridec (condicionada al número
de asistentes)", como ha señalado Ángel Lara.
En una línea similar ha ido el portavoz socialista, Jaime
Lissavetzky, que ha afirmado que en algunos momentos durante la comisión
se sintió "insultado" y "agredido desde el punto de vista intelectual".
"No vengo a que me lean", ha explicado. Sí que ha considerado, por otro
lado, que "ha merecido la pena" acudir a la comisión -propuesta por
este grupo-- porque de ella "han salido algunas cosas".
Igual que sus compañeros en la oposición, Lissavetzky ha afirmado
que el equipo de Gobierno "no ha asumido responsabilidades". Todo ello
tras criticar el "trasvestismo de opinión" de algunos comparecientes.
Por último, el portavoz del PP, Enrique Núñez, ha alabado la
decisión de su antecesor, Pedro Calvo, por dimitir "por absoluta
generosidad y por respeto a las familias". Tampoco se ha olvidado del
cese de los dos máximos responsables de Madridec y ha adelantado, como
presidente de la sociedad municipal, que tomará decisiones pero que "en
momentos de zozobra hay que mantener la cordura porque no hay que
trasladar inestabilidad a los trabajadores y sus familias".
"Tomaré
decisiones y no tardaré mucho", ha reiterado.
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