MADRID.- La presidenta de la Comunidad de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha afirmado este jueves que donde no hubo amenazas sindicales el 29 de marzo no hubo huelga, mientras que el portavoz de IU en la Asamblea de Madrid, Gregorio Gordo, ha señalado que los trabajadores formularon ese día 800 denuncias a los empresarios por "chantaje y extorsión" para que no pararan.
En el Pleno celebrado esta tarde en la Asamblea de Madrid, Aguirre ha indicado que la "inmensa mayoría de los madrileños" no secundó la huelga general. Así, en el sector privado no la secundó, según sus cifras, más del 90 por ciento y en el sector público más de 80.
La dirigente autonómica ha afirmado que las consignas de la huelga estuvieron basadas en un "lenguaje prehistórico y antidiluviano" y se ha mofado de la necesidad de tener piquetes informativos en una huelga existiendo las nuevas tecnologías.
Además, la presidenta autonómica ha recordado que la Constitución reconoce el derecho de huelga pero no se ha desarrollado un decreto que lo regula, sino que se utiliza un decreto preconstitucional, validad posteriormente por los tribunales, que dice que en su artículo 11 "que una huelga es ilegal cuando se sostenga por motivos políticos ajenos al interés profesional de los trabajadores afectados".
"Creo que la huelga es un elemento de presión de los trabajadores contra los patrones. Pero esta última huelga no hubo contra los patrones, sino contra el Gobierno legítimo de la Nación, que hace menos de cien días estaba ejerciendo sus responsabilidades", ha agregado.
Por su parte, Gregorio Gordo ha respondido que lo que es un "modelo decimonónico" es el que tiene Aguirre que, a su juicio, opina que la huelga se trata de "algarada envenenada por la izquierda y los sindicatos" y de un problema "de orden público".
"Eso lo resuelve el diálogo y no la Policía. Está científicamente comprobado su nulo apego a la realidad. Hace dos meses dijo que no iba a subir el transporte y ahora lo ha hecho", ha afirmado.
El líder de IU ha criticado a "patéticos alcaldes" como el de Las Rozas, "que encendieron las luces de las farolas encendidas para que no bajara el consumo eléctrico".
"Los datos de Red Eléctrica estuvieron muy por debajo del domingo anterior. Abandonen su enloquecimiento, que hay más de 4.000 desempleados más que el año pasado. O dialogan o le quedan muchos 29M que aguantar", ha agregado.
En otra pregunta parlamentaria, la consejera de Presidencia y Justicia de la Comunidad, Regina Plañiol, ha señalado que la jornada del 29 de marzo fue "prácticamente normal" y la huelga "fue un fracaso general".
"La huelga no crea empleo ni confianza. Fue innecesaria, inconveniente y lesiva para todos los españoles y no genera confianza fuera de España", ha afirmado.
Sin embargo, la diputada socialista Maru Menéndez ha destacado que cientos de miles de madrileños hicieron huelga y se manifestaron en Sol ese día. "La huelga fue legal y la respuesta constitucional frente a una agresión salvaje a los trabajadores", ha señalado.
Además, ha apostillado que lo que fue ilegal fue la pretensión de la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, de que la marcha sindical no acabara en la Puerta del Sol, por lo que ha pedido que la condena a costas decretada por el juez "la pague de su propio bolsillo".
Por otra parte, la parlamentaria socialista ha criticado que Aguirre incitara a fotografiar a los trabajadores en huelga, mientras que el Gobierno central "censuraba las tomas de imágenes de la marcha de Sol".
"Su respuesta no fue la negociación, sino proclamar la necesidad de derrumbar a los sindicatos. Nosotros, en cambio, vamos a defender el Estado democrático y social de derecho, más que le pesen", ha añadido.
En su turno de réplica, Plañiol ha asegurado que la huelga fue un "pulso inútil" al Gobierno y que se cumplieron todos los servicios mínimos y funcionaron todos los servicios. "La huelga general fue un rotundo fracaso y su seguimiento en Madrid fue infinitamente menor que la huelga de 2010. No hay peor ciego que el que no quiere ver", ha apuntado.
La consejera ha declarado que los socialistas dejaron una España "arruinada y con más de cinco millones de desempleados".
"Por eso los españoles apoyaron a los programas del PP en las elecciones regionales y nacionales. Por eso el PP tiene la confianza absoluta", ha añadido.
"Le sale por todos los lados su vena socialista. En 2010 apoyó las medidas de Zapatero y eso que había un millón de parados menos que cuando dejó el Gobierno. Ha acabado el momento de enarbolar las banderas y las pancartas en este país", ha dicho Menéndez. También ha criticado al eurodiputado de IU, Willy Meyer, por apoyar la huelga y viajar ese día "en clase Business".
La responsable regional de Administraciones públicas ha dado los datos de una incidencia "muy baja" del paro el 29 de marzo. De este modo, ha apuntado que sólo secundaron la huelga el 16 por ciento de los trabajadores públicos, y que fue a trabajar el 90 por ciento en Sanidad, el 72 por ciento en Educación, el 84 por ciento en Justicia, más del 90 por ciento en Bomberos y el 76 por ciento en Asuntos Sociales.
"Los empleados quisieron demostrar con su trabajo su contrariedad a la huelga. Un 40 por ciento más de los empleados públicos fueron a trabajar con respecto a la huelga pasada", ha concluido.
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