MADRID.- Los indignados cortaron, en la tarde de este jueves, algunas calles del centro de Madrid. Lo hicieron en lapsos de cinco minutos porque "muchos de los afectados probablemente pertenezcan o apoyen al movimiento". Las intervenciones se prolongaron hasta las 20.00 horas, cuando el 15M se volvió a manifestar, impidiendo el tráfico, protagonizando sentadas, reclamando su buque insignia: una Puerta del Sol que seguía blindada.
IU solicitará que Antonio Camacho, responsable de Interior, comparezca en la Cámara Baja, porque "se están vulnerando derechos fundamentales" con el "sitio" de la plaza del kilómetro cero.
Desde las 16.15 horas de este jueves, alrededor de 150 indignados cortaron algunas calles del centro de la capital, al grito de: "De Norte a Sur, de Este a Oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste". Como todo, se decidió en una asamblea, celebrada a las 15.00 horas. En ella, se estableció que los cortes no debían superar los 5 minutos de duración, porque "muchos de los afectados probablemente pertenezcan o apoyen al movimiento", explicó el movimiento.
La actuación se llevó a cabo hasta poco antes de que diese comienzo la marcha, a las 20.00 horas. El 15M se adueñó del centro con pancartas que hacían referencia al artículo 139.2 de la Constitución, que reza: "Ninguna autoridad podrá adoptar medidas que directa o indirectamente obstaculicen la libertad de circulación y establecimiento de las personas y la libre circulación de bienes en todo el territorio español".
"Si andamos por las calles sin pararnos llamaremos la atención y no molestaremos tanto a los ciudadanos ni alterará la circulación", explicó un indignado en asamblea. Otro le respondió: "Sí hay que perjudicar a la autoridad, hay que cortar calles y perjudicar directamente a los ciudadanos", una directriz que al final se obvió.
Sí consiguieron llamar la atención, pero no reconquistar su buque insignia, un empeño en el que llevan ya tres días consecutivos. La Policía mantiene blindada la Puerta del Sol y, por mucho que los manifestantes lo intentaran, todos los accesos a la plaza permanecieron cortados a la circulación de los viandantes, al igual que la estación de metro.
En su recorrido por el centro, desde Callao, el millar de indignados hizo una sentada en la glorieta de Cibeles, después de haber cortado el tráfico de Gran Vía y de la calle de Alcalá. En la plaza de la diosa, se celebró una asamblea en la que se debatió sobre las vías para seguir con la protesta. Hubo quien propuso llevar la marcha hasta las puertas del Ministerio del Interior y quien optó por las sedes de PP y PSOE.
Un 15M más reducido que en días anteriores parece continuar empeñado. "Luché contra Franco para tener unos derechos que me permitieran tener una vida digna y resulta que ahora, después de tantos años, uno no sabe si mañana a su hijo lo van a echar a la calle", afirmó Juana, una manifestante, a Europa Press.
Eufemiano de Céspedes, otro indignado, aseveró que es "una vergüenza" que, en un país "democrático, no dejen manifestarse". "¡Hasta nos están prohibiendo pasar por las calles!", se sorprendía. Al hilo de esto, José Miguel aseguró que los agentes pasaron el día negando el paso a Sol "a cualquiera" que fuese "en pantalón corto" y no se hubiera afeitado "en tres días".
Gaspar Llamazares, portavoz de IU en el Congreso de los Diputados, anunció este jueves que solicitará que Camacho comparezca en la Cámara Baja, porque "se están vulnerando derechos fundamentales" con el "estado de sitio" en Sol. El grupo parlamentario presenta la petición este viernes y subraya que es una iniciativa propia, que no responde a ninguna petición del movimiento y que no es ninguna "instrumentalización".
Desde el punto de vista de Llamazares, la actuación policial de ahora "contrasta con la que tuvo en los momentos iniciales", lo que le hace sospechar que los últimos acontecimientos se relacionan con "una idea sobre la limpieza o la buena cara de Madrid ante la visita del Papa".
IU ya ha presentado varias preguntas parlamentarias sobre los desalojos de los acampados, pero da un paso más pidiendo la comparecencia del ministro por considerar que se están vulnerando derechos fundamentales. La formación ha sido muy crítica con el apoyo institucional y las subvenciones relacionadas con la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), donde se enmarca la visita del Papa a Madrid.
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